Los pescantes sirvieron de principal vía de comunicación de la zona norte de la Gomera con el exterior, protagonizaron el desarrollo de la zona norte de la isla, posibilitando que los productos agrícolas fueran conocidos y comercializados en el exterior.
A comienzos de siglo XX en Canarias se produjo un cambio muy importante, se sustituyo la Cochinilla como monocultivo por tomates y plátanos, hecho que transformo las estructuras económicas de las islas. Este hecho trajo consigo un problema importante que hasta el momento no había tenido lugar: que estos productos había que consumirlos frescos, cosa que con la cochinilla no era necesario. Tanto los tomates como plátanos no permitían el almacenamiento prolongado por lo que había que trasladarlo rápidamente a los lugares de consumo.
La Gomera comenzó la producción de estos productos dadas sus extraordinarias condiciones para producirlo por lo que se encontró con el grave problema de la falta de infraestructuras portuarias y terrestres para su comercialización. Por lo que en un primer momento se pensó en la realización de un puerto, pero dadas las difíciles condiciones tanto marítimas (malas condiciones constantes del mar) difícil orografía, así como inexistencia de carreteras.
Ante estas premisas y sin el apoyo de la Administración, la solución que aportaron los gomeros fue la construcción de unas estructuras denominadas pescantes. Estas estructuras de metal apoyadas en grandes pilares sobresalían de tierra firme hacia el mar, permitiendo que una embarcación fondeara cerca de la costa y facilitara el embarque y desembarque de personas animales y mercancías.
En la Gomera se construyeron los pescantes de Hermigua, Agulo y Vallehermoso y sirvieron de gran ayuda para el desarrollo de la Isla desde principios de siglo XX hasta la mitad de siglo, cuando se empezaron a desarrollar otras vías de comunicación.
En la actualidad solo quedan los grandes pilares que sustentaban la estructura y hay iniciativas para rehabilitarlos al forma parte importante de la historia de la Gomera.
El paisaje costero de Hermigua en la actualidad
*La mayoria de las fotos y documentacion corresponde al magnifico libro “Los Pescantes de la Gomera” escrito por Miguel Angel Morales Mora desde aqui mi agradecimiento.
Es una lástima que todas las cerchas metálicas asociadas a los pescantes, fueran desmontadas una vez que se construyó la carretera del Norte de la isla a mediados del siglo XX. Eran unas estructuras de origen ingenieril que dotaban de un carácter contemporáneo a unos pueblos anclados en el pasado. Hoy solo quedan algunas bases de aquellas bases columnares de hormigón que sirvieron de apoyo a las grúas en voladizo. Son unas construcciones que extrañan a los visitantes y que dan un tono pintoresco al paisaje costero de La Gomera.
Estimado Sr. Jorge Mosquera, el artículo me ha encantado. Sintético pero muy claro. La opinión de Federico García es totalmente compartida. Como comentáis, estoy de acuerdo en que los pescantes deberían ser restaurados como símbolos de unas condiciones de vida en la Isla muy duras y exigentes, marcadas por el carácter abrupto de la costa gomera. También deben ser restaurados para que el visitante disfrute de esas estructuras y conozca mejor como era de difícil el comercio entre la Isla y el exterior. En mi mente perdura el recuerdo que tengo cuando muy joven fui a visitar La Gomera y mis padres me contaron la historia de los pescantes, pues a cualquier niño/a llamará mucho la atención tales estructuras.
Es una lástima que todas las cerchas metálicas asociadas a los pescantes, fueran desmontadas una vez que se construyó la carretera del Norte de la isla a mediados del siglo XX.
Eran unas estructuras de origen ingenieril que dotaban de un carácter contemporáneo a unos pueblos anclados en el pasado.
Hoy solo quedan algunas bases de aquellas bases columnares de hormigón que sirvieron de apoyo a las grúas en voladizo. Son unas construcciones que extrañan a los visitantes y que dan un tono pintoresco al paisaje costero de La Gomera.
Estimado Sr. Jorge Mosquera, el artículo me ha encantado. Sintético pero muy claro. La opinión de Federico García es totalmente compartida. Como comentáis, estoy de acuerdo en que los pescantes deberían ser restaurados como símbolos de unas condiciones de vida en la Isla muy duras y exigentes, marcadas por el carácter abrupto de la costa gomera. También deben ser restaurados para que el visitante disfrute de esas estructuras y conozca mejor como era de difícil el comercio entre la Isla y el exterior. En mi mente perdura el recuerdo que tengo cuando muy joven fui a visitar La Gomera y mis padres me contaron la historia de los pescantes, pues a cualquier niño/a llamará mucho la atención tales estructuras.