En los últimos años la arquitectura española, considerada como una aportación cultural, ha alcanzado una notable relevancia internacional, motivada por su alta calidad técnica y estética. Una muestra de esta presencia cosmopolita fue la exposición On Site, new architecture in Spain celebrada en 2006 y organizada por Terence Riley para el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Esa exposición hizo un repaso por el florido panorama experimental existente en la arquitectura española; aquel que había alcanzado en años anteriores un nivel de variedad y espectacularidad realmente sorprendente. En ella, se ofrecían importantes ejemplos que han sido el resultado de iniciativas interesantes, públicas y privadas, propiciadas por los numerosos concursos de arquitectura que se celebran en España con asiduidad.
<--- Las razones para haber alcanzado esta repercusión exterior de la arquitectura española han estado fundamentadas en la forma peculiar en que ha podido llevarse a cabo el ejercicio profesional más exigente, desde un punto de vista, cultural, artístico y experimental, sobre todo a partir de la aparición de la democracia en este país. Ello ha sido posible por la alta competencia técnica de las elites profesionales, derivada de la gran responsabilidad asignada socialmente a los arquitectos españoles, no solo en la proyectación sino también en el control y la dirección de los procesos de ejecución de las propias obras. Algo, por otra parte, insólito en el panorama internacional muy segmentado en lo que se refiere a las competencias profesionales, y que se suele caracterizar por la participación en la obra de variadas disciplinas de la ingeniería y ello sin un liderazgo realmente consecuente con el carácter claramente creativo del diseño edificado. Otra característica de la arquitectura española es la que se entronca con la notable capacidad para una renovación generacional constante de los arquitectos que producen obra. Un hecho que ha permitido evitar hasta fechas muy recientes el anquilosamiento y la acomodación de la arquitectura a las fuertes presiones económicas y burocráticas imperantes en el modelo de gestión y realización inmobiliaria del conjunto de países más desarrollados.
Axonometría de la propuesta para el concurso de restauración de la Casa de los Coroneles en La Oliva. Isla de Fuerteventura 1996. GBGV Arquitectos. 2º Premio
<--- Un elemento que ha contribuido claramente a todo esto ha sido la aplicación de unos criterios muy abiertos para la selección de los profesionales para la proyectación y ejecución de los edificios públicos y, en menor medida, de la arquitectura privada más representativa. Los concursos profesionales, tanto administrativos como de ideas han sido una herramienta fundamental en este sustrato existente para lograr una alta calidad de la arquitectura realmente ejecutada. Sin embargo, ya en la última década se han producido transformaciones muy preocupantes que han ido cercenando este fructífero fundamento para la arquitectura de calidad. La perversión espectacular, el burocratismo administrativo, y la indiferencia de los responsables políticos han ido reduciendo paulatinamente las posibilidades para hacer buenos edificios. La aparición de una legislación prolija para la contratación en el sector público, orientada a la contención de corruptelas administrativas y a la promoción de un recorte arbitrario de los costes y los tiempos de ejecución, están incentivando nuevamente la mediocridad en el campo de la arquitectura española. <---
Plano de emplazamiento de la propuesta ganadora del concurso sobre el acceso al Puerto de Santa Cruz. Isla de la Palma, 1998. GBGV Arquitectos. 1er Premio ex aequo
La expresión de este proceso de degradación paulatina del ejercicio profesional ha quedado reflejada recientemente en el concurso para la realización del Centro Nacional de Artes Visuales a ubicar en la ciudad de Madrid y motivo de una reciente polémica pública entre arquitectos y administración. En ese caso, la práctica habitual en este país del concurso abierto a cualquier arquitecto, había quedado subvertida con la elección previa de un escogido grupo de profesionales para participar por invitación directa. Entre los invitados se encontraban 6 equipos madrileños, los de Nieto y Sobejano, Ábalos y Herreros, García de Paredes y Pedrosa, Aranguren y Gallegos, Beatríz Matos y Mariano Bayón junto a los sevillanos Cruz y Ortiz, en una muestra de la flagrante discrecionalidad que apoyaba casi exclusivamente la presencia de arquitectos de una sola región en flagrante contradicción con lo exigido legalmente y vulnerando así principios esenciales en la práctica de selección profesional como la pública concurrencia, la transparencia y la igualdad de participación.
Maqueta de la solución seleccionada para el Centro Nacional de Artes Visuales. Madrid 2008. Nieto y Sobejano, arquitectos
Finalmente, ante la frontal oposición de la representación profesional, el Consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, el Ministerio de Cultura, órgano convocante del concurso ha desistido de lo ya actuado y se ha retrotraído a iniciar de nuevo el proceso. Un artículo posterior del arquitecto navarro, Patxi Mangado, publicado en la prensa nacional hacia una reflexión tensa y melancólica en relación a estos problemas relacionados con un tipo específico de concursos, los dedicados a la selección con jurado de anteproyectos. En él se señala el sistema de concursos como un recurso apropiado para la adjudicación de proyectos de arquitectura por cuanto permite la participación de un amplío abanico de profesionales, incluyendo a los más jóvenes que de otra manera, no tendrían oportunidad. Pero también se refiere a la mezquindad con que los convocantes se aprovechan del entusiasmo de unos participantes que tratan de aportar lo mejor de sus recursos intelectuales para generar proyectos de calidad sin recibir prácticamente nada a cambio.
Opción ganadora del concurso de proyectos para el nuevo hospital de Icod de Los Vinos. Isla de Tenerife GBGV Arquitectos, 2001
La convocatoria de concursos de arquitectura por la administración y los particulares se ha ido convirtiendo en un método para obtener casi gratuitamente la aportación de valor añadido de calidad, ofreciendo a cambio unas gratificaciones cada vez más exiguas. La mezquindad económica de los premios, así como la ausencia de remuneración a los que pierden o no llegan a ser seleccionados, es algo ya tradicional en las convocatorias que se realizan en España. Si se atiende a la creciente extensión de este sistema a casi todas las adjudicaciones de proyectos públicos en un aplicación extensiva de la vigente Ley de Contratos, los concursos han alcanzado un status de abuso declarado, en el plano administrativo. Un panorama de selección profesional que se encuentra adjetivado por unos objetivos y enunciados poco claros que impiden saber que es lo que se requiere realmente, la indefensión absoluta de los participantes frente al favoritismo de los convocantes, administración y particulares, unos equipos de selección o jurados claramente incompetentes para valorar las propuestas desde una perspectiva que garantice al menos la funcionalidad y la viabilidad constructiva y económica de las propuestas presentadas a los concursos. Por no hablar de las posibles aportaciones culturales o, incluso estéticas que serían deseables. Si se extiende esta argumentación a los procesos de selección administrativa para la realización de arquitectura pública, el paisaje es aun más desolador si cabe. La creciente presencia de un favoritismo evidente, relacionado con las amistades de los convocantes, jurados compuestos casi exclusivamente por personas que nada saben profesionalmente de lo que se juzga (abogados, economistas y políticos, por ejemplo). Por ello, es preciso denunciar la actual deriva de los concursos de arquitectura que tienen lugar en España. Procediendo legalmente y sistemáticamente si es preciso, como ha hecho el Consejo Superior de los Arquitectos en relación al caso particular del concurso del Centro Nacional de Artes Visuales. Sería exigible la negociación e implantación de unos criterios éticos y objetivos que permitan unas mejores prácticas en la adjudicación de trabajos por concursos profesionales, tanto en la esfera de la administración pública como en lo que respecta a las iniciativas empresariales o estrictamente privadas. Uno de los aspectos básicos a considerar es el que se refiere a la competencia profesional. Porque en la actual situación de enredo administrativo, complejidad técnica y necesidad de racionalidad económica ya no es suficiente con esgrimir una titulación universitaria para llevar a buen puerto un proyecto de arquitectura. La actuación de equipos pluridisciplinares con una mínima experiencia debería ser un requisito previo que discrimine y establezca unos umbrales mínimos de competencia. Ello debería llevar a unos procesos de selección en dos fases: una primera en la que los aspirantes puedan presentar sus credenciales y su experiencia de trabajo en equipos complejos, se establezca su capacidad profesional cualificada así como la comprensión justificada del alcance del futuro encargo; una segunda fase posterior, debería concretarse con un número reducido de equipos, a los cuales se les debería remunerar su esfuerzo, al margen de los posibles premios y contratación posterior, puesto que ejercerán un trabajo de una alta exigencia intelectual que requiere de esfuerzos muy importantes y que, actualmente, no son reconocidos apropiadamente. Otra cuestión que es preciso exigir es la necesaria transparencia informativa. Las convocatorias deberían garantizar un acceso a la información del concurso de la manera más amplía posible, con documentación adecuada y la definición precisa de sus objetivos y limitaciones. Así, se asiste cada vez más frecuentemente a convocatorias de concurso en las que no se ofrece ni siquiera planos del emplazamiento o programa funcional por no hablar de rango de coste, en una pléyade de situaciones totalmente inverosímiles que convierten al concurso en una verdadera carrera de obstáculos insalvables. Los arquitectos participantes deberían tener en cualquier caso una representación adecuada en los jurados que tienen la responsabilidad de seleccionar la mejor propuesta. Bien a través de la posibilidad de elegir un miembro del jurado o bien con la exigencia de una mayoría formada por técnicos de la especialidad que cuenten con experiencia en el tipo de trabajos demandado y con representación de los estamentos profesionales locales de la arquitectura. Los fallos deberían ser justificados razonadamente, de tal manera que se pudiera entender las razones que han motivado la selección finalmente realizada, superando así las arbitrariedades y subjetividades tan definitorias de los resultados de muchos concursos que se convocan actualmente.
Perspectiva de la propuesta ganadora del concurso para el parque de Las Indias en la ciudad de Santa Cruz. 1992. Isla de Tenerife. Federico García Barba y José Lorenzo García. 1er Premio
Lo cierto es que el espacio de la arquitectura en España se ha vuelto un ecosistema excesivamente competitivo en el que existe una lucha despiadada por la obtención de encargos que progresivamente se vuelven cada vez más escasos y en los que la visibilidad profesional se ha vuelto un factor de primer orden. En este escenario, un factor que está influyendo muy negativamente en la calidad de la arquitectura es la creciente tergiversación espectacular y el marketing profesional. La proliferación de revistas de arquitectura, premios profesionales y exposiciones que promueven a determinados personajes con un ideario fantasmagórico junto a una docencia desenfocada que trata de enseñar sin una capacidad crítica sobre la trayectoria de las celebridades admiradas por el alumnado es un factor que debería combatirse más contudentemente. Hoy es más importante tener una presencia espectacular en el mercado clientelar -aquel que convoca estos concursos de los que se reflexiona- que garantizar la verdadera capacidad profesional de los que acceden a los encargos finalmente.—>
Representación tridimensional de las islas de Tenerife y La Gomera. Fuente: Flickr, mil
Esta semana me han hecho una entrevista que ha sido publicada hoy, 15 de marzo, en el periódico tinerfeño La Opinión. Resume ideas que ya he avanzado en otras ocasiones y se centra en el importante problema que la legislación territorial canaria está produciendo de una manera paradójica en la gestión espacial del suelo del archipiélago canario.
Como ya he comentado en otras ocasiones la extrema densidad poblacional de las islas Canarias, superior a los 300 habitantes/km2 junto a una patente ineficiencia en el uso del suelo, con una mayoría de espacios comprometidos por la urbanización con menos de 30 viviendas/hectárea, está acelerando la inviabilidad territorial de esta región. Un hecho patente sobre el que la sociedad no es consciente y que puede llevar a una emigración masiva de los canarios en los próximos años, como consecuencia de la incapacidad de los estamentos económicos y políticos para ofrecer alternativas creíbles para el sostenimiento de este espacio geográfico en el próximo futuro. <---
Paisaje del municipio de Los Llanos en el valle de Aridane. Isla de La Palma.
Es curioso que estas ideas sobre las que ya he escrito en el pasado surjan ahora en un medio nada afín al actual gobierno de Canarias y es que los distintos grupos en liza para el control del poder político y económico usan todos los medios a su alcance para desestabilizar al adversario, impidiendo con ello, más allá de su ambición y del maniqueísmo, un debate sosegado sobre los problemas que realmente padece la población. Es la telecracia, sobre la que ha escrito recientemente José Vidal Beneyto, un sistema de manejo social basado en el control masivo de los medios de comunicación y la tergiversación de la realidad como herramienta de lucha por el poder. Según Beneyto, en la telecracia la opinión pública ha sido sustituida radicalmente por la opinión mediática y solo existe en el imaginario colectivo -global, nacional y local- aquello que ha sido convenientemente filtrado para apoyar y afianzar las posiciones de poder que interesan a los distintos grupos que pugnan por apropiarse por las plataformas del estado y de la economía. La periodista Sol Rincón, a la que agradezco su interés en mi persona, ha realizado una inteligente selección de mis ideas junto con otras aportaciones que paso a reflejar en esta plataforma.
Vista aérea de la ciudad de Las Palmas en la isla de Gran Canaria. Foto: Juan Ramírez Guedes
ATASCO URBANÍSTICO Por Sol Rincón Borobia Diario La Opinión, 15/04/2009. Santa Cruz de Tenerife
Seis o siete abogados sentados frente a uno o dos técnicos especialistas en planeamientos urbanísticos. He aquí la composición de la ponencia técnica de la Comisión de Ordenación del Territorio y del Medio Ambiente de Canarias (a parte de los funcionarios y políticos de turno). La presencia de tanto letrado tiene una explicación: La cantidad de leyes urbanísticas que hay en Canarias es mucha y muy compleja. Hay normas que tienen hasta 249 artículos, y algunos de ellos ocupan más de una página. El presidente de la Agrupación de Arquitectos Urbanistas de las islas de Tenerife, La Gomera y El Hierro, Federico García Barba, que además forma parte de la citada ponencia, informa que desde el año 1995 se han aprobado cinco leyes urbanísticas en Canarias, sin contar las sectoriales, tres reglamentos y un par de modificaciones sobre los textos legales aprobados. “Dicho exceso legislativo ha conducido a una parálisis insostenible en el manejo del suelo“, asegura. Este arquitecto especialista en urbanismo y ordenación del territorio explica que se ha llegado a tal extremo que para poder aprobar un plan urbanístico se tuvo que redactar un reglamento que explicara el proceso. “Eso no ocurre en ninguna parte. Es el exceso del exceso“, asegura. De hecho, señala que desde que forma parte de la ponencia técnica de la Comisión de Ordenación del Territorio y del Medio Ambiente de Canarias (COTMAC) -hace ya año y medio- “todavía no he asistido a una aprobación de un plan general de ordenación”. “El cuerpo legal que establece las reglas del juego se ha convertido en una maraña por la que no puedes moverte“, añade. La gravedad de todo esto se centra en la imposibilidad de ejecutar proyectos de diversa índole, que reactivarían la economía. Como ejemplo, García Barba explica que si un empresario quisiera instalar en Canarias una fábrica de productos informáticos, en estos momentos no tendría suelo disponible. “Para transformar el uso del suelo y realizar todo conforme a las leyes actuales se necesitarían seis o siete años“. En cuanto al suelo que hay en las Islas clasificado como industrial, el arquitecto indica que muy poco está urbanizado, es decir, preparado con los servicios básicos de calles, vías, alumbrado, agua… Frente a los que piensan que es necesaria tanta legislación para frenar la construcción en las Islas, este experto es de la opinión de que constituye un lastre para lograr un desarrollo positivo hacia opciones más sostenibles, tal y como señala en su blog: islasyterritorio.blogspot.com. Es más, aclara que es contrario a la ocupación de más territorio, “porque el índice de sostenibilidad del Archipiélago se superó en los años 70“. Por eso se muestra partidario de construir edificios altos que ocupen poco suelo, pero que sean capaces de ofrecer muchas viviendas. “Hemos despilfarrado el territorio y se ocupa extensivamente con una densidad de población bajísima”, dice. Como ejemplo, señala que en Valle Guerra la media está en cinco viviendas por hectárea, mientras que en el centro de la capital tinerfeña está en torno a las 70 viviendas por hectárea. Pero para poder gestionar mejor el territorio hay que realizar planeamientos en cada municipio. Planeamientos que además deben adaptarse a la compleja legislación canaria, “que no es nada flexible”.
En rojo los municipios que despues de 8 años de esfuerzos han logrado culminar la adaptación de sus planes generales de ordenación a la legislación territorial canaria. El 11% de los 52 municipios de las islas occidentales de Canarias
<--- También hay que resaltar que cada texto legislativo que se ha ido aprobando en estos años "incorpora la insensata exigencia de adaptación inmediata” de los planes generales de los municipios del Archipiélago, asegura en su blog. Sin ir más lejos, el Reglamento de Procedimientos de los instrumentos del sistema de planeamiento de Canarias, aprobado en 2006 y enmendado en 2007, establece un máximo de dos años para la citada adaptación. “Un plazo a todas luces insuficiente que obliga al reinicio permanente de la tramitación de estos documentos“, señala García Barba. De hecho, y en lo que se refiere a la provincia tinerfeña, en marzo de 2008 sólo habían logrado la adaptación plena a la Ley del Territorio de Canarias y la Ley de Directrices los municipios de Buenavista, Candelaria, El Rosario, Agulo, Hermigua, Puntallana y Tazacorte. Desde entonces, nada ha cambiado. A la densa legislación hay que añadir los reglamentos y directrices que habría que haber desarrollado y no se ha hecho. Por ejemplo, la Ley de Ordenación del Territorio y de Espacios Naturales establece que hay que elaborar un reglamento de planeamiento, pero todavía está pendiente. En cuanto a la Ley de Directrices, también señalaba la necesidad de redactar otras directrices sectoriales, que no se han hecho. Federico García Barba propone derogar el Reglamento de Procedimientos de los instrumentos de ordenación del sistema de planeamiento de Canarias. “Es un texto de 80 artículos mastodónticos“. Además, aboga por convertir en meras recomendaciones muchas de las directrices de obligado cumplimiento. En este sentido, explica que la Ley de Directrices tiene 230 normas generales y 80 referentes al turismo. El 80% de estas normas son de directivas y de aplicación directa, mientras que sólo el 20 por ciento son recomendaciones. También disminuiría los plazos de tramitación de los planeamientos. “No se puede tolerar que después de tres años de hacer un trabajo que cuesta muchísimo se tenga que volver a empezar porque hay algún aspecto del reglamento que no se cumple“. En cuanto al proyecto de Ley de Medidas Urgentes en materia de Ordenación del Territorio que el Gobierno quiere aprobar en esta legislatura y que tiene como uno de sus objetivos agilizar los plazos y reducir la burocracia, García Barba indica que “para los que trabajamos en el sector ha sido un fiasco“.
Audiencia de Cuentas Hace poco que la Audiencia de Cuentas de Canarias hizo público su informe de fiscalización de los patrimonios públicos municipales del suelo 2003-2004. Hay que tener en cuenta que 14 ayuntamientos no facilitaron información y que otros cuatro sólo lo hicieron parcialmente. No obstante, de los datos aportados por el resto, la Audiencia de Cuentas concluye que los planes generales de ordenacion urbana ya tenían “gran antigüedad” en 2004. También destaca el retraso en la adaptación de los planes a la Ley del Territorio. Este retraso implica que las propias corporaciones locales utilicen convenios urbanísticos para que, a través de modificaciones puntuales de los planeamientos, puedan seguir desarrollando el suelo. Pero esta práctica impide un desarrollo integral y armónico del territorio, por lo que la Audiencia de Cuentas insta a los ayuntamientos a que adapten sus planes lo antes posible. No obstante, acto seguido, también admite la complejidad que requiere esa adaptación (avance del planeamiento, aprobación inicial, información pública, aprovación provisional y aprobación definitiva).
Extracto de una paradoja Federico García Barba reflexiona en islasyterritorio.blogspot.com sobre una “paradoja” que va, a su juicio, en contra de un desarrollo sostenible. Así, asegura que “mientras los municipios canarios se esfuerzan por legalizar toda construcción posible surgida espontáneamente”, es decir, de una forma ilegal o alegal, “sin mínimos criterios de previsión y organización racional del espacio”, paralelamente “la legislación canaria ha ido restringiendo paulatinamente la supuesta autonomía local hasta configurar una situación absurda“. Consecuentemente, este arquitecto considera que los planes generales de ordenación se han convertido, desde la perspectiva de los municipios, “en instrumentos que pugnan por la legalización progresiva de una realidad urbanística incontrolada, en la que los agentes que intervienen sobre el suelo tratan de actuar desbocadamente, apoyados por la continua improvisación de las administraciones locales, mientras que la legislación aprobada exige su continua readaptación“. Para García Barba, “apenas se habla del aprovechamiento racional del territorio o de la forma urbana que sería apropiada para el futuro, en unas islas densamente habitadas”. Por el contrario, continúa, “se dedica una parte sustancial del esfuerzo humano, del tiempo de trabajo y del debate ciudadano a constatar el cumplimiento de unas exigencias legales desquiciadas“. La redacción de nuevos textos legales para el tratamiento del espacio debería pasar de “una situación política y administrativa que entiende la ordenación del territorio como control férreo hacia otra en que se hiciera más hincapié en la guía de los procesos a favor del bien común“, asegura.
Patrimonio de suelo La Audiencia de Cuentas de Canarias establece en su informe de fiscalización de los patrimonios públicos del suelo de 2003-2004 que sólo tenían constituido formalmente el patrimonio municipal de suelo cuatro de los 70 ayuntamientos fiscalizados: San Juan de la Rambla, Santa Cruz de Tenerife, Santiago del Teide y Valsequillo de Gran Canaria. No obstante, ninguno de los ayuntamientos fiscalizados tenían aprobadas directrices, instrucciones o normas para desarrollar los procedimientos de gestión y control del patrimonio de suelo. Hay que recordar que el patrimonio municipal de suelo es uno de los instrumentos de intervención en el mercado inmobiliario que tienen los ayuntamientos para regular el mercado de terrenos, obtener reservas de suelo para actuaciones de iniciativa pública y facilitar la ejecución de los planeamientos.
El informe también señala que sólo 18 corporaciones locales tienen un inventario que permita conocer cuáles son los bienes y terrenos que se integran en el patrimonio municipal de suelo. Además, un gran número de ayuntamientos no habían valorado sus terrenos.
Dispersión en la ocupación del territorio insular. La vega de La Laguna en la isla de Tenerife—>
Un comentario mordaz sobre la arquitectura contemporánea. Miguel Brieva, El País, 07/08/2008
En las últimas tres décadas hemos experimentado una auténtica revolución en todos los ordenes. Este cambio que afecta masivamente a una gran parte de la humanidad, ha estado ocasionado por la aparición de las distintas tecnologías asociadas a los ordenadores.
Las herramientas digitales disponibles están transformando de una manera acelerada las formas de vida que eran habituales para la generación anterior. En consecuencia, las sociedades y los grupos humanos se están diferenciando de acuerdo a la capacidad de interacción con los nuevos dispositivos tecnológicos, su comprensión, manejo y, finalmente, el acceso a vastas cantidades de información.
<--- La creciente brecha tecnológica, que se deriva de este proceso experimentado, es un elemento decisivo que discrimina a los individuos y sociedades respecto al acceso a los bienes materiales y la riqueza. Los que pertenecen a mi generación han sufrido un proceso altamente traumático en relación a las nuevas tecnologías, lo que les ha llevado a dividirse entre aquellos que no han querido adaptarse a las nuevas herramientas digitales disponibles y los que nos esforzamos diariamente por conocer el alcance de ese nuevo instrumental en continua evolución. Es algo distinto a lo que sucede con aquellos que han nacido con estos procesos ya en marcha y cuya forma de adaptación se produce como algo natural y espontáneo. La diferencia entre analfabetos, emigrantes y nativos digitales es una fisura que ha acelerado la desigualdad de las personas, un hecho consustancial al sistema capitalista. Transforma a aquellos que no se pugnan por acceder al manejo de las herramientas digitales en los pobres del futuro.
“Lo siento, no tengo mucha experiencia con esta versión inicial de Autocad”. Viñeta extraida de Mirage Studio 7 <---
En el campo de la ingeniería, la arquitectura y el urbanismo, la aparición de los sistemas para el diseño asistido por ordenador (Computer Aided Dsegn, CAD) han supuesto un cambio radical en la manera de afrontar el proyecto de todo tipo de artefactos, así como la ordenación de la ciudad y el territorio. Herramientas que se han convertido en estándares de facto, usadas por millones de personas, han obligado a una reconversión sustancial de las técnicas habituales para la proyectación y construcción de edificios así como en el análisis territorial y cartográfico. Las utilidades CAD, acompañadas con la fabricación digital asistida (Computer Aided Manufacturing, CAM) han posibilitado vislumbrar conceptos arquitectónicos inimaginables en el pasado. Hace escasamente cincuenta años hubiera sido inconcebible la aparición de edificios como el Museo Gugenheim de Bilbao o el puente de Zaragoza de Zaha Hadid, por poner dos ejemplos situados en España. Sin embargo, esta nueva libertad conceptual disponible está propiciando también verdaderas aberraciones en el campo del diseño y de la planificación. Todo ello, espoleado por la constante necesidad de novedades que alimentan el espectáculo de los medios de comunicación y el esfuerzo competitivo para la diferenciación de las regiones y las ciudades. La utilización de herramientas CAD ofrece una sensación de falsa exactitud que no se corresponde con la precisión de las técnicas constructivas de la edificación ni tampoco con aquellas dedicadas al análisis de la realidad geográfica que se precisan en el urbanismo y la ordenación del territorio El carácter matemático de esos instrumentos y su particular uso de la geometría, incide en la necesidad de una precisión extrema en su manejo. La aparición de pequeños errores, se expande exponencialmente cuando se utilizan por múltiples operadores como ocurre en el campo de la arquitectura y el urbanismo. Este hecho entra en contradicción con las capacidades humanas tendentes a la aproximación y al funcionamiento por el método de prueba y error. La constante equivocación y corrección es algo inherente al desempeño habitual de las personas que no encaja con estos sistemas matemáticos estrictos. El concepto de tolerancia es algo no contemplado habitualmente por las herramientas CAD. Empezando por la cartografía, que no es todavía una destilación automática, resultado de la traducción de las ortofotografías, sino una interpretación humana y el dibujo asociado a esa interpretación. Por lo general, la cartografía representa ya la acumulación de una infinidad de errores que recuerdan a aquel relato premonitorio sobre los geógrafos, creado por Jorge Luis Borges, y que ya comenté en otra ocasión. La aplicación sobre las bases cartográficas de los sistemas de Información geográfica (Geographic Information Systems, GIS) ya refleja y expande esos errores, llegando a hacer muy complicada la tarea del análisis y diseño de las ciudades en el futuro inmediato. Lo cierto es que el urbanismo sufre una fuerte parálisis motivada tanto por estas cuestiones, como por la creciente aplicación de una legislación muy meticulosa también.
Con que ilusión, algunos de mi generación hemos iniciado el tránsito al empleo de las herramientas digitales. Mi primera polilínea. Viñeta extraida de Mirage Studio 7
Las tareas que podríamos considerar accesorias, consumen un esfuerzo y tiempo valiosísimos, dedicados al refinado de la precisión de las interpretaciones cartográficas y la aplicación de meticulosos preceptos legales de todo tipo. Con ello, el esfuerzo principal se orienta a alimentar las maquinarias de control y administración burocrática, dejando en un segundo plano las tareas esenciales destinadas al diseño de la funcionalidad y la forma de la urbanidad futura. Con ello, el urbanismo tradicional del pasado ha quedado de facto, relegado a un segundo plano marginal. Una perversión tecnológica que nos está pasando una factura excesivamente elevada relacionada con la calidad de la ciudad contemporánea —> .
Organización del módulo característico de la Unité de Habitation de Le Corbusier
Una gran parte de la gran masa edificada de la ciudad está dedicada a la residencia. Este hecho incontrovertible ya lo reseñaba hace cuarenta años el arquitecto italiano Aldo Rossi en su conocido libro La arquitectura de la ciudad. De acuerdo a esta constatación, los espacios urbanos metropolitanos están formalmente definidos por edificios residenciales mientras que una ínfima parte de lo construido pertenece a la arquitectura monumental que, junto a la ordenación de la urbanización y el paisajismo, establecerían la idiosincrasia específica de los lugares.
El énfasis contemporáneo en el espectáculo ha motivado que los arquitectos pretendan constantemente realizar obras singulares o diseños pretendidamente revolucionarios. Sin embargo, la posible combinatoria tipológica de la edificación residencial es francamente escasa, pues no existen más allá de una docena de posibilidades combinatorias realmente diferentes relacionadas con los tipos residenciales. El retorcimiento formal de la vivienda -en aras de una diferencia mal entendida- ha conducido a una forma actual de la ciudad llena de inserciones discordantes y cacofónicas. La arquitectura de la residencia queda definida en un primer lugar por la manera en que se estructura las relaciones humanas y colectivas próximas. La organización sociológica de la familia es un concepto que ha evolucionado históricamente. Desde la familia extensa, inclusiva de numerosos parientes y allegados, más allá de los padres e hijos, hasta los hogares individuales y las familias monoparentales, la forma de vida en común ha experimentado transformaciones radicales a lo largo del siglo XX. Pero la concepción mercantilista de la residencia ha centrado el producto ofertado en una idea familiar estándar, consistente en dos padres con uno o varios hijos. Partiendo de esta base estandarizada de la residencia, se podría hacer una división taxonómica tentativa sobre cuales son las formas habituales de la residencia y se comprueba que la versatilidad real es sumamente escasa en los tipos de agrupación de las viviendas residenciales que definen la arquitectura de nuestras ciudades.
Distintos ejemplos de ordenación de la vivienda unifamiliar aislada y adosada
Una primera clasificación de la residencia distinguiría entre edificios unifamiliares y colectivos y dentro de éstos últimos, aquellos dedicados a la estructura familiar convencional y aquellos otros orientados a situaciones especificas que podríamos considerar también como residenciales como los hoteleras y comunitarias. La organización comunitaria de la vida colectiva se ha relacionado históricamente a situaciones anómalas, como por ejemplo, las utópicas de los fourieristas o las inspiradas directamente en el colectivismo de la propiedad. Estos últimos sistemas de organización han dado lugar a edificios residenciales singulares como el famoso Falansterio o el inmueble Narkofin de inspiración constructivista, obra del arquitecto soviético Moisej Ginzburg. Un elemento que constituye claramente un factor esencial en la diversidad de la forma tipológica de la edificación residencial es la disposición de los elementos de comunicación y acceso. La situación de escaleras y ascensores establece la pauta básica de organización de la arquitectura orientada al albergue familiar. Otras cuestiones que tienen también una influencia relativa en las posibilidades de desarrollo y variedad de la arquitectura familiar son, lógicamente, la geometría de la parcela, el tamaño superficial, el frente existente hacia las calles, etc.Parecería que la forma inicial de organización residencial en la ciudad es la que corresponde a los conglomerados de viviendas unifamiliares, aisladas o adosadas lateralmente, utilizando la terminología que ya he señalado en un texto anterior. A medida que la urbanización evoluciona hacia situaciones más complejas aparece la construcción de arquitecturas multifamiliares, como fue el caso de las famosas insulaes de la Roma imperial, edificios de múltiples plantas superpuestas que convivían con las domus patricias. La vivienda unifamiliar contemporánea es un campo de experimentación notable, sobre todo cuando el edificio se organiza aislado y en parcelas con una superficie extensa. Sin embargo, en la práctica el prototipo de vivienda aislada que ofrece normalmente el mercado inmobiliario suele quedar reducido a unas pocas variaciones sobre unas mismas organizaciones en planta.Un sistema que se ha impuesto como solución intermedia entre las viviendas completamente aisladas y la edificación colectiva consiste en el adosamiento en hilera. Esto ha dado origen desde la mitad del siglo XX a desarrollos unifamiliares masivos con una densidad media alta. Un tipo de ciudad que se ha prodigado mucho en los países desarrollados, sobre todo en Europa. En esta línea, un planteamiento innovador del adosamiento es el que supuso en su momento la agrupación de viviendas Kingo en Fredensborg de 1963, obra del maestro del movimiento tardomoderno danés, Jorn Utzon. En ese caso, unidades de vivienda con patio privado se abren a un espacio privado común ajardinado que se sitúa en transición con el espacio abierto circundante. Una solución que ha sido copiada hasta la saciedad en multitud de urbanizaciones turísticas alrededor de un campo de golf o, en un ejemplo más reciente, en la extravagante isla Palm Jumeirah de Dubai City.
Plantas de las casas-patio en Fukuoka de OMA y Rem Koolhaas Ordenación de las viviendas turísticas en Sancti Petri. Cruz y Ortíz, arquitectos
Las soluciones de vivienda con patio es una forma de hábitat muy inteligente, que es característica de la cultura latina en torno al Mediterráneo y que, sin embargo, ha sido rechazada inexplicablemente en la generación de formas residenciales contemporáneas. Ejemplos recientes e interesantes de agrupaciones de viviendas en patio los ofrece el grupo realizado por Rem Koolhaas y OMA en 1990, para el barrio Nexus, en la ciudad japonesa de Fukuoka o el conjunto turístico desarrollado en Sancti Petri, Cadíz por los arquitectos sevillanos Cruz y Ortiz y terminadas en 1992 con escaso éxito comercial.
Ejemplos de organización de edificios residenciales colectivos adosados lateralmente
Las viviendas agrupadas colectivamente en altura y con adosamiento continuo lateral es el sistema más habitual de formalización de la residencia en las ciudades europeas y latinoamericanas. En este caso, las posibles organizaciones en torno a la escalera, y más recientemente en relación a los ascensores, son bastante reducida. Se pueden encontrar variantes con dos, tres y cuatro viviendas por rellano, siempre y cuando tengan fachadas exteriores e interiores, en este último caso. El recurso a los múltiples patios para la ventilación e iluminación es casi siempre una obligación para garantizar unos mínimos de habitabilidad de los espacios interiores y al mismo tiempo, realizar un aprovechamiento masivo del caro suelo disponible. Los retranqueos de las fachadas respecto a las alineaciones frontales e, incluso, la generación obligatoria de lienzos posteriores alineados y continuos, constituyen una renuncia a una cierta edificabilidad que suele mejorar considerablemente la forma urbana resultante así como la calidad habitable de las viviendas. La edificación colectiva en bloques y torres tuvo un éxito considerable después de la 2ª Guerra Mundial, en un desarrollo consecuente de las ideas del Movimiento Moderno y la Carta de Atenas. Aportaron unas condiciones higiénicas y de ventilaciones muy adecuadas, al mismo tiempo que permitieron una mayor intimidad de los espacios cotidianos así como el acceso a vistas sobre el paisaje lejano de la ciudad, impensables en las tramas urbanas convencionales.
Variaciones sobre la torre con cuatro viviendas por rellano
No obstante, el empleo masivo de este grupo de tipos residenciales para satisfacer las fuertes necesidades de vivienda popular, sin plantearse ningún otro tipo de consideraciones sociales y colectivas, ha generado su identificación social como una forma espacial ligada a la pobreza y a la marginación, generando un desprestigio del que no es directamente responsable la forma edificada. El bloque de edificios con viviendas en duplex accesibles a través de largos pasillos es el prototipo del lugar de la inseguridad y de las patologías relacionadas con la pobreza que también ejemplifican los barrios desarrollados en la segunda mitad del siglo XX en Gran Bretaña. Algo parecido ocurre con las torres de vivienda colectiva en gran altura dependientes de ascensores, cuyo mantenimiento suele estar en entredicho por las dificultades cotidianas para una gestión y organización común de los vecinos. Es el caso, éste último, de la forma urbana característica de la Banlieue parisina. Existen numerosos ejemplos de vivienda colectiva aislada en bloque o torre ejemplares, de los que señalaría algunas experiencias pioneras notables como la Unité de Habitationde Marseille de Le Corbusier realizada en 1952, con su ingenioso sistema de duplex pasantes o las dos torres de apartamentos de Lake Shore Drive en Chicago, proyectados por Mies van der Rohe en 1962. Más recientemente, llama la atención el potente experimentalismo desarrollado en los Paises Bajos que ha conducido a la producción de propuestas tentativas curiosas como el conjunto de viviendas Chassé en Breda, diseñado por el arquitecto Xaveer de Geyter y terminado en 2001.
Interpretación de algunos ejemplos en bloque y torre. A la izquierda, organización en duplex con pasillo lateral de acceso colectivo. Centro la torre de Geyter. Derecha, planta tipo de los apartamentos de Lake Shore Drive.
En nuestros días, existen dos fuerzas en tensión que actúan delimitando las posibilidades del diseño residencial. Por un lado, una creciente normativa dedicada a la exigencia de unos mínimos estándares y, por otro, un excesivo efectismo en la búsqueda de renovadas soluciones habitacionales. La necesaria normativa para el control de determinados aspectos espaciales ha mutado hacia un burocratismo excesivo que controla la ordenación de todo tipo de aspectos espaciales, elementos constructivos y tecnológicos en una deriva que, como mínimo habría que calificar como aberrante. Se establece hasta el último detalle de las características y condiciones de la vivienda sobre la base de una esquematización extrema de las formas de agrupamiento familiar. Con la reciente aparición del denominado Código Técnico de la Edificación en España, se ha llegado a exigir el espacio mínimo que se deben tener en las cocinas para los cubos en un loable intento de garantizar un reciclaje adecuado de la basura generada que evidencia, no obstante, una desconfianza administrativa extrema. Por otra parte, la orientación del mercado hacia la permanente oferta de novedades junto a la creciente espectacularización de la arquitectura, ha convertido el campo de la vivienda en una sucesiva parada de los monstruos. Los esfuerzos de las revistas profesionales junto a la ilusión de los estudiantes y profesores universitarios por encontrar nuevas soluciones residenciales contribuyen a este esfuerzo de renovación ficticia de las formas superficiales de la vivienda que no entran en las verdaderas raíces transformadoras.
El espacio urbano resultante en la propuesta para Chassé Terrain en Breda diseñada por OMA en 2001. Foto: Kristo, Flickr
La realidad es que los tipos arquitectónicos ligados a la residencia presentan muy pocas variantes respecto a su organización en planta. Por ello, los arquitectos deberían asumir humildemente este hecho y concentrarse en lograr una mejora real de la calidad de los aspectos asociados a la tecnología aplicable y valorar el respeto al lugar urbano en el que se sitúan los edificios para conseguir unas inserciones desapasionadas de la vivienda en la ciudad. En este campo son vanos los intentos de conseguir monumentos espectaculares en cada obra de arquitectura.
El croquis de la ordenación residencial Kingo en Fredensborg de Jorn Utzon
Una urbanización de viviendas unifamiliares característica. Hampstead Garden Suburb. Raymond Unwin y Barry Parker. Foto: Federico G. Barba
Por Alejandro Nieto Editorial Ariel. Barcelona, 2008
Vivimos una época en la que los poderosos pretenden que aceptemos todo tipo de patrañas para lograr sus objetivos. Algunos lo consideran el resultado de la ideología como recurso político, pero el alcance de la manipulación y tergiversación de la realidad ha llegado a tales extremos que los menos cándidos se han acostumbrado a desconfiar sistemáticamente de las palabras intocables que trufan el relato de los sucesos cotidianos. Cuando alguien inicia hoy en día un discurso salpicado con conceptos como la democracia, la libertad, el bien común, etc., muchas personas suelen elevar los parapetos de la incredulidad de una manera sistemática.
<---Viene este alegato a cuento de un libro esclarecedor que habla sin tapujos de los lugares comunes de la política contemporánea, poniendo para ello como ejemplo el espacio más cercano al autor, el estado español. La disección y catalogación de los infinitos desafueros que se cometen tomando como bandera la administración de lo que es de todos, define el objetivo principal del Desgobierno de lo público, el último libro de Alejandro Nieto, catedrático emérito de Derecho Administrativo. El alcance de las argumentaciones de Alejandro Nieto es extremadamente contundente sobre la manipulación y creciente corrupción de ese espacio fundamental que es la organización política de las sociedades. El objetivo declarado del autor consistiría en exponer crudamente la realidad de los gobiernos, una situación enmascarada por inmensas dosis de ideología y demagogia sobre la que, en la lectura de sus argumentaciones, se tiene la sensación inmediata de algo claramente percibido: un dejá vu.
El candidato a la presidencia de los Estados Unidos de América, Barack Obama, en plena efervescencia de su campaña electoral
<--- El análisis que se efectúa en el libro se refiere al caso de la política española contemporánea pero, en una u otra medida, la argumentación es claramente extrapolable a otros países y sociedades. El elemento básico de la tesis expuesta consistiría en el intento constante y exitoso de una manipulación sin precedentes de la imagen que los ciudadanos tienen del gobierno y de la administración de los intereses colectivos. Por encima, en lo oficial existiría la visión del estado como una institución desinteresada orientada al servicio colectivo mientras la realidad, oculta del escrutinio público sería para Nieto, que los aparatos administrativos son instrumentos de dominación, patrimonializados constantemente por grupos de reducidos de nuestros congéneres. El autor parte de la discusión de cual es el fin último de la política y que papel ha representado el estado a este respecto. De acuerdo a la exposición inicial del libro estaría sumamente claro que la actividad política tendría como objetivo el ejercicio del poder y el estado es, en último extremo, un aparato, un instrumento para ejercerlo. Pero el estado para ser un elemento humanitario debería de actuar en beneficio del común de los administrados y cuando se desvía de este objetivo impide el desarrollo sostenible en los planos social y económico. Tal como se recoge en el libro, extraído a su vez de un Informe del Banco Mundial, un estado eficaz es imprescindible para poder contar con los bienes y servicios, y normas e instituciones, que hagan posible que los mercados prosperen y que las personas tengan una vida saludable y feliz. En consecuencia, la metáfora esencial, aquella que definiría el sentido último de la política en la esfera contemporánea, debiera ser el desarrollo personal de los administrados, en los planos económico, social y cultural. Sin embargo, el desgobierno al que alude Nieto, tiene que ver con el constante falseamiento y desviación de estos fines loables, de tal manera que en lugar de servir a los intereses públicos nuestros gobernantes atienden otros, que ordinariamente son los intereses de la propia clase dominante que ocupa el poder del estado. Insiste en la cuestión señalando los rasgos más destacados del desgobierno actual español que consiste en el establecimiento de unas políticas públicas absolutamente prioritarias dirigidas a: a) mantenerse en el poder; b) ejercerlo en beneficio personal de sus titulares, asociados y clientes; c) aceptar y practicar a tal efecto las técnicas de patrimonialización, corrupción y manipulación; y d) limitar el servicio al pueblo a las medidas estrictamente necesarias para que se tolere el desgobierno y se pueda volver a legitimar en un nuevo proceso electoral.. Parafraseando a Ortega y Gasset, la España oficial consiste en una especie de partidos fantasmas que defienden los fantasmas de unas ideas y que, apoyados por las sombras de unos periódicos, hacen marchar unos ministerios de alucinación. <--- La transformación de la política en beneficio de quienes dirigen y administran los bienes colectivos sería así una deriva consustancial del sistema económico imperante, que se enmascara mediante la demagogia y la propaganda; todo ello, de una manera cada vez más apabullante en la situación contemporánea. Según Nieto, el esfuerzo del poder en la sombra consistiría en tratar de reducir la democracia a un procedimiento de renovación pacífica y periódica de las oligarquías políticas locales, dejando las grandes decisiones a los titulares de la soberanía difusa internacional. No obstante, el asunto no sería tan fácil como en una primera lectura pareciera. Gobernar en la situación actual es una tarea compleja que no puede ejercerse por la imposición sino que debe basarse en la consecución de alianzas múltiples y estas requieren de un intercambio de prebendas. Con ello, los estados han dejado de ser los proveedores universales para convertirse en catalizadores, habilitadores, protectores, negociadores, mediadores, orientadores y constructores de consenso.Todo el sistema se basa en la justificación de la democracia actual como el menos malo de los sistemas políticos. Algo que ya señaló Winston Churchill hace varias décadas. Los gobiernos y los líderes políticos democráticos tendrían como aval principal solamente su sometimiento a una selección periódica. A este respecto se sugiere en el libro que así como la justificación y legitimación de esta actividad en el pasado venía de una autoridad inconmensurable (Dios era el que otorgaba su poder al soberano), en nuestros días el poder se ejerce en virtud del pacto social. Pacto social que, de una forma arriesgada, se podría definir como el compromiso de servicio desinteresado a la consecución del bien común y que, en el fondo es otra argucia ideológizante para convencer a la sociedad sobre aquello en lo que cree cada vez menos gente. Lo cierto es que el gobierno de las cosas no se ejerce sobre la base de lo razonable sino que la imposición del interés partidario se realiza mediante la manipulación. Dice Nieto, el gran descubrimiento de la praxis política moderna es el relevo del orden ejercido por la fuerza hacia el orden impuesto mediante la manipulación. A la violencia ha seguido, en otras palabras, el engaño, lo que no deja de suponer un cierto progreso si se entiende que así se justifica la paz social. Siguiendo con el relato del autor (que no me resisto a transcribir parcialmente) el secreto de la política actual se encuentra, pues, en la falsificación de todas las instituciones y en la manipulación de todas las personas. Así como el mercado es el eje de la economía, la democracia sería el eje de la política. De lo que se trata es de utilizar ambas estructuras como rehenes. Las empresas se atrincheran en la libertad de mercado pero manipulan la oferta a través de oligopolios. La demanda a través del fomento compulsivo de necesidades inexistentes y los precios a través de protecciones estatales. De la democracia se han apoderado los partidos políticos y deslumbran a los ciudadanos con técnicas publicitarias, engañosas. Mientras la tiranía se apoyaba en la fuerza, los partidos políticos se apoyan para gobernar cada vez más en propaganda y artimañas cada vez más descaradas. Y aquí aparece otra idea fundamental que recoge este libro: la democracia no es la organización de los ciudadanos en el proceso de toma de decisiones colectivas sino la descarada imposición de la partitocracia. Es decir, la sucesiva apropiación del ejercicio del poder por oligarquías muy reducidas situadas en las cúspides de los partidos políticos que se disputan constantemente el gobierno de las instituciones del estado. El discurso de Nieto continúa en una vena cuasi anarquista, estableciendo la necesidad inexcusable de la constitución oligárquica para ejercer el poder, señalando que cuando un colectivo humano quiere formar y expresar su voluntad y, sobre todo, si quiere actuar, es imprescindible que delegue en una minoría que le represente habida cuenta de que es imposible que la masa actúe de forma directa. Y siguiendo lo planteado por Robert Michels establece la condición oligárquica de los partidos políticos que actúan dentro del marco de la democracia formal representativa, existe una ley histórica de bronce que convierte inevitablemente a los partidos en un simple aparato de poder que se encuentra en manos de un reducido núcleo de personas que, a través de la organización, controlan al pueblo por un lado y se apoderan del Estado por otro. El corolario inevitable de todo lo argumentado hasta aquí, (que en el trabajo de Alejandro Nieto se disecciona de una manera mucho más extensa lógicamente) es que el resultado del asalto partidario del poder se concreta en el reparto del botín, formado por las distintas instituciones y poderes que conforman el estado. La corrupción y el mal funcionamiento de las instituciones junto con la desmotivación del funcionariado, cuando no su directa corrupción subsidiaria son las consecuencias de este desgobierno que se señala y que supondría una apropiación indebida de los bienes que pertenecerían a todos los ciudadanos. De aquí el enorme descrédito actual de la política, que está socavada por la actitud depredadora derivada del ejercicio del poder de las oligarquías partidarias y, en un segundo y tercer planos, por la corrupción de grupos cada vez más extensos de miembros de los propios partidos y de los funcionarios encargados de la administración de los servicios y de la riqueza común. Así, se ha llegado a una situación en la cual poca gente en nuestro país se toma el gobierno y las leyes con seriedad. Se entiende que la picaresca sea un deporte nacional en España; una actitud que levanta admiración por doquier, cuando los que nos dirigen ofrecen un constante espectáculo de despropósitos sucesivamente renovados. Sin embargo, existe también dentro de la propia administración el otro extremo, el de la imposición legal excesiva. Como señala Nieto, los gestores deben de ocuparse de la eficacia, pero a sus espaldas están los controladores que vigilan el respeto a la legalidad. Pero lo más extraño es cuando este equilibrio se rompe. Porque la eficacia sin el contrapeso de la legalidad desemboca en el despotismo como los escrúpulos excesivos de la legalidad en la parálisis.
El Congreso de los Diputados español en sesión plenaria
Quizás sea algo implícito en la naturaleza humana, como ha señalado Emilio Lledó en una reciente reseña sobre este mismo libro. El hombre es la especie que practica desafueros de todo tipo con más intensidad; con el objetivo último de conquistar un poder ilimitado, cuanto más absoluto mejor, sobre los otros miembros de la manada. La pulsión de la violencia y la dominación es el argumento definitivo que está en la base de los poderes que controlan nuestro mundo. Según Lledó, es en el círculo, o mejor dicho, en el circo de la política, ese necesario instrumento de la convivencia y la filantropía -amar la vida de los otros y no solo la nuestra-, donde se presentan las más sorprendentes patologías en torno a estas cuestiones que se arrastran desde hace siglos en la historia. El problema de estas disquisiciones es la imposibilidad de ofertar alternativas factibles para la reconducción de unos procesos de dominación colectiva contra los que es extremadamente difícil luchar. La transformación de la democracia representativa, aquella consistente en elegir a unos dirigentes por largos periodos temporales, a un espacio de participación y decisión social más amplío, es la tarea de nuestros días y sobre la que textos como éste intentan ofrecer una crítica superadora de errores que nos perjudican gravemente y con un alcance colectivo cada vez más amplío. —>
El conocidísimo logo de la ciudad de Nueva York, diseñado por Milton Glaser en 1972
El anglicismo branding se relaciona con una práctica tradicional de los vaqueros americanos, la grabación a fuego de los ejemplares del ganado integrante de sus rebaños con el objeto de lograr distinguirlos de aquellos de la competencia. Este concepto se ha trasladado a la gestión urbana como la definitiva herramienta para conseguir el deseado desarrollo de urbes y regiones. En nuestros días, una nueva disciplina, la mercadotecnia de las ciudades, se esfuerza en interpretar las características esenciales de la idiosincrasia urbana como estrategia para lograr un mejor posicionamiento económico asociado a las metrópolis en competencia.
A partir de ideas simples como la anterior, los economistas han bautizado como planeamiento estratégico una nueva disciplina supuestamente orientada a mejorar la competitividad de los lugares. Han proliferado infinidad de libros y guías de autoayuda orientados a políticos incautos y representantes empresariales ávidos de ideas, que enseñan los fundamentos de este nuevo paradigma, supuestamente insoslayable para el crecimiento económico. Propuestas atractivas siempre presentadas bajo eslóganes de corte anglosajón: Del city marketing al urban branding, por ejemplo. <--- La identificación y análisis de pretendidas debilidades y amenazas junto a posibles fortalezas y oportunidades ha originado un floreciente negocio de asesoramiento orientado a las comunidades locales y sus representantes políticos. En cualquier caso, con resultados inciertos, si consideramos los ingentes esfuerzos económicos invertidos. En todas estas tecnologías ad hoc, no se enfoca sobre cuales son los elementos y procesos realmente decisivos; aquellos que consiguen una mejora real de la calidad urbana para los propios usuarios, más allá del juego estrictamente económico. El planeamiento estratégico de corte economicista encasilla a las ciudades y regiones como una especie de productos en competencia por el mercado de los visitantes y las inversiones. Este tipo de de acercamiento al desarrollo urbano busca englobar las características y aspectos de las ciudades en un marco reducido a producción y consumo, relegando a un papel subsidiario las verdaderas necesidades de sus habitantes. Cuestiones tales como calidad espacial, funcionalidad eficiente, infraestructuras eficaces y servicios comunitarios apropiados, por ejemplo. La mercadotecnia de los lugares coloca también en un segundo plano de análisis aspectos sustanciales de la urbanidad y del urbanismo, las ciudades como expresión principal de la organización colectiva de las relaciones humanas, políticas, culturales y sociales entre otras. Aspectos que se suelen expresar en la disposición de espacios de alta cualidad funcional y estética. Lo cierto es que en un mundo hipercompetitivo, las diferencias entre los lugares y sus singularidades paisajísticas, culturales y etnográficas han adquirido una importancia decisiva para la economía de las sociedades. Ello como consecuencia de estrategias que tienen que ver con la disponibilidad de energía barata y una logística de los transportes sumamente eficiente; elementos que han ido eliminando progresivamente las ventajas competitivas tradicionales. Parecería que la única y principal meta económica de las ciudades y regiones fuera la mejora constante de la productividad y de la generación de riqueza, maximizando los recursos disponibles o creándolos desde la nada si fuera necesario. Es sorprendente a estos efectos el proceso ocurrido recientemente en algunos países del Golfo Pérsico y también en la costa de China en su esfuerzo despiadado por situarse en lugares preeminentes en el panorama urbano contemporáneo. Según el planeamiento urbano estratégico así concebido, es necesario inventar nuevos servicios y atributos que generen una identidad territorial renovada y con ello, posicionarse en el panorama mundial en una situación emergente. De acuerdo a este planteamiento ideológico, la estrategia adecuada para la mejora de la ciudades sería aquella que busca indefectiblemente atender un segmento concreto y cuanto más amplío mejor del mercado clientelar de posibles inversores y usuarios. Para ello es esencial la propaganda y la comunicación de los nuevos productos ofertados, que en este caso, se pueden identificar con categorías específicas de edificios icónicos y espacios urbanos espectaculares constantemente remozados.
Marcas Olímplicas: Barcelona 92 de José María Chías y London 2012 de Wally Ollins —> <---
Y en este punto, lo esencial es la construcción de la marca identificativa, el branding de ciudad al que hace referencia el título que encabeza este texto. Una marca claramente reconocible es un valor potentísimo para la comercialización de los productos en un escenario competitivo donde es fundamental producir una diferenciación adecuada. Una denominación confusa o irreconocible incide en una incapacidad para colocar las mercancías producidas. Las marcas comerciales de éxito suponen un elevado valor comercial en si mismo que arrastran un alto grado de lealtad en sus consumidores a partir de una determinada calidad ya percibida e interiorizada. Para los territorios, el principal valor de marca es el propio nombre del lugar que representa una serie de elementos reconocidos por los potenciales usuarios de esa ciudad o región. En nuestros días, Barcelona no representa, a los efectos del brand urbano, lo mismo que la comunidad autónoma catalana, por poner un ejemplo. Barcelona lleva varias décadas haciendo un esfuerzo extraordinario de planeamiento estratégico y marketing urbano que ha permitido situar a esta ciudad en un papel envidiado dentro del contexto europeo, siendo reconocida masivamente como un lugar vibrante que cataliza tendencias culturales ligadas a la arquitectura, el diseño y el arte. En este caso concreto, la fuerza de su éxito enmascara las semillas de un deterioro urbano cada vez más palpable en unos espacios públicos crecientemente monopolizados por un consumo desaforado de experiencias turísticas. El geógrafo marxista británico David Harvey señalaba en un extraordinario artículo escrito en 2001, las razones que apoyan la exacerbación de las peculiaridades locales y el papel central de las actividades culturales para el desarrollo regional. Se titulaba, El arte de la renta: la globalización y la mercantilización de la cultura. En un mundo tendente a la uniformización generalizada, el objetivo básico de los actores urbanos y regionales, de acuerdo a la lógica capitalista al uso, debería centrarse en el mantenimiento e incremento de lo que Harvey define como rentas de monopolio. Es decir, encontrar la forma de generar productos urbanos que tengan una condición de exclusividad tendente al absoluto. Se trataría de crear aquellos factores que contengan aspectos únicos y no reproductibles y que, por lo tanto, solo puedan consumirse en el propio sitio. En la medida que un producto es fácilmente comercializable o está sujeto a su posible reproducción mediante falsificación, imitación o simulacro, menos capacidad tendría para generar rentas monopolísticas ligadas a un capital simbólico cultural concreto. Uno de estos atributos que contribuye al establecimiento de este tipo de rentas es el que se refiere a la calidad de las experiencias estéticas. Los arquitectos, como expertos en el campo de la estética, la imagen y el diseño de edificios singulares, somos profesionales especializados en la generación de este tipo de artículos no reproductibles y de ahí se deriva ese papel relevante que algunos tienen en la sociedad del espectáculo actual, los llamados starquitectos. Como consecuencia de lo anterior, la arquitectura se ha convertido en un género esencial de producción cultural para la sociedad contemporánea. Ritualiza físicamente, ya que, como diría MacCannell, de una manera genérica en su esencial libro El turista, permite la realización de experiencias personales que transportan a los individuos más allá de los límites de su ser para organizar emociones compartidas, relacionadas con la percepción sensual del espacio. De acuerdo a MacCannell, todas las atracciones turísticas son experiencias culturales. Según este autor, una experiencia cultural consistiría en dos hechos fundamentales: una representación idealizada de un aspecto concreto de la vida que denominaría modelo y su experimentación como sensación individual intensificada o influencia. Y para la conexión entre el modelo y la influencia, los dos elementos que componen la experiencia cultural, es necesario un medio, un mecanismo que permite realizar la interacción necesaria para la producción del efecto buscado como puede ser un teatro, un periódico, la televisión o, simplemente, una fotografía o un relato.
La Ópera de Sydney, el edificio icónico del siglo XX por excelencia. Una obra del arquitecto Jorn Utzon que ha llegado a representar a esa ciudad australiana. Foto: Dave Smith, Flickr
Una vez colmadas en las colectividades avanzadas las necesidades básicas y el consumo de artículos primarios, los grupos sociales privilegiados pasan a concentrarse en la adquisición de un tipo de mercancías que no son claramente identificables y reductibles a procesos: las experiencias culturales relacionadas con modos de vida idealizados, representados en las ciencias, las artes el deporte, etc. No se trata tanto de la producción de objetos materiales como de la generación de actividades reflexivas que permiten un consumo individualizado pero participativo y que organizan la comunión colectiva dentro del universo simbólico habitual. La acumulación de experiencias culturales se produce a través del ocio, una fase de la vida que discurre en paralelo al ámbito y tiempo del trabajo. Algunos colectivos humanos privilegiados habrían accedido a un mayor consumo cultural del ocio, una vez las necesidades de mercancías físicas han sido suficientemente colmadas. El sistema económico se habría trasladado así de la explotación del trabajo como mecanismo de obtención de renta a la concentración en el ocio colectivo como fuente de riqueza más sofisticada. La generación de capital simbólico o cultural, como lo bautizara en su momento Pierre Bourdieu, adquiriría por ello, un valor fundamental en la producción patrimonial de las sociedades. En las últimas décadas y a partir de la comprensión y racionalización de estos fenómenos, la arquitectura se ha identificado como un medio esencial para la realización de este tipo de experiencias culturales, contribuyendo así a la creación de capital simbólico orientado a la mejora de la competitividad de los lugares. Este proceso tiene lugar porque la arquitectura, considerada como un mecanismo de producción cultural, genera rentas monopolísticas, como se ha señalado. Un hito fundamental para la comprensión de esta transformación y los procesos inherentes a la producción de esta especialidad del capital, ha sido la construcción del Museo Guggenheim de Bilbao, que constituye un ejemplo patente de la fuerza de estas estrategias economicistas.
Museo Guggenheim de Frank Gehry. Bilbao, 2002. Foto: NYT
Con todo ello, la arquitectura espectacular contemporánea ha pasado en los últimos tiempos a constituirse en un artículo muy preciado porque permite la generación de capital simbólico colectivo sin apenas aportación de recursos materiales así como la generación durante períodos prolongados de este tipo de rentas, localizadas en unos lugares muy concretos. En un momento histórico en que han disminuido radicalmente las barreras para la producción y distribución de mercancías a partir de la destrucción de la distancia –ello como consecuencia de una disponibilidad de energía barata- la construcción de este tipo de recursos difícilmente imitables y casi mágicos ha adquirido un valor central en el desarrollo de las sociedades avanzadas.—>
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A lo largo de los últimos años, el diario madrileño El País ha publicado con una periodicidad casi diaria, las mordaces viñetas de un dibujante que es una referencia intelectual para muchos en España, Andrés Rábago, El Roto. El próximo jueves, 12 de febrero, se le hace entrega de un nuevo galardón , el Primer Premio por un Nueva Cultura del Territorio que le han concedido y que ha sido instituido por dos colectivos profesionales relacionados con el análisis y gestión del territorio, la Asociación y el Colegio de Geógrafos de España.
Una viñeta del Roto es una sabia condensación de pensamiento crítico resumido en un dibujo y un texto. Un proyectil intelectual dirigido directamente a los prejuicios de esta sociedad en la que transitamos y que nos ha tocado sufrir. Una época llena de dogmas intocables que nos están llevando paulatinamente a una mutua autodestrucción asegurada, una situación similar, pero más lenta, a la que auguraba aquella doctrina de la disuasión nuclear que los estadounidenses en los años 50 bautizaron como MAD ( Mutually Assured Destruction), una locura. <--- Andrés Rábago profundiza en las contradicciones cotidianas del sistema capitalista contemporáneo y nos expone descarnadamente los lugares comunes que avalan ideológicamente las más infaustas patrañas e injustas desigualdades. Acompañado en las mismas páginas por otro crítico despiadado, Rafael Fraguas, Forges, ambos ofrecen diariamente un satírico comentario sobre las hipocresías que pretenden justificar lo injustificable. <--- Muchos días espero el cotidiano repaso de esas viñetas. Una pequeña contribución que comenta la difícil realidad que nos ha tocado vivir y que añade una nota de humor a las desgracias de la crisis que se cierne sobre nosotros, la mayoría de los ciudadanos de los países avanzados. Un proceso que poco a poco, nos va hermanando con los sufrimientos que ya padecen las tres cuartas partes de la humanidad. Una camino incontrolado que nos iguala por la base en la desigualdad. El problema es que lo que era una sucesión de los esperpentos que este humorista presentaba muy de vez en cuando, ahora se ha convertido en un filón inagotable que da material válido para la crítica con una asiduidad constante. Quizás es que antes no podíamos verlo con tanta claridad. Vaya desde aquí mi más sincero homenaje a los que practican este tipo de humor inteligente y, en especial, al Roto.
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<--- El urbanismo que en sus orígenes se planteó como una técnica para lograr unas ciudades más armoniosas y funcionales, ha ido siendo transformado paulatinamente en una fuente de corruptelas y de enriquecimiento ílicito. Una apropiación descarada de los bienes públlicos colectivos
La extendida convicción de la expansión continua de la red viaria como mecanismo asegurado de crecimiento económico, implícito en la mejora de las comunicaciones personales y la distribución ilimitada de mercancías, está produciendo una crisis ambiental irrecuperable
El absurdo de basar el desarrollo económico en la construcción masiva y la edificación —>
Joseph Beuys, un artista que siempre buscó la autenticidad de las ideas y conceptos en el arte.
Dos palabras muy rotundas que se contraponen. Definen los extremos en los que se mueve la experiencia artística y, en lo que se refiere a la arquitectura, reflejan el marco en el que se desenvuelve la situación actual de esta disciplina, en la que intentamos desentrañar que es lo realmente valioso en este difícil y subjetivo mundo del arte y la cultura contemporánea.
Marcel Broodthaers
High visiblity, Rein y Kotler lo expresaban de tal manera que la visibilidad o celebridad – celebrity en inglés – es algo que debe ir asociado a personas concretas, aquellos cuyo nombre atraen atención extensiva, guían el interés de grandes audiencias y, en consecuencia, obtienen un valor que genera altos beneficios.
El artista americano Mathew Barney caracterizado para actuar en una de sus películas correspondientes al ciclo Cremaster
El problema es que se ha alcanzado un punto en que, en general y tal como reconocen expresamente Rein y Kotler, el reconocimiento mediático se alcanza por sí mismo, mediante la aplicación de las técnicas de mercadotecnia adecuadas. En consecuencia, el producto conseguido puede no tener un valor real – es el efecto Pigmalion perfecto – y así hemos llegado a una situación en que los personajes más celebrados son objetos vacíos, con escaso contenido artístico o, simplemente intelectual.
Nicole Kidman. Richard Prince, 2004. Un artista obsesionado con promocionar su propia vida como obra de arte en busca de la fama
Volume, una revista promocionada por el entorno del arquitecto holandés Rem Koolhaas, ha propulsado un debate muy interesante sobre estas cuestiones, centrado en el universo de la arquitectura, y que se ha reunido en su número 13, titulado Ambition y editado en 2007. En esta publicación aparece, como epílogo del conjunto de aportaciones reunidas, un texto del profesor y crítico neoyorkino Yehuda Safran que no me he resistido a traducir por su carácter inspirador sobre estos asuntos espurios que mistifican la validez de las obras de arte en nuestros días.
AMBICIÓN
Por Yehuda E. Safran
Palabra difícil. No tener ambición es quizás el ideal más alto. Movido por un don o el talento uno sigue una vocación que es tan inevitable como deseable. El filósofo se guía por su amor a sophia, la sabiduría, de la cual solo es dolorosamente consciente cuando le falta. Deseamos aquello que no está. Y a menudo la ambición nace por un deseo que puede satisfacerse. ¿Por qué uno lo encuentra tan decepcionante y vulgar? Porque sentimos que la ambición priva a la persona de una libertad esencial, lo aboca a uno a un estado de gran desproporción. ¿Cuál era la ambición de Joseph Beuys cuando volvió de la Segunda Guerra Mundial como un piloto herido? Cual es la ambición de Mathew Barney hoy?
Courbet aseguraba que su ambición era expresar su propia individualidad dentro de un total conocimiento de la tradición. A Cezanne se le decía que expresaba su deseo de ser pintor como Frenhofer, el pintor en la historia de Balzac La obra maestra desconocida: un relato de un artista cuya ambición vital es lograr pintar sin un asunto material concreto, un cuadro que estuviera constituido de color, y de color solo. En el momento de su muerte, sus amigos descubrieron un lienzo en el cual solo un fragmento borde era discernible. Yo soy Frenhofer, Cezanne repitió allí una y otra vez. Lo que guía a un pintor es sobre todo lo demás la posibilidad de lograr la pintura como pintura.
Ahí en el encuentro entre la consciencia y el mundo está el momento vertiginoso, un tiempo de mareo, en el cual uno resuelve ver en otros términos que lo dado es un mundo que no puede darse por hecho. Los vectores de la percepción están sueltos y han cortado sus amarras. Estamos flotando, en una deriva de impresiones que se apiñan en el horizonte. Fuera del orden de las cosas, contra el que nuestras creencias comunes nos mantienen, es esta visión fragmentada, es como la sorpresa infantil de descubrimiento la que nos intriga constantemente como si demandará su propia posición privilegiada. ¿Experiencia? Una pintura no es la imagen de una experiencia, es la experiencia en sí misma, escribió Rothko en La realidad del Pintor. ¿Cuando Marcel Broodthaers creó en 1972 el Museo de Arte Moderno, Departamento de las Águilas, Sección Cine en Dusseldorf, cual era su ambición?
El mayor maestro Zen del arte de la arquería que nos es conocido nuca permitía a su flecha surcar el aire. ¿Cuál era su ambición? Cuándo Alejandro el Grande preguntó a Diógenes cual era su deseo, Diógenes le respondió: por favor, muévase a un lado y no me obstruya el rayo de sol. Cuando comenzamos un nuevo programa en la Goldsmith School of Arts en Londres en los años setenta nuestro deseo de ilustración estaba por encima de cualquier otra consideración. Aquellos que buscaban otras recompensas, solo podíamos entenderlos como un fallo de en su formación. Con la llegada de nuevos coleccionistas ambiciosos (Saatchi et al) y su necesidad de establecer una nueva identidad cultural, etc. los graduados de la escuela se alistaban al servicio de la ambición de otras gentes. La jugada tenía sus raíces en otra parte. Un niño de una minoría católica deprimida, un australiano en Londres, alguien que sufrió una difícil infancia o un ambiente y una educación superior ordinaria, o una constelación familiar irregular –todo esto, y mucho más, podía dotar de la energía para realizar un esfuerzo extraordinario que conlleva un talento modesto o la originalidad. Desde luego, la vida política y económica llena y hace posible otro tipo de libertades. De nuevo, Broodthaers percibía sus intimidades dentro de su poéticas-políticas.
Es la ambición del filósofo o del pintor suspender nuestra creencia en la existencia del mundo, en orden a ser capaz de percibir un mundo alternativo: ser un iniciador absoluto. Solo al final de su vida, Edmund Husserl se sintió cerca de su meta. Confucio describía a Lao Tze como un dragón. Sabes lo que ayer parecía, sabes lo que parece hoy, pero no sabes lo que parecerá mañana. Podríamos decir lo mismo acerca de la arquitectura o de la pintura. Cuando Tony Crag era un estudiante en la Escuela de Escultura del Royal College of Art, me enseñó un montón, una colección de piedras muy pequeñas dispuestas en el suelo. Me preguntó ¿Qué piensas, Yehuda? ¿Es eso? Yo miré las piedras y le respondí, Sí es eso. Repitió la pregunta tres veces y no hay que decir que mi respuesta fue idéntica las tres veces.
Para los Maestros del Jardín Zen de Ryoanji en Kioto, ¿Cuál fue su ambición cuando colocaron aquellas quince piedras en una alfombra rectangular de fina grava que se peinaba cada mañana? Sí, en el templo está escrito en cuatro caracteres japoneses en una pequeña piedra redonda con un hueco cuadrado: Aprende a contenerte. Desde mi infancia fue mi ambición modesta estar en ese jardín, cuando vi por primera vez una imagen de él. Y todavía, lo que he aprendido de mi visita allí en un día gris de Julio, fue que para mi experiencia fuera igual a la experiencia ofrecida en ese jardín, tendría que mantenerse como la que ya tenía. Siendo capaz de crear su contraparte es ser capaz de crearla de una manera diferente. Viajar allí desafía el objetivo de viajar allí.
Y San Agustín mirando a través de la ventana al jardín en Ostia con su Mónica, su muy enferma madre, esperando el barco que la llevaría a casa en Cartago, ella dice: Si me estoy yendo donde pienso que voy, no necesito un barco. San Agustín nos dice en sus Confesiones: Estamos mirando al jardín y vemos que lo que es, es. ¿Cuál era su ambición?
¿Cuál era la ambición de Novalis cuando escribió los Himnos a la Noche? A lo más que podemos llegar es que somos criaturas en las yace que la fuente de la creatividad y la singularidad. Donde no hay Yo, hay espacio, vibración animación perpetua. Como el encanto se disuelve el espacio, como la mañana roba sobre la noche, disolviendo la oscuridad, así los nacientes sentidos comienzan a perseguir las impresiones caóticas. Nuestro entendimiento comienza a crecer, y la ola que se aproxima pronto llenará la costa de la comprensión que permanece confundida y opaca. Ninguno de nosotros los que miramos, falla en la percepción de estos movimientos, invisibles como el espíritu de Ariel en la isla de Próspero, empujados por nuestros sentidos sabemos con certeza que donde nos hundamos, será donde llegaremos a tierra. El pintor nos da de nuevo una nueva visión de su reino, todavía un compás de otra nueva maravilla. O como Miranda decía en La tempestad:
¡Oh, maravilla!
¡Cuantas buenas criaturas hay aquí!
¡Que bella es la humanidad! ¡Oh, bravo nuevo mundo
Que tienes en tu interior una gente así!
Cuando Emerson entregó el panegírico para Thoreau, lamentó que un gran hombre así fuera un gran fracaso a lo largo de su vida por su falta de ambición mundana. Thoreau era conocido más por sus implicaciones políticas que por sus objetivos literarios. ¿Cómo pudo un gran hombre como Emerson no entender la grandeza de Thoreau? ¿Fue su propia ambición la que le impidió comprender el verdadero mensaje del regalo de Thoreau?
Marina Abramovic representando la pieza de Joseph Beuys How to explain art to a dead hare (Como explicar arte a una liebre muerta)
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Es impresionante observar cuales son las concentraciones actuales de tráfico áereo en el planeta.
<--- América del Norte y Europa están al borde del colapso mientras que algo más despejada es la situación en el Sureste Asiático.
Es curioso observar la situación de Canarias en el eje de comunicaciones America del Sur-Europa. Lástima el tamaño de video que ofrece blogger. Se puede obtener más información y una copia en mejor resolución del video para Windows Media player o Quicktime en http://radar.zhaw.ch/ AIR TRAFFIC
Gracias por la información, Carlos.
Mi amigo José Luís Jiménez me ha hecho llegar también una aportación muy interesante a esta entrada.
Es el mapamundi que ha elaborado el Global European Monitoring (organismo dependiente de la Comisión Europea), en el que el territorio mundial se segmenta en relación a su accesibilidad a las ciudades. Se consideran como tales a aquellas aglomeraciones que cuentan con 50.000 habitantes o más. La accesibilidad se define como el tiempo de viaje a una localización vía terrestre (por carretera o a pie) y por agua (mediante vías navegables)
De lo realizado, los autores extraen las siguientes conclusiones:
- El 95% de las personas se concentran en el 10% de la superficie de la tierra - Los espacios de naturaleza salvaje, es decir aquellos que están a más de 48 horas de viaje accesible mediante desplazamiento terrestre o navegación, solo representan ya el 10% de la totalidad de la superficie. - Solo el 15% de los pertenecientes a países desarrollados está a más de una hora de una ciudad, mientras que eso les ocurre al 65 % de los que viven en los países más atrasados. - Los principales corredores aéreos se concentran en el hemisferio Norte, siendo la ruta más densa la que conecta a través del Atlántico Norte, Francia e Inglaterra con el Noreste de los Estados Unidos - Los colores más claros representan el menor tiempo de acceso mientras el oscurecimiento señala aquellas zonas de la tierra en que el desplazamiento a la ciudad más próxima puede llevar más de una jornada de viaje. El tono más oscuro representado supone 10 días de desplazamiento. - Según el último Informe de Desarrollo Humano, realizado por Naciones Unidas, la accesibilidad representa uno de los mayores factores de desigualdad para los habitantes de este planeta, ya que conecta a las personas con bienes esenciales y servicios que pueden ser esenciales para el desarrollo de una comunidad.—>
Bosque de Anaga en la isla de Tenerife. Una muestra del paisaje de la era Terciaria que aun permanece en nuestros días. Foto: Mataparda, Flickr
Patrocinado por el Centro Atlántico de Arte Moderno y la demarcación de Gran Canaria del Colegio de Arquitectos de Canarias ha aparecido esta semana el libro titulado Paisaje y esfera pública que recopila los textos aportados por una centena de profesionales de la cultura de este archipiélago, a través de la edición realizada por Orlando Franco y Mariano de Santa Ana.
<--- En sí mismo, este esfuerzo constituye una interesante plataforma para escudriñar las opiniones de un colectivo de personas que se aproximan a los problemas del territorio del archipiélago canario desde muy diversas opciones y posiciones. En él se encuentran textos de artistas, historiadores, profesores, arquitectos, periodistas, economistas, escritores y empresarios que ofrecen razonamientos y relatos variopintos que intentan explicar las razones de un proceso que afecta dolorosamente a esta sociedad concreta.
La constatación de los límites del espacio insular así como la transformación desordenada e ineficiente del territorio está presente, de una manera o de otra, si se observa el conjunto de textos de una manera desapasionada. El paisaje en Canarias se ha convertido en un elemento de referencia básico para afrontar el debate sobre las cuestiones que afectan al territorio.
El despilfarro social consentido del territorio. Paisaje de los municipios de La Victoria y Santa Ursula en la costa norte de la isla de Tenerife. Interpretación realizada con Google Earth
Quizás por el carácter elusivo del concepto paisaje se presta a múltiples interpretaciones y a un desvío hacia el error de las loables aspiraciones que se desprenden de visiones muy diferentes. El caso es que este archipiélago formado por 8 islas y multitud de islotes y peñones ha experimentado una transformación brutal en el último medio siglo, lo que ha supuesto la desaparición de una forma de vida tradicional ligada al aprovechamiento agrícola del suelo y, en consecuencia, a una creciente insostenibilidad.
De alguna manera también, las islas Canarias representan una prefiguración en miniatura de los procesos globales autodestructivos actualmente en curso en este planeta; un ámbito que ha acabado configurándose como un espacio cerrado y finito en la conciencia de sus habitantes. Desde muchos puntos de vista, en este libro se buscan incansablemente responsables y culpables a esta brutal mutación sufrida en estas islas, sin aportar realmente soluciones para garantizar efectivamente una supervivencia futura a este colectivo de 2 millones de personas que formamos los canarios. Es quizás la expresión de una inmadurez colectiva que refleja una voluntad de no responsabilizarse por el propio destino y que nos puede llevar a un proceso de extinción, al igual que aquellos que el antropólogo Jared Diamond presentaba en su libro Colapso y que ha citado aquí también mi tocayo el economista canario Federico Aguilera.
Bosque quemado. Foto: PatyC, Flickr
Valga para representar el sentir general presente en este libro, el magnífico poema del poeta tinerfeño Rafael José Díaz y titulado
<--- AGRIMENSOR DEL DESIERTO
<--- 1. Crece el desierto: la extensión del desastre es mayor que el tamaño de la esperanza; 2. La cultura milenaria del mar que agoniza nada podrá hacer para salvarlo; 3. Ante el asedio imparable de los titanes del asfalto y del cemento, las antiguas pirámides apenas brillan ya en su ilusoria eternidad: sepulturas que acabarán, a su vez, sepultadas; 4. Ni siquiera las islas bendecidas con bosques de otras eras, santuarios habitados aún por ninfas y por faunos, han sabido protegerlos: unas horas han bastado para destruir la tela urdida durante milenios; 5. Recorrí el bosque quemado: la andrajosa memoria de las ramas en que, intacto, glorioso, gorjeó en tantas tardes de dicha el mágico pinzón azul me salía al encuentro a cada paso; 6.- Cadáveres de árboles que fueron templos vivos de la brisa, de los juegos de niños confiados, de las risas del aire mezcladas con sus risas; 7. Quise bajar al mar, a acantilados que recordaba majestuosos, a playas en que el agua estaba antaño tan limpia que traslucía la piel del cuerpo amado entre mis manos: todo era fango y podredumbre y urbanizaciones turísticas y polígonos y fábricas y muros y vigilantes y putas y dolor y piscinas y solares alineados para la masacre futura; 8. Y orondos, en despachos con vistas, propietarios de hoteles caribeños, titulares de cuentas en dudosos bancos suizos o cómplices de mafias extranjeras, los culpables de toda esta historia universal de la infamia se frotan las manos manchadas con la sangre de su propia tierra; 9. Contempla, contra el asco, contra la desazón, contra la impotencia cada vez más profunda, una flor que renace en medio de las cenizas, un delfín que aún da saltos en el pútrido mar; 10. Boquearan hasta hundirse en ese mar los miserables causantes de esta ruina sin retorno, de este lento apagarse de la luz de la vida; 11. Lo que perdura, me he dicho mientras escribía, un tiempo en la palabra es el brillo ocasional, condenado a extinguirse, de un ala imprevista, de una nube blanquísima, de un labio esperanzado sobre otro sometido, la efímera dulzura de un milagro ahí al lado, aquí mismo, junto a ti, junto a mí: nada más; 12. De ninguna otra hazaña es capaz la palabra, ni siquiera la palabra heroica del poema, liberada de cualquier atadura o convención: no va a enmudecer frente al más mínimo abuso, pero solo podrá, aunque lo condene, decirse en soledad, acallada su voz por el estruendo de un mundo sordo a sus secretos, a su inútil lucidez; 13. No va a callarse, pero nadie va a oírla; 14. Y aún si alguien la oyera, le serían impedidos, como al agrimensor K, los accesos a las dependencias (¡oh sí, lujosos despachos con vistas!) del castillo en que los infames deciden la lenta pero implacable destrucción de la tierra; 15. Y un humus putrefacto absorberá nuestros huesos.—>
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