Distribución de la población mundial. Imagen: Living in the endless city. Phaidon, 2011
Según parece esta semana la población mundial ha alcanzado los siete mil millones de personas. Un hecho que se produce en medio de una poderosísima crisis que ya dura cuatro años, y que afecta precisamente a los que, en las últimas décadas, han venido ejerciendo el liderazgo económico, político y militar, los Estados Unidos y Europa.
Es una cantidad abrumadora, esa que refleja el número de los que habitamos la Tierra. Curiosamente, se nos presenta desde los medios de comunicación, esas maquinarias que dirigen nuestra atención constantemente, moldeando el pensamiento y distrayéndonos de los problemas cotidianos. Desde esa perspectiva perversa y constantemente generada, solo es posible la frustración y el escape individualista ante problemas como éste que percibimos inabarcable en su inmensidad.
Localización geográfica de las principales ciudades de China
Por otra parte, no somos capaces de encontrar por separado ni colectivamente una respuesta adecuada a estos retos tan descomunales. La única actitud que nos une es la petición constante de respuestas sin vislumbrar soluciones. Mientras tanto, y lo que es más grave, a los de a pie se nos va hurtando progresivamente la capacidad de influir, enredados por supuestos líderes que también están sometidos a poderes cuya comprensión se les escapa.
Según los datos manejados por Naciones Unidas habríamos pasado a crecer en más de mil millones de personas en solo doce años y se espera que para 2.050 hayamos alcanzado los 10 mil millones. Un hecho que coincide con el trasvase de la fuerza de la economía hacia otros lugares que nos es confuso reconocer. Percibir la fuerza y alcance de esos fenómenos en curso debería servirnos para poder actuar y conformar nuestra respuesta en consecuencia.
Principales ciudades del norte del subcontinente indio, entre Pakistan, India y Bangla Desh
Movido por esa curiosidad, he hecho unas cuantas y simples averiguaciones sobre las actuales condiciones demográficas de nuestro planeta. Extraigo unos datos: Algo más de un tercio de la población mundial, o sea 2.500 millones, se acumula en solo dos países: China e India. Y allí, en el primero, en un ámbito de escasos cientos de kilómetros (en 30 ciudades, en torno a Shanghai) viven 100 millones de personas. Así mismo, en el subcontinente indio vive otra centena de millones más, a lo largo de una franja que discurre paralela a la cordillera del Himalaya y que va desde Lahore en Pakistan hasta Dakha en Bangladesh.
En amarillo las áreas urbanas en los continentes europeo, africano y asiático. Imagen: Living in the endless city.
Phaidon, 2011
Por fuerza, esas áreas y países del mundo son las que están destinadas a influir poderosamente en nuestros destinos en el futuro. Lo que allí ocurre va a condicionar nuestras expectativas de desarrollo humano y calidad de vida. Una densidad humana tan extrema, situada en entornos tan concretos, va a polarizar la capacidad ecológica del globo terráqueo en su totalidad. Y, siguiendo a Malthus, la lucha por los menguantes recursos disponibles va a intensificarse despiadadamente en detrimento de los más débiles.
Y, en contraposición, las construcciones colectivas, ideológicas, políticas y sociales de Occidente han ido añadiendo complejidad y dificultad al ejercicio de ese poder blando mundial que ha caracterizado la última cincuentena de años. Hasta que ha llegado una parálisis y una perdida de la hegemonía anterior que se ha detentado desde esas otras partes del mundo a las que hacía referencia al principio.
El crecimiento desbocado de la población es un hecho de una contundencia sin igual que, de alguna manera revela y constata esa pérdida de influencia europea y norteamericana en beneficio de otras regiones y continentes, precisamente porque allí no crece tan exageradamente el número de personas.
Festival religioso en la costa de Bombay
El crecimiento que está experimentando Asia es impresionante, se nota cada día, con cada nuevo edificio, nueva firma que a ese continente se traslada y cada nueva noticia, como por ejemplo: que la última gran feria de coches de lujo se acaba de celebrar en Pekín, donde la nueva clase rica busca satisfacer su apetito consumista “capitalista”
Lo de China y la India se sabía pero quizá concretamente el norte de la India me ha sorprendido…