Valorar extremadamente el carácter estético de los componentes del entorno próximo es una característica japonesa. Refleja una sofisticación cultural que es el resultado de una evolución social peculiar, única en el mundo.A veces, algunos elementos insignificantes que nos rodean pueden ser atractivos en sí mismos. Por ello, visto desde lejos parecería que los japoneses tienen un gran interés por la calidad formal de los objetos y lugares. La extrema simplicidad, la reducción expresiva y la funcionalidad son tres de las características más relevantes que aplican en ese país a casi todo aquello que tiene que ver con la arquitectura y las artes aplicadas como el diseño gráfico e industrial.Esta es una actitud cultural, ampliamente asumida en Japón, ha dado como resultado prácticas ancestrales muy curiosas y particulares como el cultivo de bonsáis o el
ikebana, arte de la composición floral.
Es lo que ocurre también con este humilde calzador de zapatos que comercializa en Japón la empresa de productos de interiorismo h-concept(me temo que para adquirir uno habría que desplazarse a ese país del extremo oriente)Denominado Kotori (pequeño pájaro) está realizado en madera laminada y es el resultado de un proceso reductor de lo que es necesario que, finalmente, ha conducido a una pieza de una gran belleza. Diseñado por
Kaichiro Yamadacuesta 50$ y es que lo bello también puedes ser extremadamente caro. Es lo que tiene conseguir la exclusividad.Un ejemplo de I+D+i que no requiere de grandes inversiones ni sofisticadas maquinarias, solo sensibilidad y buenas ideas. 
