Dentro de unos días se va celebrar el primer centenario desde que fue entregado a las Islas Canarias el “Correillo La Palma” y dado el gran servicio que dio a todos su habitantes, aun hoy se le tiene especial cariño. En la actualidad se encuentra atracado en el muelle Rivera en Santa Cruz de Tenerife como huella de una época difícil vivida en las Islas.
Los Correíllos eran originariamente unos barcos veleros que transportaban el correo del servicio postal español entre las Islas Canarias y el exterior cuya primera línea se abrió en 1855 con el cometido de conectar las islas comerciales mayores (Gran Canaria y Tenerife), entre dos y tres veces por semana. La frecuencia con el resto de las islas menores (La Palma, Lanzarote, La Gomera, Fuerteventura, El Hierro) era más reducido, y sin olvidar, el intercambio comercial con Cuba e Inglaterra, principales socios comerciales
El aislamiento es una constante en la Historia de las Islas Canarias. El mar, hasta la construcción de los primeros aeropuertos isleños fue la única vía de conexión con el exterior durante centurias .
El Correillo La Palma fue construido por W. Harkerss & Son Ltd., en Míddlesbrough y su botadura tuvo lugar el 15 de Febrero de 1.912. Terminado el 10 de Abril, salió el 16 al mando del Capitán D. Aurelio del Arco y tras una escala en Bremen llegó a Las Palmas el 24 de ese mismo mes.
Más tarde, en 1.930, la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios fue adquirida por la Compañía Trasmediterránea y otros barcos vinieron a apoyar a los veteranos correíllos. Estas nuevas naves se carectirzaban por poseer un casco blanco y es precisamente por eso, por lo que los primitivos correíllos pasaron a ser denominados “los correíllos negros”.
Sólo el “La Palma” sobrevivió al desguace, siendo protagonista de mil y una aventuras y vicisitudes diferentes.
Así, encontrándose en el puerto de Arrecife, el 16 de Marzo de 1.976 sufrió una grave avería en una de sus calderas. Al día siguiente llegó a Las Palmas. Dado que ya por aquel entonces estaba prevista su próxima retirada del servicio y teniendo en cuenta el alto coste que suponía la reparación de la caldera, acabó amarrado al muelle de Las Palmas en espera de lo que se decidiera en cuanto a su futuro.
El 12 de Noviembre de ese mismo año fue adquirido en subasta pública y por la cantidad de un millón y medio de pesetas por Jürgen Flick, quien se proponía convertirlo en museo, club de yates y casino-restaurante. Sin embargo, el señor Flick tropezó con la interminable burocracia y el casi infinito papeleo al que se unieron trabas, impedimentos y objeciones de todo tipo que acabaron con su paciencia.
Luego, el 6 de Diciembre de 1.982 el Ayuntamiento de Las Palmas acordó la compra del barco a Flick para convertirlo en centro cultural público, y a tal fin se constituyó una Comisión. Pero esta operación nunca se realizó. El 6 de Febrero de 1.985, harto y sin saber qué hacer con él, Flick ofrece el barco, gratuitamente al Ayuntamiento de Las Palmas. No obtiene respuesta. Insiste. Nada.
El vapor “La Palma” pertenece en la actualidad al Cabildo Insular de Tenerife, por donación de la familia Flick, anterior propietaria del buque, que se lo había ofrecido a otros organismos y entidades para salvarlo del desguace. Al final fue la primera Corporación tinerfeña quien aceptó hacerse cargo del correíllo para transformarlo en Museo de la Navegación Canaria.
El Correillo La Palma fue construido por W. Harkerss & Son Ltd., en Míddlesbrough y su botadura tuvo lugar el 15 de Febrero de 1.912. Terminado el 10 de Abril, salió el 16 al mando del Capitán D. Aurelio del Arco y tras una escala en Bremen llegó a Las Palmas el 24 de ese mismo mes.
Más tarde, en 1.930, la Compañía de Vapores Correos Interinsulares Canarios fue adquirida por la Compañía Trasmediterránea y otros barcos vinieron a apoyar a los veteranos correíllos. Estas nuevas naves se carectirzaban por poseer un casco blanco y es precisamente por eso, por lo que los primitivos correíllos pasaron a ser denominados “los correíllos negros”.
Sólo el “La Palma” sobrevivió al desguace, siendo protagonista de mil y una aventuras y vicisitudes diferentes.
Así, encontrándose en el puerto de Arrecife, el 16 de Marzo de 1.976 sufrió una grave avería en una de sus calderas. Al día siguiente llegó a Las Palmas. Dado que ya por aquel entonces estaba prevista su próxima retirada del servicio y teniendo en cuenta el alto coste que suponía la reparación de la caldera, acabó amarrado al muelle de Las Palmas en espera de lo que se decidiera en cuanto a su futuro.
El 12 de Noviembre de ese mismo año fue adquirido en subasta pública y por la cantidad de un millón y medio de pesetas por Jürgen Flick, quien se proponía convertirlo en museo, club de yates y casino-restaurante. Sin embargo, el señor Flick tropezó con la interminable burocracia y el casi infinito papeleo al que se unieron trabas, impedimentos y objeciones de todo tipo que acabaron con su paciencia.
Luego, el 6 de Diciembre de 1.982 el Ayuntamiento de Las Palmas acordó la compra del barco a Flick para convertirlo en centro cultural público, y a tal fin se constituyó una Comisión. Pero esta operación nunca se realizó. El 6 de Febrero de 1.985, harto y sin saber qué hacer con él, Flick ofrece el barco, gratuitamente al Ayuntamiento de Las Palmas. No obtiene respuesta. Insiste. Nada.
El vapor “La Palma” pertenece en la actualidad al Cabildo Insular de Tenerife, por donación de la familia Flick, anterior propietaria del buque, que se lo había ofrecido a otros organismos y entidades para salvarlo del desguace. Al final fue la primera Corporación tinerfeña quien aceptó hacerse cargo del correíllo para transformarlo en Museo de la Navegación Canaria.
En la capital grancanaria se constituyó la Asociación de Amigos del vapor “La Palma”, que trató de evitar a toda costa que el veterano buque saliera de su enclave, sumándose a ello varias corporaciones políticas de la isla y otras representaciones. Al final, el día 13 de marzo y a remolque del Tamarán”, en buenas condiciones meteorológicas, el vapor La Palma” inició su última singladura hacia el Puerto de Santa Cruz de Tenerife.
Desde este blog mi apoyo y admiracion a la “Fundacion Canaria Correillo La Palma”.
Muy bueno el articulo y sobre todo las fotos que de forma cronologica nos ayudan a seguir la historia del famoso “correillo”,quizas faltan vivencias de personas que lo han utlizado y por ultimo es una pena que haya sido victima del famoso “pleito insular” y que sea un elemento de mas de separacion cuando deberia ser de union.