En estos últimos años, ha sido de gran relevancia mediática en Canarias la polémica suscitada por la demolición de edificaciones ilegales vinculadas al entorno costero tras la entrada en vigor de la famosa Ley de Costas.
Navegando por la red descubrí esta intervención realizada en el Cabo de Creus, Cataluña (EMF landscape architects) como un claro ejemplo de actuación paisajística destinada a restituir el aspecto original del lugar tras la indiscriminada colonización costera.
La problemática surge a partir del complejo vacacional construido por el Club Med en 1961 en este paraje mediterráneo. Con el aumento de la concienciación ecológica en España se declara al Cabo de Creus como Parque Natural en 1998, quedando este enclave turístico en activo en el interior del área delimitada hasta el año 2003, cuando cesa la actividad.
Promovido por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y la Generalitat de Catalunya se decide realizar una actuación paisajística que contemple la demolición de las edificaciones en desuso junto a una serie de intervenciones destinadas a recobrar la dinámica ecológica de este lugar y a potenciar el valor social y de recreo de este entorno costero.
Una nueva ciudad “ecológica” y “sostenible” se ha planteado a 150 kms. de Pekín, destinada a albergar a 350.000 habitantes y que estará funcionando en 2020.
Ha sido diseñada por el equipo de Singapur, Surbana Urban Planning Group y contará con un sistema de transporte público tranviario, abastecimiento energético solar y amplías extensiones verdes. Su planteamiento se basa en 26 indicadores de desarrollo de los que no se tiene más información.
Una propuesta basada en imágenes espectaculares que venden un producto teóricamente mejor. La cuestión es si será “ecológica” por la disposición teórica de amplios espacios verdes y “sostenible” porque va a introducir una alta densidad de edificación.
Es sorprendente como algunos arquitectos -como lo hace Joshua Ramos- venden fantásticos edificios que en realidad son magníficas obras de ingeniería.
El papel del profesional queda aquí reducido a una herramienta más, de venta de la idea
Siendo un miembro del jurado de la segunda edición del concurso internacional de Jardines Urbanos “Bilbao Jardín 2009”, Diana Balmori del equipo, con base en New York, Balmori Associatesfue invitada a crear un jardín en la ciudad vasca. Como emplazamiento para ubicar el jardín escogió una escalera situada en medio de las dos torres de Arata Isozaki cercanas al polémico puente de Santiago Calatrava sobre el río Nervión.Este jardín complementa la lista de numerosos proyectos de este equipo en la ciudad bilbaína entre los cuales destacan la ordenación de Abandoibarra (propuesta ganadora del concurso,1997), la Plaza de Euskadi (en construcción), Campa de los Ingleses (propuesta ganadora del concurso,2007) y la reciente selección como finalista en el Concurso para la ordenación de la Bahía de Pasaia.
El jardín vertical, o muro verde es la nueva aplicación de la jardinería a la arquitectura, en este caso con una nueva manera de cultivar plantas sin necesidad de suelo o sustrato horizontal. Observando la habilidad de las raíces de crecer a lo largo de una superficie vertical, el botánico francés Patrick Blanc patentó su invento en 1988 denominándolo “mur végétal”. Este concepto que en cierta medida rememora los jardines colgantes de la antigua Babilonia, ha sido desarrollado en muchas obras, más de un centenar de intervenciones en todo el mundo, diseñando además el primer jardín vertical de España en el edificio CaixaForum Madrid de los helvéticos Herzog & De Meuron. Asimismo también ha colaborado con dichos arquitectos en la transformación de la Plaza de España en Santa Cruz de Tenerife, concretamente en los muros de los pabellones. Esta “arquitectura verde” puede implantarse tanto en espacios exteriores como interiores y en cualquier entorno climático, seleccionando las plantas más adecuadas para las condiciones de dicho clima.
CaixaForum, Madrid. Foto: sallylondon, Flickr
Pabellón Plaza de España, Santa Cruz de Tenerife. Foto: Mataparda, Flickr
Como explica Blanc: “Las plantas no necesitan tierra, ya que la tierra no es más que un medio. Sólo el agua y los múltiples nutrientes disueltos en ella, junto con la luz y el dióxido de carbono, son esenciales para las plantas. Allá donde el agua no falta nunca, como en los bosques tropicales, las plantas se extienden sobre los troncos de los árboles, las rocas de los acantilados… Por ejemplo, unas 2.500 de las 8.000 especies de plantas conocidas en Malasia crecen sin tierra”.El Jardín vertical está formado por tres elementos principales: una estructura metálica, una lámina plástica y una capa de fieltro de poliamida. En el caso de CaixaForum Madrid, tiene una altura de 24 metros, un grosor de casi un metro y una longitud de 19 metros. Se ha colocado ligeramente separado de la fachada del edificio existente, a fin de no transmitirle esfuerzo alguno. La superficie vegetal resultante se extiende a lo largo de 460 metros cuadrados. Está formada por 15.000 plantas de 250 especies diferentes.
Los elementos que configuran este tipo de intervenciones son:
•Estructura metálica: Se trata de una estructura vertical autoportante, de 24 metros de altura, y es la base sobre la que descansan la estructura auxiliar y todos los elementos constitutivos del Jardín vertical. Esta formada por seis torres principales y de un sistema de perfiles tubulares. Forma una capa de aire que actúa como un sistema de aislamiento térmico y fónico muy eficiente.
•Panel de soporte: Está formado por un panel de PVC expandido sujeto a la estructura metálica. Esta capa dota de rigidez a toda la estructura y la hace impermeable.
•Capa de irrigación: Formada por una manta doble de fibras sintéticas y una lámina plástica en su cara interior, está fijada mediante grapas al panel de soporte. Es la base de apoyo de toda la plantación. El fieltro es especial, por lo que no se pudre, y su enorme capilaridad permite una distribución homogénea del agua. Las plantas se han distribuido a lo largo de esta capa de fieltro (la densidad es de unas 30 plantas por metro cuadrado) y las raíces crecen a lo largo de ella.
•Plantación: Se realiza insertando las raíces de las plantas, sin tierra, entre las dos capas de la manta y fijándolas mediante grapas.
•Suministro de agua y nutrientes y recogida del agua: Una red de tuberías, con boquillas de goteo y alimentada por una bomba de agua y nutrientes, va fijada sobre la manta de enraizamiento. El riego del agua, enriquecida con nutrientes, se realiza desde la parte de arriba de la estructura, y es automático. El agua que se escurre por el muro es recogida por una canaleta colocada en la parte inferior del Jardín vertical. De esta manera se soluciona el problema que podría generar el agua de escorrentía sobrante.
Este tipo de jardines puede desarrollarse en cualquier pared, sin limitación de tamaño o altura. Gracias a su efecto de aislamiento térmico, permite reducir el consumo de energía (en invierno, aísla del frío; en verano, actúa como un sistema de refrigeración natural) y limpia el aire (las partículas de polución son atraídas por el fieltro, donde poco a poco se descomponen y remineralizan, convirtiéndose entonces en fertilizante para las plantas).
En cualquier ciudad o parte del mundo una pared desnuda puede convertirse en un Jardín Vertical pasando a ser un valioso refugio para la biodiversidad, acercando la naturaleza a la vida cotidiana de los ciudadanos.
Este año la revista de diseño y arquitectura Metrópolisha dedicado la última edición de su premio “Next Generation” al desafío que supone para las nuevas generaciones la producción de energía limpia. Los jóvenes arquitectos franceses Nicola Delon, Julien Choppin y Raphaël Ménard han conseguido el primer premio con su interesante proyecto “Wind-it”, el cual consiste en insertar turbinas eólicas de eje vertical en torres eléctricas. Los problemas más característicos de la energía eólica suelen ser su lejanía de los lugares de consumo eléctrico, así como el impacto ambiental y paisajístico que provocan en su entorno. Con esta idea se conseguiría un sistema más eficiente al estar vinculada la fuente de energía con la línea de transmisión, y a su vez se minoraría el impacto paisajístico al combinar ambos sistemas en un mismo elemento.Inspirados en los paisajes rurales franceses vistos desde el tren de alta velocidad TGV donde se erigen infinidad de torres eléctricas y algunas turbinas eléctricas pensaron ¿por qué no combinarlas?. De esta manera se encaminaron a consolidar su idea inicial, planteando distintas posibilidades para esta combinación energética. Por un lado se podrían insertar turbinas eólicas en torres eléctricas existentes principalmente en aquellas que estén obsoletas o requieran su reemplazamiento. Asimismo se construirían nuevos modelos que combinen ambas energías, con tres diferentes tamaños de turbinas de eje vertical según la ubicación.
Distintas propuestas de torres eléctricas+ túrbinas eólicas, según tamaño.
Iniciativas de este tipo no son las primeras en salir a la luz, ya que en la edición de 2006 de estos mismos premios uno de los participantes, Mark Oberholzer, planteaba integrar aerogeneradores de eje vertical en las barreras que dividen el tráfico en la autopista estadounidense de Nueva Jersey. O la propuesta de sustituir los paneles informativos de las autopistas por turbinas eólicas de eje vertical, realizada por un estudiante de arquitectura de Arizona. Empresas como Urban Green Energy han llevado a la práctica ideas como estas, al instalar turbinas eólicas en antenas de telefonía móvil o en las cubiertas de edificios. De esta manera se podría introducir este tipo de energía en entornos urbanos evitando la transmisión de la misma a través de largas distancias donde se pierde eficiencia.
Propuesta de aerogeneradores en mediana (Mark Oberholzer)
El proyecto Wind-it a pesar de ser una iniciativa ingeniosa y original con gran potencial, requeriría de grandes esfuerzos económicos y técnicos para su ejecución. Por ejemplo las torres eléctricas comunes deberían ser reforzadas para acomodar este tipo de elementos, aparte del coste añadido que suponen las turbinas de eje vertical menos económicas que las convencionales. Otro aspecto a destacar es la gestión de este tipo de instalaciones ya que habría que coordinar a las empresas eléctricas con las de aerogeneradores. No obstante es un proyecto en fase de evolución que permite un amplio margen de mejora.
Molinos de viento en Teno, Tenerife. Foto: Luis Roca Arencibia, Flickr
Navegando por la red encontré esta curiosa iniciativa. PARK[ing] DAY es el nombre de un evento durante el cual individuos o grupos de personas transforman lugares de estacionamiento, plazas de parking y demás espacios destinados al estacionamiento de vehículos motorizados, en áreas públicas o micro jardines para la congregación y el disfrute tras habérselo arrebatado (de forma legal y pacífica) a los vehículos de motor.
Park(ing) day en Nueva York. Foto: Flickr
El procedimiento es sencillo, se paga el parquímetro de la plaza escogida. Posteriormente se ocupa el espacio de la manera deseada para finalmente usarlo como lugar de vida social.Esta iniciativa comenzó en 2005 cuando Rebar, un colectivo artístico de San Francisco convirtió una plaza de estacionamiento común, de un área de dicha ciudad con gran déficit de espacios libres, en un pequeño parque público temporal. Posteriormente pasó a ser un proyecto de exploración creativa de como está distribuido y utilizado el espacio público urbano. Por ejemplo, un 70% del espacio público perteneciente al “downtown” de San Francisco está destinado al vehículo, mientras solo una fracción de este espacio se asigna al disfrute del peatón. Pagando el parquímetro de una plaza de aparcamiento tenemos la oportunidad de disfrutar durante un corto periodo de tiempo de un espacio público urbano. La pregunta es ¿cuales son las posibles actividades a realizar en este pequeño espacio de tiempo?
Este proyecto se ha convertido en un fenómeno mundial, creado de forma autónoma por artistas, activistas y ciudadanos cuya finalidad es reprogramar el espacio del tráfico para convertirlo en un espacio de intercambio, recreo y expresión artística, devolviéndolo al ciudadano lo que siempre ha sido suyo.
Hoy Martes 9 de Junio de 2009 ha sido inaugurado un nuevo parque en Nueva York. Se trata de la transformación del High Line, una línea de tren abandonada a nueve metros de altura que recorre el oeste de la isla, en paralelo al río Hudson. El proyecto incluye la consolidación de áreas verdes, recuperación de edificios, conexión a la red de metro y a las principales vías de transporte de la ciudad.
El High Linees un viaducto elevado de ferrocarriles de carga construido en los años 30 al oeste del centro de Manhattan en Nueva York. Probablemente lo más interesante de esta infraestructura fue su incorporación a la trama urbana, adaptándose a la densificación existente como medio de transporte por excelencia del desarrollo industrial del oeste de Manhattan.
Estuvo en funcionamiento hasta los años 80 para luego venderse al metro de la ciudad en donde al igual que décadas anteriores este vuelve a caer en desuso producto de los altos costos de mantenimiento, por no hablar del ruido y problemas estructurales que generaba en edificaciones colindantes.
La gran vía fue durante mucho tiempo un no lugar dentro de la ciudad aunque también un importante símbolo social de los habitantes del oeste de Manhattan. Artistas como Joel Sternfeld entre otros, fueron capaces de valorar este espacio tan peculiar dentro de la ciudad.
Gracias a la organización ciudadana Friends of the High Line se evitó su demolición para transformarlo en un proyecto de recuperación urbana con la convocatoria de un concurso de ideas en 2004. La propuesta ganadora fue la de Field Operations/ Diller Scofidio y Renfro ante otras propuestas de Steven Holl o la omnipresente Zaha Hadid.
Imagen de la propuesta ganadora
La recuperación propuesta transforma este tramo elevado de línea férrea a lo largo de 2,5 kilómetros, en un gran parque urbano. A tal efecto conservando la estructura metálica del soporte y los raíles, se diseña una plataforma verde donde se abren caminos entablados, zonas de descanso, restauración, exposición y pequeños comercios. La obra se basa en recrear los antiguos enlaces y líneas férreas, con grandes jardines florales y pequeñas pausas más acotadas.
Imágenes virtuales del proyecto
Pues bien esa infraestructura que ha sobrevivido como un esqueleto inmóvil donde crecía la hierba a expensas de la locura inmobiliaria de su alrededor, es hoy un parque en las alturas, que alguno ha denominado “la alfombra verde” al “sobrevolar” las calles de Chelsea.
Acto de inauguración
Es sin duda otro excelente ejemplo de recuperación de infraestructuras en desuso, dónde se potencia el verde en pro de espacios públicos para la ciudadanía.
Valorar extremadamente el carácter estético de los componentes del entorno próximo es una característica japonesa. Refleja una sofisticación cultural que es el resultado de una evolución social peculiar, única en el mundo.A veces, algunos elementos insignificantes que nos rodean pueden ser atractivos en sí mismos. Por ello, visto desde lejos parecería que los japoneses tienen un gran interés por la calidad formal de los objetos y lugares. La extrema simplicidad, la reducción expresiva y la funcionalidad son tres de las características más relevantes que aplican en ese país a casi todo aquello que tiene que ver con la arquitectura y las artes aplicadas como el diseño gráfico e industrial.Esta es una actitud cultural, ampliamente asumida en Japón, ha dado como resultado prácticas ancestrales muy curiosas y particulares como el cultivo de bonsáis o el
ikebana, arte de la composición floral.
Es lo que ocurre también con este humilde calzador de zapatos que comercializa en Japón la empresa de productos de interiorismo h-concept(me temo que para adquirir uno habría que desplazarse a ese país del extremo oriente)Denominado Kotori (pequeño pájaro) está realizado en madera laminada y es el resultado de un proceso reductor de lo que es necesario que, finalmente, ha conducido a una pieza de una gran belleza. Diseñado por
Kaichiro Yamadacuesta 50$ y es que lo bello también puedes ser extremadamente caro. Es lo que tiene conseguir la exclusividad.Un ejemplo de I+D+i que no requiere de grandes inversiones ni sofisticadas maquinarias, solo sensibilidad y buenas ideas.
