URBANISMO Y ARQUITECTURA RESIDENCIAL EN HOLANDA

Grupo de 21 viviendas aisladas en la nueva ciudad de Almere. Experiencia integrante de la exposición Woningbouwexpo 2001. Made architecten, 2002

Visto desde el exterior resulta sorprendente la vitalidad y el impulso renovador alcanzado por la arquitectura holandesa; también es destacable la calidad de su diseño urbano y paisajístico. Aunque en una primera instancia pudiera parecer el resultado del espíritu emprendedor y vanguardista de una sociedad, normalmente se suele desconocer la presión que se deriva de una voluntad pública orientada a planificar y estimular un desarrollo armónico en un medio físico tan complicado como el que existe en Holanda.

La arquitectura suele ser la expresión visible del esfuerzo humano para proveerse de cobijo y de un espacio social: Una seña de identidad que personaliza a una sociedad con rasgos distintivos. La ciudad históricamente ha sido también el resultado del encuentro entre los esfuerzos colectivos para organizar la vida en común y al mismo tiempo la integración e interacción de una miríada de acciones individuales.
En Holanda, siguiendo una tradición iniciada desde hace varios siglos y acelerada a partir del siglo XIX, las acciones territoriales y el urbanismo se han resuelto mediante la acumulación paulatina de esfuerzos colectivos altamente racionales, muy medidos y eficientemente organizados. La aplicación sucesiva de propuestas planificadas para la organización de la renovación y el crecimiento de sus ciudades y, por extensión del escaso territorio.
Vienen a la memoria múltiples ejemplos de este proceso de planificación acumulativa del espacio, en el caso de la ciudad de Ámsterdam son significativos tanto el Plan de los 3 Canales elaborado por Henrik Staets y aprobado por el consejo municipal en 1607, como la magnifica experiencia de Amsterdam Sur de H.P. Berlage y, finalmente, el extraordinario Plan de Extensión de 1934, impulsado por Cornelis van Eesteren. Como resultado de estos esfuerzos planificadores, esa ciudad ha acumulado un patrimonio arquitectónico de una altísima calidad, relacionada con su contribución a la imagen urbana global y junto a la conformación de espacios de una singularidad y belleza sin equivalente en el mundo.

Plan de expansión de Amsterdam. Van Eesteren, 1934

En las últimas décadas se ha producido también un esfuerzo extraordinario que continua esta tradición de desarrollo urbano y territorial planificado. Es lo que representa el Plan VINEX al que me refería en la entrada realizada a este blog la semana pasada. Como consecuencia de este proceso de planeamiento nacional se han planteado muchísimas variantes de desarrollo urbano dentro de un planteamiento de criterios global. Los numerosos desarrollos residenciales realizados a partir de este documento estratégico representan una rica experimentación sobre las posibilidades de la vivienda como factor para la mejora de la forma urbana y la calidad de vida de los ciudadanos en ese país.
Ordenación en bloque abierto. Barrio de Stadstuin, Amersfort. SVP Haver Droeze. Fuente: VINEX Atlas
Una cosa que llama la atención de la aplicación del Plan VINEX es la coordinación de diversas disciplinas de diseño con el objetivo de producir la nueva ciudad desde la integración compleja de diversos equipos profesionales. En primer lugar la definición del concepto global que organiza la funcionalidad, jerarquización y segmentación en piezas menores así como un reparto apropiado de edificabilidades. Seguidamente, la intervención de un segundo escalón de especialistas dedicados a la formalización del diseño urbano y paisajismo concreto, cuyo cometido sería la estructuración y definición final del espacio público, calles, aparcamientos, ajardinamiento y espacios libres. Finalmente, los arquitectos tradicionales dedicados a su tarea habitual de proyectación de la edificación, tanto la residencial, como el terciario y los equipamientos asociados a los distintos distritos y barrios que formaron parte del programa.
Algunas propuestas se concentraron en la renovación de la forma urbana tradicional relacionada con una alta densidad edificatoria. Siguiendo en algunos casos las propuestas teóricas desarrolladas en la década de los 70 por los hermanos,
León y Robert Krier, se han producido desarrollos sumamente interesantes. Es el caso de la propuesta pintoresca De Veste en Brandevoort. Un barrio con forma de ciudadela medieval, diseñado por Krier y Kohl, que alcanza una densidad bruta de 75 viviendas por hectárea y presenta una imagen tradicional altamente amable para sus residentes. Aunque diseñada de una sola vez, sus autores han intentado conseguir remedar una arquitectura relacionada con el patrimonio heredado con un resultado formal discutible y demasiado anclado en una visión romántica de la arquitectura.

Ordenación realizada del Distrito VINEX Haverleij, ‘s. Soeter van Eldonk

Dentro de esta línea, otra propuesta de ordenación sumamente curiosa es la que se ha llevado a cabo en los periferia de la ciudad Hertogenbosch denominada Haverleij, ‘s. Consiste en la disposición de varios castillos residenciales, formados por agrupaciones de entre 60 y 100 viviendas cada uno, localizados en un entorno boscoso artificial que contendrá también un pequeño campo de golf. El resultado arquitectónico de los distintos castillos -uno de ellos encargado al arquitecto italiano Adolfo Natalini- resulta sorprendente, si bien habrá que esperar al crecimiento de la vegetación y, especialmente del arbolado para contemplar en toda su magnitud el resultado de la propuesta.

Lelienhuiz. Uno de los castillos de Haverleij, ‘s. Foto: deijssel, Flickr

Como consecuencia de la estrategia VINEX se han realizado algunas otras experiencias menos novedosas en aplicación de los criterios y parámetros de la ciudad compacta que se circunscriben a una organización convencional de agrupaciones en bloque o manzana cerrada aunque muy bien resueltas como arquitectura. Es el caso de la agrupación Lage Veld en La Haya del equipo Mecanoo y De Grote Hof de los arquitectos Rap+Rap.

Desarrollo de viviendas Veerseport. Architectuurstudio Herman Hertzberger

Algo enmarcable en la ciudad compacta pero planteado de una manera mucho más innovadora, representa el conjunto palafítico diseñado por la oficina de Hermann Hertzberger para Veerseport al Norte de la ciudad de Middelburg en la provincia sureña de Zelanda. La propuesta de Hertzberger recupera parcialmente la idea del bloque sobreelevado sobre el territorio, característico del Movimiento Moderno, si bien quizás en una interpretación transformadora. Una ordenación clásica en manzana cerrada con patios se abre hacia el espacio acuático circundante con pilotes que se extienden sobre el agua originando interesantes relaciones espaciales entre el interior y exterior de las distintas agrupaciones de vivienda.

Viviendas Monopoly en Hageneiland, La Haya. MVRDV, 2001

Una propuesta curiosa de casas en patio se ha proyectado por Bosch Architects para el nuevo barrio de Yppenburg, también en los alrededores de La Haya. Junto a esta promoción se sitúan las famosas casas del Monopoly de MVRDV que tanta trascendencia mediática han tenido. Una broma ocurrente que ha causado sensación pero que esconde una indefinición de la separación entre espacio público y privado. Probablemente debe estar causando fricciones innecesarias entre vecinos y usuarios.

Vista de uno de los pabellones de dos viviendas de De Sfinxen. Neutelings Riedjik, architecten. Foto: Wouterpops, Flickr

Otra propuesta arquitectónica muy interesante, ligada a VINEX, es la que supone el complejo De Sfinxen situado en Huisen, a las afueras de Ámsterdam, según proyecto de los arquitectos Neutelings y Riedjik. Una ordenación curiosa de penínsulas alineadas al borde del agua –que también se ha aplicado en otros distritos del programa- y que permite una intimidad e independencia visual muy alta gozando de la ventaja de un paisaje hacia el horizonte sin obstáculos. Las ventajas de la localización se complementan con una arquitectura vanguardista muy depurada y altamente innovadora en su disposición tipológica y formal. Por todo ello, este complejo de viviendas escalonadas que tenía inicialmente grandes valores añadido se ha destinado a un segmento de clientes con un altísimo poder adquisitivo.
En la isla de Ijburg al Este de Ámsterdam, los arquitectos
Klaus y Kaan han realizado un complejo de viviendas muy interesante. Destaca por la conformación de patios ajardinados con un paisajismo muy cuidado. Otro trabajo preocupado por la definición formal de la arquitectura es el que ha realizado Wiel Arets: un grupo de viviendas denominado Kloostertuin en Apeldoorn que plantea un interesante juego con las cubiertas de las viviendas a partir de una ordenación convencional de la agrupación.
Otro aspecto interesante del programa VINEX es la investigación y evaluación de muy distintas propuestas relacionadas con la forma urbana y la disposición de las agrupaciones de viviendas, así como su concordancia con la red viaria y el aparcamiento. Respecto a este extremo se han hecho propuestas novedosas para la localización de las plazas de aparcamiento necesarias en algunos desarrollos, así como para su agrupación al aire libre y a cubierto. También es destacable la exploración de una separación adecuada entre espacio peatonal ajardinado y los accesos rodados que se ha producido en muchos vinexwijken, como llaman a estos nuevos barrios los holandeses. En general, el diseño paisajístico presenta un acabado que establece unos envidiables estándares de calidad urbana con un planteamiento adecuado de recorridos para ciclistas, arbolado muy cuidado, pavimentaciones de alta calidad y funcionalidad correcta, etc.

Diseño urbano en Parkwijk Zuid, Leidsche Rijn. Utrecht. Fuente: Vinex Atlas

Según algunos estudios encargados por el Ministerio para la Vivienda, el VROM holandés, se apuntan algunos inconvenientes a lo ejecutado. Una reflexión crítica apuntada tiene que ver con la apuesta por una densidad relativamente baja para el conjunto de las áreas VINEX. En general en el entorno de las 25 viviendas, lo que ha ocasionado un soporte inconsciente a la extensión del proceso de suburbialización existente en Holanda. Algo muy extendido en los países desarrollados y llevado al paroxismo en Estados Unidos. Los suburbios –el sprawl, como lo llaman los americanos- es una forma desarrollo residencial altamente insostenible, que está ligada al usos extensivo del vehículo privado y un consumo energético desproporcionado. No obstante como ha señalado José Fariña, han logrado en la última década reducir su huella ecológica aumentando la calidad y eficiencia general de su urbanización.
Otro inconveniente de la masiva participación de la iniciativa privada se podría relacionar con la implantación generalizada de desarrollos convencionales de viviendas adosadas en hilera con jardín delantero y trasero. Algo que señalaba ya en 1998, Carel Weeber en su ensayo Het Wilde Wonen en el que denunciaba la monotonía del espacio urbano asociado a las áreas VINEX.
No obstante, también la arquitectura del desarrollo residencial ligado al programa VINEX, al igual que ya señalaba anteriormente para el urbanismo y la ordenación territorial, se presenta con un balance muy satisfactorio. No solo se han cumplido sobradamente los objetivos iniciales aprobados en 1993 –relativos a la construcción de 800.000 unidades de vivienda- sino que también se ha hecho con calidad alta, por lo general.

VINEX, UNA PLANIFICACIÓN EXITOSA DE LA RESIDENCIA

Barrio de Waterhoeve en el distrito VINEX de Ypenburg al Este de La Haya. Localización Google Earth: 52º02’04.62″N-4º22’10.74″E

Grandes empresas de productos informáticos, como Microsoft o Intel, planifican con varios años de antelación la puesta en mercado de sus productos. Es algo que también hacen algunos países con las necesidades de sus ciudadanos. Como en el caso de Holanda y su apuesta por una planificación espacial de la urbanización; aquella que albergue nueva oferta residencial para satisfacer la demanda estimada de su crecimiento poblacional.

Holanda es un país que siempre ha creído firmemente en la ordenación racional del territorio. Ello es así como consecuencia de su peculiar historia y geografía, un espacio laboriosamente ganado al mar a través del esfuerzo acumulado de innumerables generaciones. Desde los años 60 del siglo XX, los holandeses programan decenalmente las futuras acciones para mejorar el aprovechamiento de su escaso y costoso territorio. Una estrategia inteligente que ha logrado acumular algunos espacios urbanos interesantes y una arquitectura de muy alta calidad junto a un tratamiento del paisaje sin par en el mundo.
La Vierde Nota over de Ruimtelijke Ordening Extra o VINEX, es un acrónimo que se ha convertido en una referencia esencial para los holandeses, de tal manera que ha pasado a usarse habitualmente en el lenguaje coloquial. Su traducción literal es Cuarto Informe en Planeamiento Espacial Extra y ha sido la guía fundamental para el desarrollo de las ciudades y las regiones en ese país durante la última quincena de años.
Promovido por el gobierno de Holanda a comienzos de los años 90, VINEX constituye un documento de ordenación del territorio de rango nacional que parte de una consideración del espacio geográfico desde una perspectiva estratégica que básicamente tiene en cuenta su posición y papel en el entorno internacional. Uno de sus objetivos señala como premisa primordial la consecución de un posicionamiento adecuado de los Países Bajos para responder eficientemente a la competencia de otras regiones urbanas europeas y lograr con ello el establecimiento del mayor número de empresas transnacionales en suelo holandés.>

Distribución de los principales desarrollos VINEX en el Randstad holandés. Arriba, el entorno de Amsterdam. Abajo a la izquierda, la conurbación de Dordrecht, Rotterdam y La Haya. En el centro a la derecha, Utrecht. Fuente: VINEX Atlas

Para conquistar esta posición, el informe VINEX preveía la transformación de los principales nodos urbanos existentes en potentes centros decisionales de negocio, comercio e información así como estimular la concepción de Holanda como el centro principal de distribución de mercancías y personas europeo y, en consecuencia, establecía como necesidad estratégica la inversión masiva de fondos para la mejora de los dos principales núcleos de transporte con que cuenta su territorio, el Aeropuerto Internacional de Schipol en Amsterdam y el inmenso puerto de Rótterdam, espacio de intercambio mundial de mercancías hacia y desde Europa.
Como complemento para organizar de una manera eficiente el desarrollo residencial previsible, aparejado a la mejora económica consiguiente, dos criterios eran considerados básicos: Frenar el crecimiento de la movilidad personal ligada al automóvil y abordar las consecuencias ambientales de la nueva ocupación del suelo de una manera muy pormenorizada. De acuerdo a VINEX, las nuevas promociones de vivienda, la localización del nuevo empleo, el comercio y los servicios asociados deberían situarse de una manera integrada, muy conectados entre sí y con la garantía de un fácil acceso en bicicleta y también a la red de transporte público. Para ello, lo previsto era que el espacio para la nueva localización de negocios y residencia debería obligatoriamente situarse dentro de las ciudades consolidadas o bien, en caso de no ser posible lo anterior, en sus proximidades inmediatas.
El informe VINEX que estableció políticamente esas directrices generales para el desarrollo del país fue debatido y aprobado por el Parlamento entre Noviembre de 1990 y Febrero de 1993, estableciendo una perspectiva conjunta para las acciones a acometer dentro de un horizonte temporal que abarcaría la siguiente década. Aunque el texto aprobado hacia una previsión muy detallada del reparto espacial del crecimiento poblacional atendiendo a las expectativas demográficas, remitía la selección y el desarrollo específico de los lugares a convenios a acordar con las regiones y municipios del país para el establecimiento de las condiciones concretas de promoción y desarrollo urbano. Este proceso de negociación entre el estado y los entes locales tuvo lugar entre 1994 y 1995 dando lugar a la aparición de los ya populares vinexwijken, o distritos VINEX, como los holandeses reconocen a las nuevas expansiones urbanas que se desarrollaron a lo largo de la siguiente década.
Los convenios implementados permitieron establecer una financiación participada que cubriera los déficits de las distintas operaciones. Recursos orientados a sufragar el coste en la adquisición y preparación de terrenos -muchos de ellos con un alto grado de contaminación- así como la financiación de las mejoras de transporte público necesarias para garantizar el éxito de las promociones desincentivando la adquisición y uso tendencial de vehículos privados. Otros aspectos que los distintos convenios abordaban se referían a cuestiones como localización y disposición de viviendas y espacios para oficinas, equipamientos, infraestructura así como aspectos de reestructuración paisajística y de formalización cualificada los espacios libres necesarios.
Según los promotores iniciales, los funcionarios del ministerio de Vivienda, Planificación Espacial y Medio Ambiente o
VROM como es conocido en Holanda, una de las mayores dificultades, que supuso una inversión importante de esfuerzo y tiempo, fue la consecución de consensos sobre las localizaciones adecuadas para los nuevos desarrollos que en su estimación final ha supuesto la ejecución de más de 800.000 viviendas en el período que va de 1995 a la actualidad. A partir del esfuerzo ligado a VINEX, se ha desarrollado ex novo casi un 15% del parque de viviendas nacional. Junto a ello, se han construido también gran parte de los elementos de infraestructura, transportes y dotaciones necesarios, espoleando con ello la provisión de condiciones adecuadas para el desarrollo de nuevo empleo comercial, industrial y de servicios.
Un esfuerzo extraordinario de planificación y ejecución que visto desde fuera aparenta ser un éxito social muy importante. Un país de 14 millones de habitantes que se propone acometer de un modo racional la solución de un problema colectivo mediante la organización de los recursos públicos y privados necesarios, primando la eficiencia y el ahorro. Con ello, esa sociedad demuestra una capacidad de autoorganización admirable.
Al mismo tiempo, la estrategia de diferenciación y variedad estimulada como uno de los objetivos básicos para la concreción de la nueva forma urbana se ha visto acompañada por una planificación y diseño de mucha calidad que ha dado como resultado la aportación de vinexwijken experimentales y propuestas urbanas de sumo interés para la renovación de la estructura y funcionalidad de las ciudades en el siglo XXI. Las periferias de Amsterdam, Roterdam y La Haya han visto la aparición de diferentes espacios urbanos innovadores que han facilitado también la integración de una arquitectura de alta calidad formal y expresiva en ciertos casos. >

Diseño urbano del barrio de Biesland. Proyecto urbano: FARO y Heren 5. Imágen: VINEX Atlas

Con unas densidades brutas no muy elevadas –en una media de 25 viviendas por hectárea- los distritos VINEX han logrado establecer una gradación volumétrica muy variada; ello si lo consideramos tanto entre sí como dentro de las propias estructuras urbanas de nueva creación. Con la consecuencia añadida de que se ha conseguido el ambiente suburbano al que aspiraba la mayoría de la población. Se han formalizado innumerables barrios con un ambiente distintivo, sin llegar a tener la aglomeración típica de las ciudades y sin la soledad característica de la vida rural de las granjas holandesas tradicionales.
Las mayores actuaciones se han producido en las periferias metropolitanas más características de la región del
Randstad. En torno a Amsterdam, Rótterdam, La Haya y Utrech, se han realizado implantaciones residenciales muy importantes que han canalizado la ocupación del suelo de una manera ordenada. Es el caso de las áreas y nuevas islas artificiales bautizadas como De Aker, Yjburg, Koop van Zuid, Ypenburg y Leidsche Rijn proyectadas mediante Planes Maestros específicos que definían la estructura de conjuntos y barrios, alcanzando tamaños superiores a las 12.000 viviendas en algunos casos.
La participación de un gran número de equipos de urbanistas y arquitectos locales junto a la invitación a proyectistas internacionales para realizar aportaciones concretas ha garantizado una gran variabilidad de soluciones y la posibilidad de realizar planteamientos experimentales muy interesantes en el campo de la ordenación residencial. Medianas y grandes oficinas de urbanismo como
Royal Haskoning, Buro Lubbers, Kuiper Compagnons y Palmboom & van den Bout, junto a múltiples equipos existentes en los propios municipios, han definido las líneas maestras de las áreas VINEX. El caso de Kuiper Compagnons es significativo puesto que ha tenido una responsabilidad muy importante diseñando varios Planes Maestros, así como la proyectación urbana de numerosos barrios dentro de los vinexwijken.

Detalle del Plan Maestro para Het Carré en Heerhugowaard, según el planteamiento de Kuiper Compagnons. Imagen: VINEX Atlas

Sin embargo, el plan VINEX ha suscitado enormes discusiones y controversias dentro del país generando críticas importantes. Un significativo rechazo provino del propio estrato profesional, reacio con la general orientación de las propuestas hacia una densidad baja de la urbanización. Se señalaba como un error la formación de una nueva expansión de los suburbios a la manera americana y la ausencia real de variedad formal y estética en el grueso de las promociones. La participación de una iniciativa privada formada por promotores y constructores encaminados a la satisfacción de una imaginería popular reforzada por una mercadotecnia potente ha dado lugar a desarrollos residenciales mayoritariamente caracterizados por grupos de viviendas monótonos y estéticamente poco innovadores. Vista de uno de los canales del nuevo barrio de Wateringseveld en La Haya. Foto: Patrick Rasenberg, Flickr

El retraso en la financiación de las necesarias infraestructuras de desplazamiento público previstas ha tenido también la consecuencia de una implantación masiva del transporte privado con más de dos vehículos por viviendas. La estrategia inicial de VINEX consistía en limitar el aparcamiento dentro de las parcelas a un estándar de 1,5 unidades por vivienda, lo que se ha visto superada por la realidad de los hechos, teniendo consecuencias imprevistas en la ocupación de los espacios libres y las zonas peatonales de la red viaria.
Otro elemento significativo que se ha vilipendiado es el que supuso la limitación de los desarrollos de vivienda social o pública en los distritos VINEX a un máximo de un 30 % de la edificabilidad global. Este criterio supuso el claro traspaso del impulso promotor a la iniciativa de los operadores privados. Los municipios y otros detractores del concepto consideraron esto como una perdida del control y una renuncia perniciosa para los fines sociales del conjunto de las operaciones.
Lemas como vida campestre dentro de las ciudades empleados masivamente en anuncios y folletos de venta han formado parte de muchas operaciones comerciales tergiversando las ideas iniciales. En muchos casos, ha conducido a la conformación de barrios caracterizados por masivas alineaciones de casas unifamiliares con pequeños jardines delanteros y la ausencia de centros urbanos con diversidad de usos, comerciales, culturales, etc. Todo ello contra los objetivos y criterios declarados del proyecto global .
Durante el último medio siglo, Holanda ha sido un país cuya sociedad ha creído firmemente en la planificación social, orientando su aparato estatal a la consecución de metas a largo plazo de una manera conscientemente asumida. Es una diferencia sustancial frente a otros colectivos humanos más influidos por una visión cortoplacista, radicalmente individualista y en las que sus dirigentes consideran la administración pública como un botín que repartir entre las huestes afines. Esta podría ser una de las razones por las que este país del Norte de Europa es más robusto frente a la crisis sistémica actual con una tasa de paro inferior al 3% y una renta per capita que supera ya los 30.000 Euros.

Vista nocturna del centro del distrito VINEX de Ypenburg. Foto: doramine, Flickr

Toda esta información se condensa en un libro excepcional, el Vinex Atlas, publicado en 2008 por la editorial 010 y recopilado por Jelte Boeijenga y Jeroen Mensink. En él se ofrece un completo panorama comparativo del resultado de este masivo programa de viviendas que comprende 120 vinexwijken. La publicación de una cartografía de tallada de la totalidad del programa con un mismo criterio gráfico, junto con índices y mediciones numéricas exhaustivas, así como la descripción global e individualizada de las distintas actuaciones permite una profundidad de análisis muy ilustrativa de las condiciones urbanas que ha supuesto esta experiencia pública sin par entre los países desarrollados.>

LA GRAN ORGÍA DEL DESPILFARRO

Rescate de naufragos en el mar en las cercanías de Canarias. De la serie del Muro del Atlántico. Foto: Juan Medina
Por estas fechas del cambio de año y la epifanía se repiten regularmente los ritos familiares de la celebración y encuentro en una costumbre occidental que se ha ido extendiendo al resto del planeta. Al mismo tiempo, en Europa y Estados Unidos, se lleva a cabo una masiva distribución de bienes y regalos entre los próximos, empresas y personas. Entre Diciembre y principios de Enero tiene lugar en Occidente la gran orgía anual del consumo -que es en gran medida, despilfarro- mientras en otras partes se sufre de una manera reprochable y en unas condiciones de subsistencia muy difíciles. Algo que, consciente o inconscientemente, se quiere ignorar y por tanto, no actuar en consecuencia.

Los medios de comunicación que nos rodean constituyen unas formidables maquinarias de conformación del pensamiento colectivo. Tecnologías culturales poderosas que moldean nuestras inquietudes y que nos incitan a pensar y proceder de una manera determinada. Estamos inmersos en una gran manipulación de la que no queremos ser conscientes, por lo general. Hace poco señalaba, en un comentario al artículo titulado
Territorios inventados en el blog de José Fariña, los efectos colectivos de la manipulación y el engaño que padecemos colectivamente y de ahí, la necesidad de aprender a combatir las tergiversaciones cotidianas, entendiendo primero como se producen. Lo curioso es que estas cosas se planteen en una escuela de arquitectura y en una asignatura como la que corresponde a la enseñanza del urbanismo. Algunos arquitectos y urbanistas hemos buscado entender el funcionamiento real de las sociedades en las que trabajamos, con el objeto de poder intervenir y mejorarlas. Es algo que aprendimos de los postulados del Movimiento Moderno y también del magisterio de los maestros de la arquitectura que creyeron en las utopías transformadoras que se plantearon a lo largo de los siglos XIX y XX.
Viene esto a cuento de lo que los medios de comunicación nos presentan como realidad, y como nos lo envuelven tergiversadamente, como parte de nuestro paisaje intelectual habitual. Mientras está teniendo lugar el rito anual del despilfarro familiar, en lugares como Gaza, Congo, o incluso en la ribera atlántica de África, ocurren inmensas tragedias que deberían hacer restallar a nuestras conciencias frente a la modorra inducida desde periódicos, radios y televisiones.>

Israel y Gaza. Imágenes sacadas de la prensa de estos días

Estas semanas se ha producido una batalla más en la larga y cruel guerra entre Israel y sus vecinos palestinos que es una muestra más de la terrible manipulación cotidiana del pensamiento. Basta observar con un poco de detalle las noticias filtradas por las grandes cadenas y agencias para comprender que la batalla de Gaza también se produce en el campo de los medios de comunicación.
Mientras unos utilizan una sofisticada pero brutal tecnología militar para el combate otros emplean a su propia población civil como arma ideológica para ganar ventaja en la batalla de las conciencias. El dicho de ojo por ojo, diente por diente se transforma aquí en ciento por diente. La lucha por la razón se plantea con una desproporción conmovedora que inclina al observador hacia el punto de vista del más débil; ello a pesar de las fortísima propaganda desplegada desde el lado de los más poderosos. Asistimos a la batalla de Goliath contra David, un drama que va añadiendo cientos de vidas y una destrucción inconmensurable, con un coste inmenso que se acumula en el tiempo.
Quizás es más instructivo oír las voces de quienes lo viven en directo como estos dos amigos que viven y se comunican desde los dos lados de la línea divisoria, entre Sderot en Israel y el campo de refugiados de Sajala, Hope Man y Peace Man.

Israel y Gaza. Imágenes sacadas de la actualidad de prensa

Mientras unos son descalificados por lo que desean hacer, otros se quejan por recibir criticas sobre los que realmente hacen. La cuestión de la capacidad de acción es un elemento fundamental para determinar el equilibrio de las justificaciones en este caso.
En nuestros días es bastante complicado, por no decir imposible, tener una representación objetiva de la situación durante el desarrollo de un conflicto bélico. Observando la posición de algunos grandes representantes internacionales de la prensa escrita -oh, las maravillas de Internet-, como The New York Times, Le Monde, La Repubblica, El País; delegados de visiones políticas y económicas determinadas y no siempre coincidentes, se rastrea la influencia en su retaguardia de las grandes cadenas de noticias de alcance mundial en la conformación de las opiniones periodísticas.
Es curioso el sistema de apropiación de la actualidad que existe en los medios de comunicación y la fuerte influencia que tienen las imágenes, fotografías y videos para explicar lo que ocurre. Debería inventarse algún tipo de mecanismo que permitiera advertir y evaluar el alcance de la imparcialidad, si ello es posible, sobre las opiniones. Así como diversas organizaciones no gubernamentales sin ánimo de lucro muestran una valoración de aspectos políticos reprochables que están ocurriendo en distintos lugares (piénsese en
Human Right Watch o Amnesty International), se debería contar también con algún sistema que reflejara el alcance de la manipulación informativa.

Afectados por la guerra en Congo Este. Foto: Michael Kamber. NYT

Al mismo tiempo que está ocurriendo este hecho histórico, también se ha producido una matanza de más de 150 personas en un pequeño enclave de Congo Este, Kiwanja, y de la cual apenas nos hemos enterado (por lo menos en España). Allí parece existir una lucha despiadada entre facciones por el control de recursos que son necesarios para alimentar el conspicuo consumo contemporáneo de todo tipo de bienes superfluos. Soldados equipados con armamento sofisticado, y sufragado por alguien no identificado, guerrean por el control de yacimientos ricos en materias primas para proceder a su expoliación y devastación con la connivencia de intermediarios y productores sin escrúpulos que se escudan en una ignorancia asumida. El problema son los llamados “efectos colaterales”, un eufemismo despreciable inventado por el Departamento de Estado estadounidense para enmascarar una realidad dolorosa para cientos y miles de desplazados, muertos y heridos en contiendas de las que no son responsables.
Mientras, en las aguas del Atlántico, cerca de las costas de mi querido archipiélago, también se desarrolla cotidianamente otra tragedia en pequeñas dosis, la de aquellos que tratan de alcanzar la fortaleza europea en busca de un futuro mejor. No por menos intenso, esta circunstancia deja también de ser terrible e injusto.
En la crisis actual del sistema productivo y de circulación de bienes, las primeras victimas suelen ser los más desprotegidos y desfavorecidos: Señalaba Sami Nair, en un
artículo reciente de opinión, que los inmigrantes subsaharianos enclavados ya desde hace años en Europa, y los centroamericanos en Estados Unidos, van a ser los más perjudicados por la coyuntura. La preferencia hacia los europeos, y los anglosajones en América, está suponiendo una especie de apartheid interno no reconocido.
Frente a ello, lo justo sería la inclusión sin reservas de los desposeídos en las redes de solidaridad así como la ampliación de los recursos públicos destinados a estas redes por la esfera pública. Una acción necesaria para capear las inclemencias de una situación generada por una mala administración financiera de la que la mayoría no tiene responsabilidad. El futuro de los inmigrantes es sombrío tanto para los que pretenden llegar, en situaciones muy dramáticas a veces, como para los que ya están dentro de las fortalezas europea y americana.

Madre e hija emigrantes recien llegadas a las playas de Canarias. Del Muro Atlántico. Foto: Juan Medina

Desde la reivindicación del puritanismo más extremo deberíamos combatir estas cuestiones en la medida de nuestras posibilidades. Y por ello, una actitud correcta sería oponerse a la orgía anual de consumo a la que hacia referencia en el inicio de este artículo. Podría ser una pequeña contribución como personas contra el actual y rechazable estado de cosas sobre el que apenas tenemos un control efectivo más allá del pataleo.

LA SERIE NEGRA DE MARK ROTHKO

Homenaje a los Seascapes de Hiroshi Sugimoto. Foto: flight404, Flickr

Rothko fue un artista contemporáneo con una ambición infinita de conocimiento que se expresó en su deseo de lograr un lenguaje poético seminal, liberado de cualquier connotación y referencia. Una apasionada forma de abstracción que remite directamente a la idea de trascendencia y religiosidad. Aquí relato una experiencia personal relacionada con su obra.

<--- El horizonte sobre el mar es una realidad siempre presente para los que habitamos en islas. Invariablemente de una manera o de otra, a lo largo del territorio insular se percibe esta línea que divide en dos planos el espacio cotidiano. El sucesivo cambio del color del cielo, el discurrir de las nubes y la posición del sol constituyen aspectos de un espectáculo con una amplia variedad de matices que nos remite a la idea de infinitud y la constante relación del hombre con el universo.

Ionion sea. Seascape de Hiroshi Sugimoto. Imgen extraida del blog Spoon and Tamago

Hace unos años tuve ocasión de visitar Basilea en Suiza con unos compañeros de profesión para apreciar su arquitectura reciente. Durante una semana nos desplazamos por varias ciudades de ese país, acercándonos a curiosos edificios y espacios urbanos impolutos. Nuestro recorrido incluyó muchos lugares alrededor de nuestra base en Zurich e, incluso, nos adentramos en Francia y Austria, visitando dos obras carismáticas de Le Corbusier y Peter Zumthor, la iglesia de Notre Dame du Haut en Ronchamp y la Kunsthaus de Bregenz. Mi impresión general es que el Norte de Suiza es una región fronteriza que se caracteriza por un fuerte cosmopolitsmo y una gran sofisticación, resultado de una altísima acumulación de riqueza. Algunos arquitectos solemos practicar esa especie de rito religioso reiterado, que consiste en la aproximación a las obras de arquitectos reconocidos en una especie de peregrinación trascendente. Un hecho casi religioso que enlaza con una idea reflejada en un libro extraordinario del crítico literario George Steiner titulado La Nostalgia del absoluto: la incansable búsqueda contemporánea de sustitutos espirituales en una época de laicismo y de creciente abjuración respecto a las distintas confesiones en Occidente.
Un día nuestro grupo se desplazó a ver el famoso Museo Vitra en la pequeña ciudad alemana de Weil am Rheim, para contemplar la colección de pabellones y edificios de reconocidos arquitectos internacionales acumulados en ese lugar. En una decisión improvisada sobre la marcha, la mayoría optó esa tarde de primavera por visitar la capilla de Ronchamp en Francia, mientras que yo elegí acercarme a la cercana Fondation Beyeler -un fantástico edificio de Renzo Piano- cruzando nuevamente la frontera suiza. Mi intención era contemplar el conjunto de cuadros postreros que forman una parte de la famosa serie negra de Mark Rothko y que allí se expone habitualmente, junto con otras maravillas atesoradas por los galeristas Hildy y Ernst Beyeler a lo largo de las décadas centrales del siglo XX.
Un taxista alemán me acercó desde las instalaciones de Vitra a Riehen, donde se encuentra la Fundación Beyeler, atravesando los primorosos campos cultivados y urbanizaciones de casas con perfectos jardines que conforman la periferia de Basilea. El museo de la Fundación Beyeler está al borde de un bucólico valle flaqueado por una carretera respecto a la cual el edificio se sitúa paralelamente, rodeado por árboles y agricultura. Renzo Piano proyectó un techo perforado que permite una eficiente iluminación cenital de las obras de arte y que enmarca fachadas acristaladas hacia vistas sobre los horizontes vegetales del espacio circundante.
Una vez abonada la entrada, me fui directamente a la sala que contiene las pinturas de la serie negra que pertenecieron a los Beyeler. Se muestran combinadas con estilizadas esculturas de Alberto Giacometti que, en mi visión personal, representan un esfuerzo del escultor para expresar una representación esencialista de lo humano.
Los densos lienzos de Rothko son grandes superficies de color que si bien en sus exponentes iniciales, se presentaban como grandes rectángulos enmarcados sobre un fondo neutro, fueron evolucionando hasta que, en la etapa final de la obra del artista, allí representadas, ocupan toda la superficie en una disposición bipartita dividida horizontalmente.
Siempre me intrigaron las escuetas manchas tonales que este pintor nos fue presentando paulatinamente a lo largo de décadas. En su lacónica expresión, contenían sin embargo, una fuerza extraordinaria que siempre me costaba entender. De ahí su enorme atractivo para mí. Siempre les he dedicado un buen rato en su contemplación allí donde me las encuentro, escudriñando su superficie y tratando de descifrar los trazos y pinceladas.
Desde las primeras piezas de los años 40, formadas por rectángulos informales de colores claros y tonos luminosos como los amarillos y beiges, la expresión del artista fue evolucionado con el paso del tiempo hacia la reducción expresiva. La estructura del espacio pictórico se simplifica, limitándose a unas pocas manchas horizontales sobre un fondo neutro. Al mismo tiempo, Rothko fue oscureciendo los colores y tonos elegidos, introduciendo los ocres, rojos, marrones y azules profundos. Alguna foto presenta al autor sentado en un sillón contemplando el cuadro en una postura contemplativa que, probablemente, duraría horas y días para encontrar y reconocer las profundidades de la expresión buscada.

Sin título. Rojo sobre naranja. Mark Rothko. Colección Beyeler

Un cuadro fascinante es el realizado en 1968, poco antes de morir, perteneciente también a la colección Beyeler y catalogado como Rojo sobre naranja. Desde mi punto de vista, puede ser una exploración de la expresión básica del sufrimiento a través del color. Algunos autores que se han adentrado con mayor criterio en la obra de este artista destacan su permanente ansiedad por la presencia de la tragedia en la historia de la humanidad a lo largo de los siglos.
En las preocupaciones de Mark Rothko, se produjo con los años un posterior deslizamiento en su pensamiento hacia los mitos como sujeto para una investigación de mayor calado. Las connotaciones religiosas se van haciendo omnipresentes de una manera progresiva y se refeljan en su obsesión por establecer un lugar ideal para la colocación de sus obras. Un hecho que adquiere su máxima significación en la denominada capilla Rothko que logra realizar en Houston por encargo de John y Dominique de Menil.
Para este artista, la importancia del espacio como punto de enlace entre lo humano y lo trascendente queda de manifiesto en muchas de sus consideraciones personales; sobre todo aquellas que quedaron expresadas en su libro póstumo, The artist reality. En él señala lo siguiente:
Si uno entiende, o si uno tiene la sensibilidad para vivirlo, la clase particular de espacio a la cual la pintura está orientada, entonces ha logrado comprender la más amplía motivación de la actitud del artista hacia la realidad. El espacio, por consiguiente, es la manifestación plástica rectora de la concepción artística de la realidad.

Sin título. Negro sobre gris. Mark Rothko, 1969. Colección Beyeler

Las obras que vi ese día en la fundación Beyeler, en una primera mirada consistían todas en dos planos de color muy oscuros, negro sobre gris sin más. Al acercarse el observador, se perciben innumerables matices dentro de los oscuros colores. Algo que la fotografía no es capaz de representar. En ese caso, el cuadro actúa como un escenario envolvente en el que nos adentramos en un espacio casi sideral, una especie de vuelo del espectador sobre un magma gaseoso. El límite de los colores acaba por presentarse como una suerte de horizonte en el que aparecen diminutas luces y sombras de un destino esperanzador en la distancia.
Mark Rothko trató de mostrarnos la tiniebla mística, aquel espacio donde la oscuridad emerge sobre el vacío y se extiende como una idea que preludia los orígenes de la creación, según nos explica Amador Vega en su ensayo Zen, mística y abstracción. Continúa este autor, el místico es un creador de la oscuridad, del desierto y del vacío que desea compartir con la divinidad.

Ozono. Una serie fotográfica de la artista keniana Ingrid Mwangi. Una interpretación desde el concepto reivindicativo de la negritud

Parecería que Rothko experimentó este trayecto religioso, un camino de retorno a la unidad primigenia de la que todo ha surgido en un ritual escenificado que exalta la nostalgia del principio. Según Mircea Eliáde, el que ha viajado hacia el origen del mundo en un esfuerzo de los sentidos, comparte el espacio de los seres supremos en una suerte de trance chamánico. Un argumentario filosófico y trascendente que me supera
Ese día, en la Fundación Beyeler, tenía también lugar una exposición retrospectiva de Henry Matisse. El pintor aparecía fotografiado en su estudio, ensimismado en la contemplación de una paloma. La magnifica muestra de Matisse ofrecía un contraste colorista a la serie negra de Rothko; una especie de relajación hedonista para descender de la potente expresividad de los paisajes del abismo representados por Rothko
unto al museo existe una parada de tranvía que acarrea a los viajeros con comodidad y prontitud al centro de Basilea. Elegantes señoras con sombreritos y estudiantes extremadamente educados forman parte del conjunto de usuarios del transporte público de la ciudad. El sistema de conexiones urbanas e interurbanas existente en ese país del centro de Europa es magnífico. Según cuentan, a pesar de su enorme riqueza y calidad de vida, casi un tercio de sus habitantes no posee vehículo propio.
Por la tarde después de atravesar el centro de la ciudad cogí un tren a Zurich que me devolvió al hotel donde nos hospedábamos en una escasa media hora. Una retorno a la cotidianeidad de la vida. —>

UN JARDÍN CANARIO

Vista desde el margen de la autopista TF-5 que comunica la vertiente Norte de la isla de Tenerife
Hace unos quince años, alguien decidió hacer un pequeño jardín junto a una de esas autopistas que forman parte integrante de nuestra cotidianeidad. Ese espacio se incluía como una de las piezas de un pacto urbanístico para la recalificación de unos terrenos rústicos con destino a la construcción de un área industrial, cuya principal factoría era una planta embotelladora de una bebida refrescante de marca hiperconocida.

<--- El promotor encargó el diseñó del jardín a unos entusiastas naturalistas que decidieron recrear una pequeña porción del bosque primitivo preexistente en la zona. El denominado Monteverde o Laurisilva, un relicto de la Era Terciaria que permanece en las islas Canarias y que desapareció de la plataforma continental europea hace ya unos cuantos miles de años. En una pequeña porción de terreno, que no supera los tres mil metros cuadrados, con una magnífica calidad del suelo, se plantó con esmero una muestra de plantas características de la laurisilva de la región atlántica de la Macaronesia. Una mezcla aleatoria de árboles, arbustos y otras matas que en sus inicios no eran sino pequeños palos frágiles perdidos en una plataforma vacía.
El proyecto contenía especies vegetales tales como Loros, Barbusanos, Adernos y Tiles, que nos son familiares a los isleños pero extraños y desconocidos fuera de estas islas porque son endemismos exclusivos. Hoy este peculiar jardín canario ha explotado con toda sus salvaje energía selvática. Los árboles han crecido y el terreno ha sido ocupado masivamente en una demostración del horror al vacío de lo biológico. Una representación de la ordinaria lucha de las especies vegetales por controlar el espacio.
Esta pequeña muestra boscosa, producto del esfuerzo intelectual, se encuentra retenida tras una débil valla a la espera de una recuperación inmediata del territorio circundante, a la menor muestra de desfallecimiento humano. La imagen que muestra este espacio rodeado de contenedores y carreteras pobladas de fantasmales vehículos, es una representación otra, frente al espacio mitificado de la situación contemporánea de este archipiélago en el borde de África. Ante la presentación romántica e idílica de Canarias como un paraíso volcánico circundado de playas bañadas por el sol, existe otra realidad amenazada de un territorio masacrado por un consumo implacable del suelo y de la circulación constante de mercancías. Este jardín canario es una metáfora, para el que lo quiera ver así de una, de una sociedad frágil a punto de sucumbir por una mala administración de los recursos geográficos heredados.
El mismo lugar en una tarde soleada y con la congestión habitual de tráfico en la autopista
Un paisaje en el que la recuperación del espacio por lo natural es una posibilidad siempre presente. —>

LOS ARQUITECTOS COMO MARCA DE CONSUMO

Portadas de arquitectos en significadas revistas americanas de alcance internacional.
A la izquierda Philip Johnson en Time, 8 de enro de 1979. Ala derecha, Jacques Herzog en el New York Times Magazine, 20 de septiembre de 1998

La marca personal es la última frontera del posicionamiento de los individuos como productos de consumo en esta era de la cultura digital. En un mundo crecientemente competitivo está siendo cada vez más importante establecer quienes te conocen y como te conocen. Por ello, muchos arquitectos buscadores de prestigio mediático construyen aplicadamente su marca personal. Analizan concienzudamente cuales son sus valores irreproductibles para exponerlos con eficacia y, también, como pueden ser percibidos por sus posibles clientes a lo largo y ancho del planeta.
Marcas arquitectónicas reconocidas. De izquierda a derecha, Rem Koolhaas, Toyo Ito, Glenn Murcutt, Steven Holl y el valor japonés emergente, Shigeru Ban

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Un precursor de estas cuestiones fue el arquitecto americano, Philip Johnson, un auténtico especialista en la difusión de su propia persona como marca arquitectónica identificable en el competitivo universo corporativo de la ciudad de Nueva York y, por extensión, los Estados Unidos de América. Siempre cultivó un aura de arquitecto comprometido con la causa de la alta cultura, llegando a ser uno de los patronos más significados del Museo de Arte Moderno de aquella ciudad. En los inicios de su relación con esa institución, epítome del arte moderno occidental, organizó en 1932 de una manera espectacular -es decir, con pompa extrema y entretenimiento- la conocidísima exposición The Internacional Style, que catapultó a la fama en aquel país a los que luego se convertirían en iconos de la arquitectura del siglo XX, Le Corbusier, Mies van der Rohe y tantos otros.
Pero las aportaciones de Philip Johnson a la arquitectura contemporánea son más que discutibles y su papel en la historia concreta de la arquitectura norteamericana se ha engrandecido exageradamente. Lo que si es cierto es que fue magnifico en las relaciones públicas, aprovechando todas las oportunidades que se le presentaron para apuntalar una fama creciente como arquitecto de referencia. Se dice que trabajando en el despacho de Mies, ya exiliado en América, llegó a piratearle la idea de la conocidísima Farnsworth House, para construir con antelación su famosa casa de cristal en su inmensa propiedad particular de New Canaan.
Uno de sus mayores éxitos mediáticos consistió en aparecer en la portada de la revista Time, en 1979, elegantemente vestido portando una maqueta del conocido edificio neoyorkino que ejemplificaba su abjuración del Estilo Internacional y el Movimiento Moderno en el justo momento del resplandeciente despegue del Postmodernismo arquitectónico. Pero sus piruetas y oportunismos en arquitectura tuvieron muchos otros episodios como el apadrinamiento de la exposición sobre el Deconstructivismo que también presentó esa nueva moda arquitectónica al universo cultural americano.
Philip Johnson construyó una marca de arquitecto claramente identificable en la cresta de la ola con esmero durante toda su vida, lo cual le reportó innumerables beneficios y un prestigio dudoso como arquitecto de referencia en la historia de la arquitectura americana del siglo XX. Un ejemplo de mercadotecnia personal que luego han seguido muchos otros de una manera entusiasta.

Según Vincent Grimaldi, una marca es una combinación de atributos, transmitidos a través de un nombre o de un símbolo que influencia el pensamiento de un público determinado y crea valor para su propietario.

Las marcas no crean directamente un prestigio o una reputación determinada pero si contribuyen a presentar edulcoradamente una cuestión a la manera publicitaria con objetivos claramente económicos. La relación entre marca y reputación se establece a través del posicionamiento, dicen los expertos en mercadotecnia. Crudamente, consistiría en el análisis de los valores y defectos de un determinado producto, servicio o incluso persona, así como las características del mercado clientelar al que se quiere acceder para presentarlo de la manera más favorable posible y que sea cuanto más conocido mejor. Un aspecto básico en estas estrategias de marketing profesional consiste en la identificación de aquellos aspectos distintivos y peculiares que podrían expresar, de una manera fehaciente, la competencia y cualificación de los especialistas en edificación, en este caso. Lo cierto en el caso de los arquitectos, es que esto se ha transformado en un proceso para la generación de espectáculos teatrales, cada vez más alejado de la verdadera arquitectura.

Cartel anunciador del documental del oscarizado director de cine Sidney Lumet sobre la forma de trabajo de su amigo arquitecto, Frank Gehry

El camino para la gestión de marca personal, lo han descubierto de una manera evidente las celebridades de todo tipo, estrellas de Hollywood, jugadores profesionales, etc. Este grupo de actores contemporáneos trabajan denodadamente para mejorar la presencia de su nombre en todo tipo de medios y es que la reputación no depende directamente del esfuerzo propio sino de lo que los otros piensen de uno. Gracias a ello, el posicionamiento de la marca puede gestionarse favorablemente y con ello obtener resultados económicos personales muy sustanciosos.
Esta cuestión se trabaja intensamente también en el caso de los arquitectos estrella. Si bien los mecanismos para llegar al reconocimiento, primero profesional y luego mediático, son tortuosos y escasos en el entorno contemporáneo. Revistas profesionales, premios de arquitectura, cortejo a la crítica favorable y contacto privilegiado con la academia, incluso una apuesta directa por el cine como en el caso de Frank Gehry, son recursos por los que se está llegando cada vez más intensamente a un reconocimiento falseado de la arquitectura en la cultura de masas. Aquellos elementos para el conocimiento de los avances disciplinares que antes constituían una garantía de objetividad sobre la calidad de la arquitectura han pasado a ser parte interesada en su proceso de reconocimiento mediático, jugando un papel cada vez más confuso.
En tiempos recientes, algunos arquitectos muy reconocidos se han volcado fervientemente en el esfuerzo para la construcción de sus propias marcas profesionales como iconos identificables. Un caso muy sugerente en la esfera internacional es el del holandés, Rem Koolhaas y su agencia de Rotterdam, OMA o Office for Metropolitan Architecture.

Portada del número monográfico de la revista española Croquis dedicada a Rem Koolhaas y OMA. Se aprecia el diseño simple del logo que ha sido posteriormente abandonado.

Koolhaas ha llegado a reconocer que su práctica profesional se cimenta precisamente en su consideración como una marca arquitectónica que resuelve todo tipo de problemas urbanos y de arquitectura espectacular. Su base profesional, OMA, es una auténtica fábrica de soluciones destinadas en primera instancia a satisfacer las sinergias publicitarias de sus clientes, generando logos, esquemas, maquetas e imágenes sorprendentes que enfatizan el esfuerzo propagandístico muy por encima de la arquitectura construida.
El logo de OMA se ha identificado con la marca exclusiva donde trabaja Koolhaas a la manera que los modistas de prestigio generan sus modelos para casas famosas consolidadas, Dior, Chanel, Gucci, etc. Lo curioso es que Koolhaas ha inventado su marca paraguas en un tiempo record a la misma vez que se expandía como consultora internacional de arquitectura y de proyectación urbana para envidia de grupos de ingeniería muy consolidados.

Es sintomático que los arquitectos que tienen una poderosa ambición para construir una marca con repercusión en el universo de los medios tengan una tendencia irresistible a vestir rigurosamente de negro. De una manera voluntariamente asumida, parecería que pertenecieran a una congregación religiosa claramente identificable.

El panteón de las actuales celebridades arquitectónicas en negro: Norma Foster, Frank Gehry, Jacques Herzog, Zaha Hadid y Kazuyo Sejima

La cuestión del negro en el atuendo es posible que estuviera motivada en sus inicios por una voluntad de renuncia intelectual a las pulsiones estéticas ligadas al consumo y el derroche. Sin embargo, en este momento el negro de los arquitectos reconocidos podría identificarse con el esfuerzo por generar una imagen de marca claramente identificable en un mundo altamente competitivo, estableciendo una sinergia visual con colegas situados en una estrategia comercial similar. El atuendo en negro apoyado con trajes de marca reconocible es un recurso simple de apropiación de una supuesta elegancia que refuerza el carácter de marca sofisticada al que aspiran algunos arquitectos, como ha reconocido expresamente por ejemplo, Zaha Hadid en un rosario de entrevistas a revistas y periódicos de medio mundo.
Haciendo una prospección rápida sobre algunas referencias de arquitectos marca de nuestros días se constata este efecto. Es el caso de Norman Foster, Frank Gehry, Jacques Herzog, Zaha Hadid o Kazuyo Sejima que han abrazado el negro como atuendo identificador y otorgador de distinción. Otros profesionales, como Renzo Piano, Glenn Murcutt y el noruego Sverre Fehn, prefieren presentar una imagen más desenfada y colorista, en consonancia con su concepción artesanal de una arquitectura más comprometida con sus futuros usuarios. El poderoso efecto de marca es indefectiblemente menor en estos últimos.
El premio Pritzker se ha convertido en el marchamo de entrada a este universo de la arquitectura espectacular en una ceremonia de reconocimiento internacional que tiene que ver principalmente con la visibilidad mediática de sus protagonistas. Es interesante constatar que Herzog y deMeuron lo obtienen a partir de la aparición del primero en la portada del New York Times Magazine en 1998. Momento en que es presentado como el icono definitivo de la elegancia en arquitectura, fotografiado delante de su emblemático edificio para las bodegas Dominus en Napa Valley, California. Algo similar le ocurriría en su momento a Phliip Johnson que obtiene este mismo galardón el año en que aparece en Time.

Otros arquitectos galardonados con el Premio Pritzker: Sverre Fehn, Rafael Moneo, Renzo Piano, Mendes Rocha y Siza Vieira

Enlaza lo anterior con otra fábula significativa que va construyendo un aura cultural sofisticada. Los arquitectos, que forman parte del universo de las estrellas internacionales, se precian de ser grandes conocedores de las distintas especialidades del vino que existen en el mundo. La viticultura de calidad se ha transformado en una seña de identificación de la alta cultura, un signo de clase rebuscado que reflejaría la supuesta acumulación individualizada de distinción. Apreciar el vino adecuado puede ser el elemento fundamental para la obtención de un encargo arquitectónico importante en los ritualizadas ceremonias contemporáneas de la cultura empresarial o política. Para las marcas arquitectónicas, las ventajas asociadas a los vinos exquisitos llegan al extremo de considerar la producción de caldos propios. Es el caso del español, Rafael Moneo, gran conocedor de vinos del mundo y, a la vez, poseedor de una bodega propia en su tierra de nacimiento, Navarra.

En China, los arquitectos también beben vino. Herzog&deMeuron en plena dirección de las obras del Nido de Pájaros en Pekín

Anécdotas superficiales como éstas permitirían exponer alguna hipótesis arriesgada, cuanto más oscura y lujosa es la impedimenta del arquitecto más irreal e inconsecuente es la aportación de su portador al mundo de la arquitectura entendida como actividad intelectual más allá de la mercadotecnia personal. Sinergías de marca. Zaha Hadid y el modisto Karl Lagerfeld en mutuo apoyo espectacular
Con este tipo de bombardeo mediático repetitivo hasta la saciedad se ha terminado por consolidar internacionalmente a algunos arquitectos como los iconos más representativos de una supuesta arquitectura de vanguardia que ha quedado ineluctablemente circunscrita a un aliento cultural discutible, adosados a la imposición de unos esquemas de poder económico y político insostenibles a largo plazo. Lo cierto es que esos edificios que se generan desde estas posiciones solo exponen gestos vacíos de contenido. Un griterío ensordecedor de gigantismos enfermizos, colores estridentes, transparencias forzadas, cáscaras y virutas retorcidas, plegamientos imposibles y toda una cadena sin fin de recursos espectaculares conducentes a la imposición de unos escenarios para la moda del espacio.
Arquitecturas que se consumen con una velocidad que se acelera en el tiempo y dejan de ser noticia inmediatamente para sustituirse por nuevos gestos más sorprendentes, si cabe. El carácter efímero de estos edificios incide en una durabilidad muy escasa apoyada en unas tramoyas apuntaladas con dificultad, que finalmente ocultan un despilfarro material y una insostenibilidad energética sin parangón en otros campos.

Como declararía Zaha Hadid en una entrevista preclara:

Yo soy mi propia marca y ser distinta aumenta mi caché. He tenido que sacrificar mi vida personal ya que no tengo tiempo para nada más que lo que hago. En la era de las estrellas vivimos en una gran trampa, la gente quiere verte. Si no apareces, se enfadan y te vas metiendo en una espiral de aviones que van consumiéndote la vida.

Nada es perfecto. Ni siquiera ser una celebridad con éxito en la arquitectura. Su consumo también es exigente y acelerado. Como la moda. —>

LOS NUEVOS ALMACENES DEL CONOCIMIENTO

Vestíbulo de acceso al Tokyo Data Center. Foto: alexkane, Flickr
Durante cientos de años la humanidad ha ido depositando el conocimiento en libros y bibliotecas. Pero en los últimos treinta años este proceso de acumulación ha sufrido una radical transformación de la que todavía no se vislumbra su magnitud. Crecientemente, la información convertida al formato digital ha pasado a disponerse en una multitud dispersa de espacios y edificios que contienen cientos y miles de pequeñas maquinas interconectadas. Por lo general, sin que se haya sido consciente de las implicaciones que este cambio ha producido en el acceso al saber, y la seguridad e intimidad personal, entre otras cosas importantes.

La aparición a mitad del siglo XX de la tecnología informática, del ordenador o computador personal, y finalmente Internet, ha supuesto un vuelco radica en la forma como se gestiona y difunde el conocimiento adquirido. De la plasmación de las ideas y los datos sobre páginas de papel hemos pasado en un instante histórico a una acelerada digitalización de toda la información disponible. Sin apenas darnos cuenta hemos empezado a acumular el saber histórico junto con otros tipos de información en oscuros espacios desconocidos. Lugares que nos son casi invisibles y sobre los cuales sería conveniente reflexionar.
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Esquema del centro de almacenaje de datos de la empresa Hosting.com en Irvine, California

A pesar de que en una primera instancia han surgido por doquier en los países más desarrollados, los nuevos almacenes digitales del conocimiento se están localizando en sitios muy concretos. Existe una tendencia a su concentración en lugares muy específicos y las decisiones sobre este asunto estratégico están siendo tomadas por empresas que no explican claramente sus objetivos y criterios. La concentración y acumulación del conocimiento por unos pocos está desarrollando privilegios y fuentes de información vitales sin que la inmensa mayoría de la humanidad sea consciente de sus repercusiones sobre el ejercicio del poder.
Lo cierto es que las inmensas galaxias y océanos de datos, cuyo tamaño se duplica cada cierto número de años en una extraña ley de Hubble, son todavía irrelevantes a la hora de la extracción de conclusiones específicas sobre el comportamiento íntimo de los individuos. Esto lo ha explicado muy acertadamente Simon R Garfinkel, experto informático en seguridad digital de la marina estadounidense, en un número reciente de la revista Scientific American (Investigación y Ciencia, Noviembre de 2008). Los algoritmos para la resolución de identidades, fusión de datos, y análisis cruzado orientados a tratar las gigantescas disponibilidades de información son todavía incapaces de extraer antecedentes fiables de una persona determinada. Ello, más allá de la identificación de su fecha de nacimiento, número de teléfono, etc., al generarse errores en una proporción muchísimo mayor a la de aciertos. La parafernalia de control personal difundida por la imaginería hollywoodiense, en películas como la Identidad Bourne, está todavía lejos de ser una realidad aunque el esfuerzo existe y esté en camino.
En los inicios de la nueva era de la información, como la ha bautizado Manuel Castells en su famosa trilogía, los ordenadores eran unos monstruosos artilugios que ocupaban centenares de metros cuadrados en unas condiciones tecnológicas precarias.
El surgimiento del ordenador personal y de los sistemas de almacenaje mediante cintas y discos magnéticos, produjo un vuelco fundamental que condujo a la extensión planetaria de las tecnologías informáticas. Nuevos conceptos extraídos del griego y con reminiscencias arcaicas, el Megabyte y sus herederos, Gygas y Teras, fueron haciéndose cotidianos para expresar la capacidad de almacenaje de datos en un espacio cada vez más reducido. El futuro
Peta reflejará una capacidad de acceso a un volumen de información que no hubieran podido soñar nuestros padres. Toda la historia acumulada en un dispositivo que cabrá en la palma de la mano.
La traducción digital del saber atesorado físicamente es un proceso que aun sigue en curso. Cientos de instituciones públicas y privadas están actualmente digitalizando sus posesiones para hacer realidad aquella colección universal completa de textos que se imaginó Jorge Luís Borges en uno de sus geniales relatos,
la biblioteca de Babel. Ha sido la conceptualización de lo que llaman contenidos que se archivan, textos y datos de todo tipo de los cuales las imágenes en movimiento lo que ha constituido la última frontera de la acumulación del conocimiento.
La aparición de Internet y su utilización masiva, hace escasamente una quincena de años, ha supuesto a su vez un cambio radical en la forma en que se accede y gestiona la información disponible. Un espacio inmaterial construido masivamente por las persistentes aportaciones de millones de personas en todo el mundo, realizadas de una manera anárquica y libre, sin que hasta ahora se vislumbre un control u orientación clara.
Un elemento relacionado con la información digital y que paulatinamente se ha ido configurando como crucial a los efectos económicos, es el lugar donde se guardan las aportaciones individuales, constantemente acopiadas y como se tratan masivamente los datos que flotan espontáneamente en Internet. La esfera política todavía no se ha percatado de este hecho esencial, para la independencia y la competitividad de las sociedades. La acumulación masiva de datos está teniendo lugar delante de nuestras narices a una velocidad de vértigo y sin que, por lo general, nos demos cuenta.

Proyecto de la empresa Terremark para el Neutral Access Point de las Américas en Miami

Algunas regiones y países como Europa, China o Estados Unidos, ya se han dado cuenta de la importancia estratégica de este fenómeno. Mientras ciertas economías están pensando en cuestiones que se relacionan con la potente capacidad de los nuevos centros de datos para la generación de empleo, otros actores sociales se han fijado el objetivo de controlar los masivos flujos de información y establecer un filtro legal o simplemente su censura previa.
Empresas estadounidenses lideran este proceso de acumulación de conocimiento, en primera instancia con objetivos económicos. Por ejemplo, Microsoft o Google en el universo de su gestión genérica o EBay o Amazon en el acopio de datos personales sobre gustos y aspiraciones, lo cual les está generando un poder de influencia extraordinario sobre las decisiones individuales de cientos de millones de personas.
En un reciente informe del semanario Economist, titulado
Donde la nube se encuentra con la tierra, se identificaba estos esfuerzos como un proceso de construcción empresarial similar al que durante la primera mitad del siglo XX llevaron a cabo las compañías de suministro de aguas, eléctricas y de telecomunicaciones. En ese trabajo se señalaba la reciente y creciente transformación hacia la ubicuidad de las utilidades que se suelen emplear para la interacción con la información digital. Este proceso lo han bautizado los anglosajones como cloud computing: Informática en nube, tratamiento etéreo o virtualización de la información en traducciones apresuradas.
La cuestión es que programas y servicios como el tratamiento de textos y la gestión del correo electrónico van a dejar de depender de la adquisición de determinados paquetes informáticos a instalar en las maquinas de nuestra propiedad para poder disponer de ellos en cualquier lugar que disponga de un acceso a la red telefónica o Internet. Con ello nuestros datos estarán globalmente disponibles pero no serán localmente gestionados y con ello, su control y disposición lo repartiremos con quienes han suministrado el servicio. La generación de bases de datos gigantescas a partir de esta valiosa información permitirá gestionar la oferta personalizada de productos en un proceso de manipulación creciente de nuestras necesidades al margen de la obtención de servicios que resultan ya irresistibles.
Amazon, el gigante de la venta en la red, es el que señaló el camino cuando en 2006 comercializó la oferta de un paquete de programas denominado Amazon Web Service, que permite la creación de una base de datos individual en la que acumular y poner a disposición de grupos y empresas recursos sin necesidad de tener una base física propia.
Otras empresas americanas han apostado por esta línea de negocio que supone la generación de una legión de centros de datos con millares de ordenadores interconectados. Google construye aceleradamente en estos momentos una infraestructura global formada ya por más de 40 centros de datos repartidos por todo el mundo que albergan más de dos millones de ordenadores. Microsoft está conectando a su red global una proporción de 35.000 nuevos servidores cada mes.

Vista aérea de un centro de datos en Quincy, Massachussets. Foto: cellanr, Flickr

Algunos lugares, como en las cercanías de Seattle en el estado norteamericano de Washington, se han convertido en verdaderos santuarios de datos, en una prolongación espacial de las sedes centrales de esas empresas especializadas en la gestión de la información y los servicios asociados.
La localización de centros de datos, o mejor dicho la generación de nuevas urbanizaciones especializadas, debe responder a requisitos estrictos y que dependen de la fiabilidad, eficacia y economía de las infraestructuras disponibles en el lugar. En muchas partes del mundo, algunos ya han percibido el importante negocio que supone la gestión informática de bases masivas de datos y aspiran a atraer la localización de estas fuentes de riqueza.
Entre los condicionantes esenciales para la localización de centros de datos está el suministro de energía disponible en cantidad creciente y muy barata porque tanto el funcionamiento de los propios ordenadores, su acumulación progresiva como la refrigeración necesaria para la disipación del calor asociado, generan un consumo muy elevado de electricidad.
Otra cuestión importante es la disponibilidad de una población culturalmente preparada y con capacidad para el manejo de las tecnologías y sistemas apropiados junto con conexiones próximas y eficientes a la red telemática global
La gestión de miles de ordenadores en funcionamiento permanente y unas condiciones necesariamente estables de temperatura ambiente ha convertido a la producción de enfriamiento regular y constante en el elemento básico de diseño de estos centros de datos o granjas de servidores como también son conocidos
Precisamente, países como Islandia se han revelado una buena localización al disponer de un clima extremadamente frío que hace superflua la refrigeración y contar además con importantes fuentes energéticas geotérmicas de bajo coste basadas en el vulcanismo superficial existente. Esta isla del Atlántico Norte aporta también otras ventajas evidentes como son una población con un buen nivel de formación y su posición relativamente cercana al eje de comunicaciones telemáticas más importante del mundo, el que conecta la costa Oeste americana con el sur de Inglaterra y Europa.

Localización de los principales cables telefónicos submarinos que conectan Europa y América. Fuente: Telegeography, 2008

IBM ha diseñado módulos acoplables de ordenadores, instalados en contenedores estándar, capaces de incrementar la capacidad de un centro de datos con enorme facilidad. Google ha puesto también sobre el tapete de la discusión sobre el futuro de estas instalaciones varias ideas para mejorar su eficiencia y economía. Una de ellas consistiría en localizar estos servicios en alta mar, alimentando sus necesidades energéticas con la fuerza de las olas y producir la refrigeración necesaria a partir de la renovación constante con fría agua de mar. Un diseño preliminar de esta idea circula ya por la red, definido como una especie de barco factoría anclado en medio del océano que albergaría cientos de ordenadores. Ejemplos de soluciones para centros modulares de IBM y barco de datos propuesto por Google

Muchas dudas se suscitan a los profanos en estas cuestiones. El problema es saber donde está el control y la responsabilidad final sobre la disposición de esta vasta información. Conocer quien ejerce algún tipo de atribución y porqué, sobre datos sensibles de millones de personas que no lo saben o han autorizado de una manera discutible su acumulación.
Por ello, los estados y las regiones deberían tomar consciencia de este problema y exigir la construcción de las llamadas eufemísticamente nubes locales de datos que puedan ser administradas y controladas por las propias colectividades más cercanas y no extender el peligro de que nuestra información sea gestionada y gobernada con fines exclusivamente económicos desde remotos lugares indefinidos.

LA ARQUITECTURA ¿UNA ESPECIALIDAD DEL MARKETING?

Espacio interior del pabellón de Finlandia en la Exposición Universal de Nueva York de 1939. Alvar Aalto. Foto Ezra Stoller
Decía Philip Kotler, uno de los teóricos más prestigiosos del marketing o mercadotecnia, que esa disciplina para la gestión empresarial es una herramienta esencial en un mundo caracterizado por un exceso de oferta de productos y servicios. La arquitectura se ha revelado un instrumento de marketing muy poderoso para establecer la imagen diferencial necesaria, ante la necesidad de generar ventajas reconocibles para poder competir eficazmente en mercados crecientemente escasos. <---
Debido a lo anterior en la estructura productiva contemporánea, la práctica de la arquitectura ha ido reduciéndose paulatinamente a una actividad relacionada con la generación de marca específica. Es decir, una tarea que concibe los elementos físicos imprescindibles para la clara identificación, diferenciación y promoción de las regiones, las empresas e incluso los individuos con capacidad y poder.
En esta asignación productiva, una importante parcela de las técnicas necesarias para la ejecución de edificios ha ido transfiriéndose paulatinamente desde el arquitecto a toda una legión de técnicos especialistas que, ejerciendo inicialmente un asesoramiento concreto, han adquirido mayor autonomía de una manera progresiva. A lo largo del último siglo, expertos en construcción, calculistas de estructuras, ingenieros para el desarrollo de instalaciones eléctricas, gestores de proyectos, etc. han estado colonizando los procesos inmobiliarios hasta reducir a los arquitectos a unos creadores de imágenes subyugantes, cuya tarea concluye supuestamente en la definición de la piel y el decorado del espacio entendido como producto económico.

Kotler define el marketing como la técnica de administración empresarial que permite anticipar la estructura del mercado elegido, para concebir, promocionar y distribuir los productos y servicios que la satisfagan y estimulen, maximizando al mismo tiempo la capacidad de la propia empresa.

En cierta manera, la práctica de la arquitectura reducida a actividad lucrativa es un servicio profesional que trata de ofrecer un asesoramiento para la definición de nuevo espacio construido de calidad. En su concepción básica, los arquitectos ofrecen el conocimiento necesario para obtener edificios que estén bien construidos y funcionen mínimamente para cubrir las necesidades requeridas. Pero la arquitectura, como hecho con un remanente cultural, pretende ir más allá y aportar una visión estética sobre el espacio que diferencie a sus usuarios como portadores de una identidad específica. Y es en este punto cuando enlaza con las necesidades promocionales a las que pretende atender y englobar la técnica del marketing.
Pero para que funcione un edificio como elemento publicitario y de promoción tiene que realizar alguna aportación que logre establecer una diferencia cualitativa. Diferencia sin la cual no cumpliría su función dentro de una estrategia de marketing exitosa.
Pero el marketing de arquitectura también tiene una vertiente menos brillante referida a la competencia y el éxito de los propios profesionales.

Case Study House n22. Los Angeles, 1952. Pierre Koenig. Foto: Julius Shulman

A lo largo de los tiempos, la inmensa mayoría de los arquitectos han desarrollado su tarea con la ambición del reconocimiento personal a través de la creación de un mínimo estado de opinión favorable hacia alguna de sus obras. Sin embargo, la generalidad de los edificios que pueblan nuestros territorios cotidianos, realizados por arquitectos titulados o simplemente meros constructores, no suelen alcanzar una valoración o reconocimiento colectivo más allá de su mera funcionalidad inmediata.

Entonces ¿Qué es lo que hace que un edificio pase a ser conocido como una obra de arquitectura relevante?

Normalmente, lo que se construye tiene una utilidad práctica al servicio de las personas que lo promueven y financian. En nuestros días, la importancia cultural de la arquitectura ha quedado relegada a un segundo plano frente a su transformación en reclamo mediático o publicitario. En este caso la valoración podría estar relacionada con su conversión en modelo de referencia al cual sea posible reconocer un lenguaje específico.
Para ello, los edificios tienen que contar con valores que constituyan una aportación novedosa y reseñable en algún campo de la cultura de masas para a continuación distinguirse y pasar a ser conocidos por el colectivo disciplinar y en última instancia por el público y la sociedad en general. El tránsito a la exhibición meramente espectacular de la arquitectura es una consecuencia inevitable.
La distinción en arquitectura, tal como lo podría entender Pierre Bourdieu, es una operación que antes se solía producir a través de su inclusión en la historia del arte y de la estética. Por lo general, los especialistas y los profanos han hablado siempre de aquellos edificios que se han diferenciado a los efectos históricos por suponer aportaciones esenciales a la propia práctica de la disciplina; bien por suponer un avance en la manera de construir y lograr estructuras capaces de soportar espacios interiores más amplios, bien por establecer patrones formales y espaciales singulares o ambas cosas a la vez.
En los inicios de nuestra civilización la transmisión y reconocimiento de la arquitectura se produjo a través del relato oral. Los elementos arquitectónicos de relieve conocidos coincidían con los monumentos primordiales. Es decir edificios excepcionales relacionados con la religión, el poder y el arte, como es el caso de las siete maravillas de la arquitectura en el pasado, que fueron el canon de la arquitectura hace más de 2000 años.
Un paso más avanzado en el reconocimiento de la arquitectura es el que supuso la tratadística: La creación de un corpus doctrinal de referencia al cual acudir para encontrar las soluciones expresivas para hacer edificios adecuados y bien construidos.
El único tratado de arquitectura conocido de la antigüedad se remonta al Imperio Romano y es el que produjo Marco Vitrubio Polión y del que todavía se suele recuperar su famoso adagio o triada, relativa a la necesidad del equilibrio en la obra de arquitectura entre construcción, estética y funcionalidad: firmitas, utilitas et venustas. Los tres principios o adjetivos esenciales que han guiado el reconocimiento de la arquitectura de calidad a través de los tiempos.
León Batista Alberti recuperó quince siglos después en su famosa obra De Re Aedificatoria, publicada en 1485, esta idea del tratado como elemento de referencia para la identificación de la arquitectura. El tratado de Alberti fue un esfuerzo de rescate de la antigüedad clásica, apoyado en el único tratado conservado de las épocas griega y romana, el texto de Vitrubio. En él, Alberti amplia y actualiza las ideas griegas y romanas de la arquitectura, lo que junto a la ilustración de sus ejemplos más significativos, le devolvería al clasicismo una preeminencia de la que careció durante toda la Edad Media.

Portadas e ilustraciones que acompañan a algunas de las traducciones españolas de los tratados de Vitrubio, Palladio y Laugier

El arquitecto veneciano Andrea Palladio aportó una publicación recopilatoria sumamente importante para entender la relación entre arquitecto y difusión disciplinar: los Cuatro Libros de Arquitectura. Una obra esencial para la comprensión de la arquitectura de una época inspirada en el clasicismo de la antigüedad, que fue traducida por toda Europa y que dio lugar a movimientos estéticos tan reconocidos como el Neopaladianismo en los países anglosajones. En ella, Palladio a través de grabados y textos explica las componentes esenciales de su visión manierista de la arquitectura clásica. Es este esfuerzo recopilatorio el que le daría la gran fama y preeminencia dentro de la historia de la arquitectura de todos los tiempos. Se podría aventurar que su influencia se ha extendido hasta casi nuestros días como consecuencia de la publicación del libro en Venecia en 1570,
A Palladio le han sucedido a lo largo de los siglos otros numerosos apólogos de la arquitectura clásica, gente como Laugier, Winkelmann y Durand, que reivindicaron el carácter racional de la disciplina a partir de los ejemplos griegos y romanos.
Durante la centuria pasada, el ejemplo más significado de marketing arquitectónico lo constituye el arquitecto suizo, Le Corbusier. Toda su trayectoria profesional se caracterizó por un ingente esfuerzo en la documentación minuciosa de su trabajo recogida en la Ouvre Complète, publicada en 7 volúmenes por el editor suizo Willy Boesiger durante una treintena de años, desde 1930 hasta 1965. Una tarea imprescindible para fortalecer su reconocimiento por la historia de la arquitectura como el más grande arquitecto del siglo XX y a la cual el maestro se aplicó con esmero durante toda su vida.

Fotografía de la portada del libro resumen de la obra de Le Corbusier, publicado por Willy Boesiger como colofón a la Ouvre Complète

Sin embargo, a partir de los años 30 y sobre todo desde 1950, las revistas tomaron el relevo en la difusión y reconocimiento de la arquitectura de ambición cultural. Toda una inmensa pléyade de publicaciones profesionales se extendió a lo largo de nuestros países europeos y americanos. Actualmente, puede que existan más 50 publicaciones relacionadas con el mundo de la arquitectura solo en España, reflejando su carácter de pórtico esencial al reconocimiento arquitectónico.
Las revistas de arquitectura constituyen un mecanismo básico para la distinción profesional y en ellas, ha adquirido un valor primordial, la imagen fotográfica. Ésta produce documentos gráficos que buscan explicar de una manera cada vez más sugerente el espacio y la estética que dan soporte a la obra construida. La fotografía de arquitectura se ha ido convirtiendo en una especialidad reconocida con representantes tan cualificados como los americanos Ezra Stoller y Julius Shulman, el japones Yukio Futagawa o en más recientemente, el alemán Roland Halbe.
El problema de la imagen fotográfica de arquitectura es que constituye una experiencia estética en si misma. En su relación a la difusión de las obras suele enmascarar la realidad de los edificios en una deriva que busca la mejora estética del producto. Algo que ha ido haciéndose cada vez más evidente. Por ello, las revistas se han convertido en una herramienta más de mistificación y propaganda profesional al servicio de una difusión tergiversada y restringida de arquitecturas y arquitectos mitificados en exceso.
La pérdida de valor real de las revistas de arquitectura como mecanismos para el establecimiento cotidiano de la arquitectura de referencia es una evidencia que queda demostrada en el progresivo reduccionismo sobre lo que realmente se presenta. Pareciera que la arquitectura que aporta valor se ha restringido a unos pocos personajes y marcas a los que se recurre constantemente.
El ascenso paulatino de Internet tampoco está contribuyendo a esclarecer cuales son las líneas disciplinares que realmente aportan elementos valiosos en nuestros días. La ausencia de crítica sobre lo construido y presentado, junto con la confianza exclusiva en la imagen, amplía el efecto mistificador generado desde las revistas profesionales.

Cincinatti Art Center. Zaha Hadid, 2006. Foto: Roland Halbe

La reducción de la labor de los arquitectos a expertos promocionales al servicio del marketing se completa en la actualidad con la proliferación de todo tipo de premios de arquitectura. Por lo general, estos eventos se concentran en el apoyo a lo ya claramente consolidado sin intentar asumir un mínimo riesgo o ejercer una apreciación crítica justificativa que aporte las razones por las que se eligen unos trabajos sobre otros.
La realidad contemporánea de la arquitectura que se publicita y apoya, se pretende establecer desde las redacciones de las revistas profesionales y los jurados de los premios. Estos reductos del buen gusto actúan como puertas para el acceso a la selecta arquitectura mediática en una operación complementaria más del fortísimo proceso de manipulación generalizada que sufrimos. Un camino hacia jugosos encargos y un status profesional falseado pero claramente rentable, que contribuye a la imposición de un status quo político y económico claramente negativo para el futuro de las personas, las sociedades y el planeta en su conjunto.—>

Reforma urbana de SLUSSEN

Una propuesta de remodelación del centro de Estocolmo por el equipo BIG
Me parece que esta es una propuesta bastante simple y fresca que refleja una gran ambición por lograr una arquitectura significativa para remodelar esta zona central de la ciudad.

Plan maestro del Puerto de Sønderborg

Con los años y el paso de las eras la capacidad luminosa de las “estrellas”, empieza a menguar en el firmamento.
Es un hecho que se puede comprobar con la propuesta preliminar que Frank Gehry ha preparado para la regeneración de la ribera de esta ciudad danesa.
Es una lástima pero creo que hay saber cuales son los límites personales sobre todo en el urbanismo.