Cycling For Everyone from Dutch Cycling Embassy on Vimeo.
El pasado 22 de septiembre se celebraba el Día Mundial Sin Automóvil en el que veíamos las distintas iniciativas llevadas a cabo en diversas ciudades. El objeto principal de las mismas es incentivar a los ciudadanos a dejar este medio de transporte por un día y probar nuevas formas de desplazamiento. Uno de estos medios de transporte alternativos es la bicicleta.
Si hay un país por excelencia donde la bicicleta como medio de transporte alcanza un grado de popularidad tan alto, es Holanda. El uso de la bicicleta en este país es una cuestión cultural principalmente por las condiciones orográficas de un territorio totalmente llano que lo convierten en el medio de transporte perfecto. Además de ser económico, no contamina, no congestiona la ciudad y no acarrea problemas para estacionar como ocurre con los vehículos motorizados privados. Con el detrimento del automóvil las ciudades mejoran su paisaje urbano y recualifican su espacio público para el peatón.
Ya en los años 50 proliferaba el uso masivo de la bicicleta, para ir cualquier destino, hasta que con la proliferación de los vehículos motorizados en los años 60 el tráfico ciclista decrece de manera evidente. El espacio para transitar con bicicletas se ve reducido aumentando la estadística de accidentes e incluso defunciones de ciclistas. Con la crisis del petróleo de los años 70 se inició una defensa de este medio de transporte mediante iniciativas populares para lograr que el uso diario de la bicicleta fuera una opción viable y segura. Con los años se ha convertido en un medio de transporte básico y cotidiano para los holandeses.
Las administraciones públicas holandesas han sabido adaptar sus infraestructuras y ciudades para el uso prioritario de la bicicleta con la creación de modernos estacionamientos especiales vinculados a intercambiadores nodales de otros vehículos de transporte colectivo, eficientes redes de alquiler de bicis y fundamentalmente miles de kilómetros de vías ciclistas. A parte de estas infraestructuras, se invierte notablemente en la educación vial para lograr que siga siendo un medio de transporte seguro incluso para los niños.
Con esta cultura ciclista y la experiencia recabada en varias décadas de fomento de este medio de transporte nace The Dutch Cycling Embassy, una organización destinada a ayudar a otros países y asociaciones en la eliminación de la dependencia de los vehículos motorizados.
En el siguiente video colgado en la red por dicha organización, se relata la evolución de este medio de transporte en Holanda. A pesar de estar en inglés resulta bastante instructivo.