Siguiendo el consejo de mi amigo Fernando Sáenz, he seguido este video que resulta tan inspirador. Espero que les resulte tan interesante como me ha parecido a mí.
Siguiendo el consejo de mi amigo Fernando Sáenz, he seguido este video que resulta tan inspirador. Espero que les resulte tan interesante como me ha parecido a mí. En 2007, los medios de comunicación europeos pusieron el problema de la inmigración en el primer plano de la atención pública. La atracción de las personas de los países desfavorecidos hacia las regiones desarrolladas se llegó a interpretar como el principal desafío al que debía atender las sociedades avanzadas como las nuestras. Un año después, la cuestión sobre cual es la alternativa futura más viable a los combustibles fósiles ha pasado a ser el centro del debate en periódicos y televisiones.
Granjeros del futuro En esta línea de pensamiento, la revista Economist ha dedicado el pasado 21 de junio un monográfico especial dedicado a esta cuestión. En el que se reconoce la inviabilidad a largo plazo de los derivados del petróleo ante una demanda desbocada, espoleada desde los países en desarrollo y su consecuencia más inmediata, una fuerte escalada de los precios en los mercados mundiales de materias primas.
Parque eolíco en el mar. Midelgrunden, Dinamarca. Foto: Archidose La potencia de los vientos para producir electricidad es otra posibilidad que actualmente cuenta con un gran predicamento al haberse consolidado claramente su rentabilidad a largo plazo con el abaratamiento tecnológico producido en las últimas décadas. En los años 80 del siglo XX todavía se consideraba de una manera generalizada como una idea propiciada por iluminados ecosofistas irredentos. La apuesta por la tecnología eólica realizada por determinados países europeos, como Dinamarca, Alemania y más tardíamente España, con un fuerte apoyo de financiación pública, ha llevado a que el paisaje agrícola de estos países europeos se haya cubierto de innumerables molinos que harían las delicias de Don Quijote. En este momento, la capacidad eólica mundial está creciendo a una tasa del 30% anual, superando ya los 100 Gigavatios, lo que evidencia el éxito de este tipo de iniciativas.
Campo de prototipos de turbinas heliodinámicas. Stirling Energy Systems Otro campo de experimentación energética es el que se refiere a la transformación directa de la radiación solar. El dispositivo de referencia en el aprovechamiento del sol es la célula fotovoltaica basada en obleas de silicio. Desde el descubrimiento de las condiciones eléctricas de este mineral y su posterior empleo en el programa espacial americano ha experimentado un escaso desarrollo. Sin embargo, la mejora de la eficiencia de estos aparatos que transforman directamente la energía del sol en electricidad ha sido fulgurante en los últimos tiempos a partir del uso de otros materiales más sofisticados como el Telurido de Cadmio. Fachada recubierta con módulos fotovoltáicos convencionales de silicio. Museo de la Tecnología de Terrasa, Barcelona. Foto: Solar24horas, Flickr En cuanto a la cuestión del esfuerzo para lograr una mayor eficiencia energética es una posibilidad que ataca directamente a las formas impuestas de relación social y productiva. Afectaría al insostenible sistema económico tal como se concibe actualmente. Habría que aumentar la consciencia social sobre lo que está suponiendo el transporte de todo tipo de mercancías y productos a muy larga distancia sobre la base de mecanismos logísticos sofisticados y que se fundamenta en el consumo de recursos energéticos no renovables y artificialmente baratos. Planta solar en el desierto de Mojave, Estados Unidos. Foto: Inhabitat El modelo de transporte personal en vehículo privado que permite el trabajo alejado de la residencia, las relaciones sociales en lugares distantes o el ocio turístico incluso en otros continentes mediante el desplazamiento aéreo, es un desatino para la humanidad si se consideran sus efectos a largo plazo. Los movimientos ecologistas propugnan actitudes radicalmente diferentes como el principio de desplazarse a pié siempre que ello sea posible para atenuar la altísima dependencia en los países industrializados del vehículo a motor. Según este principio sería deseable tener el trabajo lo más próximo al lugar de residencia; al igual que los colegios, el comercio y el acceso a los servicios básicos. Algunas alternativas intermedias consistirían por ejemplo, disponer de vehículos más pequeños, de eficiencia máxima y bajo consumo o realizar el desplazamiento en bicicletas, lo que en áreas urbanas permite una velocidad de movimiento totalmente similar a la que ofrecen los coches. Plano de proyecto de la central hidroéolica de la isla del Hierro, con sus dos depósitos de agua a distinto nivel comunicados por un doble conducto y su parque de molinos superior. Fuente: Gorona del Viento S.A. Ha sido presentado como un modelo energético ejemplar, 100% autosostenible para esa isla, cuenta con total apoyo institucional, tanto de los políticos de todo el arco político del archipiélago canario, español y europeo, y que, sin embargo, todavía tiene un largo trecho temporal hasta que pueda convertirse en esa realidad ilusionante e imaginada que se espera en estas islas. Recientemente se ha presentado en mi ciudad, Santa Cruz de Tenerife, una iniciativa tendente a la modificación de un edificio significativo, la antigua plaza de toros. Aunque el caso pueda parecer anecdótico y muy local, el ejemplo es interesante para entender como afrontan algunas instituciones públicas determinadas actuaciones que afectan al espacio público.
Esta plaza de toros es una construcción que forma parte indisoluble de la imagen de la ciudad. Ya aparece en algunas panorámicas antiguas de la ciudad de comienzos del siglo XX cuando la arteria urbana central no estaba ni siquiera replanteada, el conocido anteriormente como paseo de los coches y hoy en día, por un anacronismo que no voy a calificar, como rambla del General Franco.
Aspecto del entorno de la plaza de toros a principios del siglo XX. Foto: ]v[orlock, Flickr
Es un edificio de una calidad muy discutible, destinado originalmente a una actividad, la tauromaquia, que no ha tenido un arraigo real en el archipiélago de Canarias. Está abandonado desde hace bastantes años y presenta un estado deplorable motivado por la desidia de sus propietarios. Su autor fue el arquitecto municipal, Antonio Pintor, ejecutándose en 1893 sobre la base de un proyecto del año anterior. No es una construcción reseñable por su arquitectura, representando un historicismo trasnochado y de mala calidad constructiva con sus fachadas de arcos apuntados terminados con revoco de cemento que remedan un supuesto estilo neomudéjar o andaluz. En ella se han celebrado variadas actividades, entre las cuales destacan hasta mediados de los años 70, las corridas de toros que nunca tuvieron mucha repercusión en esta isla. También funcionó como cine al aire libre, recinto para conciertos y combates de boxeo. La última actividad reseñable es la que supuso la celebración de los actos centrales del Carnaval de la ciudad hace más de 20 años. La ciudad creciendo alrededor del edificio. Foto de 1940 Sin embargo, para los habitantes de mi ciudad representa un hito simbólico que constituye una referencia urbana fundamental. Cualifica mentalmente un parte sensible del centro urbano. La plaza de toros de Santa Cruz forma parte indeleble de la memoria urbana de esta pequeña isla que ahora quieren transformar, y lo más probable eliminar, para solamente satisfacer las ambiciones de enriquecimiento inmobiliario de algunos. Una tranfsormación claramente especulativa de un edificio histórico cpn el apoyo mediático de arquitectos de prestigio.Reconversión de un depósito de gas en Viena. Jean Nouvel y Coop Himmelblau, arquitectos. Foto: frengo, flickr En este proceso resulta cautivadora la connivencia de los dirigentes municipales, democráticamente elegidos, apoyando y encauzando la transformación legal pretendida para que pueda ser digerible por los habitantes de esta pequeña ciudad en aras de un supuesto beneficio colectivo.
El espacio ocupado por la Plaza de Toros se determina como una Actuación de Renovación Urbana para viabilizar el uso de equipamiento recreativo y cultural que históricamente ha tenido, admitiendo también como usos compatibles los culturales, socioasistenciales, docentes y deportivos, además de permitir los de pequeño y mediano comercio y de restauración y hostelería.
Y además, La actuación incorporará un aparcamiento rotatorio y para residentes pudiendo para ello ocupar la superficie que fuera necesaria de los espacios libres adyacentes. Ante la insatisfacción colectiva de la población, manifestada ante la posible desaparición del edificio en la prensa local y por variados colectivos ciudadanos, el Ayuntamiento ha decidido la convocatoria de un concurso de ideas con el propósito no claramente expresado de aumentar aun más el aprovechamiento otorgado hasta alcanzar casi los 14.000 m2 de construcción, tal y como se desprende de la lectura de las bases publicadas. Fichas correspondientes a la ordenación vigente de 1992 y la propuesta por la revisión en curso de aprobación, donde se define el área sujeta a concurso Con ello se empeoraría la congestión urbana existente en una zona altamente densificada de la ciudad, su centro más antiguo. Se va a incrementar probablemente el tráfico de vehículos derivado de la aparición de un nuevo aparcamiento central y unas actividades comerciales y lúdicas en una zona ya altamente equipada. Todo ello sin apenas contrapartida para una mejora urbana real. Una alternativa en este sentido podría ser simplemente la compra de este espacio, hoy todavía privado, para su destino como pequeña plaza o parque público arbolado y abierto a la ciudad que estuviera acondicionado para que se pudieran celebrar representaciones públicas al aire libre. Estado reciente de las obras de transformación de la plaza de toros de las Arenas en Barcelona para su conversión en centro comercial. Foto: ainvar12, Flickr Últimamente, se asiste a un recurso constante a la presentación de este tipo de operaciones a través de una especie de aura cultural con la participación de arquitectos de fama supuestamente reconocida. La presencia de la arquitectura se ha transformado en una especie de herramienta de marketing para la venta de propuestas dudosas en las que la producción de imágenes estéticamente atractivas contribuya a la venta de actuaciones difícilmente digeribles por la colectividad. Proyecto de Palacio de Congresos en Badajoz de los arquitectos Selgas y Cano, inspirado en restos de plazas de toros preexistentes Desearía equivocarme y espero que de este proceso puedan salir finalmente algunas cosas buenas para el conjunto de esta ciudad. La planificación urbanística contiene en su fundamento un germen letal que puede transformar la tarea de la ordenación del crecimiento de las ciudades en pasto de especuladores y corruptelas múltiples. La asignación de aprovechamiento a terrenos que previamente no tienen valor edificatorio, ha ido derivando paulatinamente en un espacio para la expansión de la picaresca.
Por supuesto, el planeamiento tuvo en sus orígenes una justificación más o menos lógica en la previsión del crecimiento urbano y que surge como un instrumento con un aura racionalizadora. Formalizar la ciudad futura ha sido una tarea que ha ocupado durante la última centena de años a innumerables disciplinas y profesionales: desde la arquitectura y la ingeniería a la geografía, la abogacía, etc. Para la urbanística española y por extensión mundial, el precedente de los proyectos de ensanche de las ciudades de Madrid y Barcelona es un hito histórico de referencia al respecto.
Plan Castro para el ensanche de Madrid. 1857 La planificación del nacimiento y desarrollo de las ciudades ha sido una herramienta más dentro de la panoplia instrumental surgida del ideario racionalista que se ha basado en una confianza en la fuerza de la colectividad para ordenar el espacio habitado en beneficio colectivo. Sin embargo, la creciente apetencia de los operadores inmobiliarios por obtener el máximo beneficio en la explotación de un bien monopolístico, el suelo, ha llevado siempre a la continua tergiversación y retorcimiento de los elementos proyectados. En los últimos tiempos en España, las continúas triquiñuelas y trampas multimillonarias que están detrás del manejo del suelo han aflorado abruptamente a la luz de los medios de comunicación. Ello espoleado por promotores y propietarios de variado pelaje con la connivencia entusiasta de muchos políticos municipales elegidos supuestamente para manejar el interés común de los ciudadanos.
Seed bombing para el cultivo de trigo en terrenos no ajardinados. Periferia de una ciudad indeterminada. Foto: Torrion28, Flickr
Ante esta situación de deslegitimación de la ordenación territorial como actividad burocratizada algunos han optado por respuestas cínicas, y hasta simpáticas, en la denuncia de las prácticas irracionales y corruptas que se presentan en el manejo de nuestros terrritorios. Es el caso de las propuestas del arquitecto sevillano Santiago Cirugeda que desarrolla sus actividades en España y, también de las acciones del grupo londinense Guerrilla Gardening.
Meses atrás he entablado contacto con Santiago Cirugeda en el IV Foro de Urbanismo que se celebró en Murcia. Un encuentro extraordinario en el que se vio reflejado el fuerte proceso de mutación que está sufriendo especialmente la actividad de arquitectos y urbanistas. En su intervención en el Foro explicó algunas peculiares acciones orientadas a exacerbar las contradicciones del sistema legal urbanístico. Cirugeda es una auténtica estrella que convierte sus trabajos en una especie de recurrente actuación teatral o circense y que va recopilando en su página de Internet Recetas Urbanas que recomendaría visitar. Cuenta ya con muchos ejemplos de acciones interesantes que evidencian lagunas de la actual legislación urbanística así como los absurdos de algunas normativas aplicadas en los municipios españoles. La búsqueda de resquicios legales permite a este arquitecto apropiarse de espacios públicos mal utilizados o simplemente abandonados. Una acción singular es la que desarrolló el año pasado en la isla canaria de Fuerteventura dentro del marco de una Bienal de Arquitectura y Paisaje. En el paradisíaco paraje de Cotillo al norte de la isla y sobre una urbanización turística clandestina que se apoyaba en un plan urbanístico ilegal, llevó acabo el desmontaje de una de las calles ejecutadas con el objetivo de hacer aflorar las contradicciones implícitas a un sistema legal disparatado. El trabajo lo tituló Plan de Recuperación del Territorio Majorero y Protección Especial de la Población Autóctona y se presentaba como un instrumento de ordenación supuestamente aprobado por el organismo que controla estas cuestiones en el archipiélago, la Comisión de Ordenación del Territorio y Medio de Canarias.
El arquitecto Santiago Cirugeda ante su “obra” La instalación en el lugar de grandes carteles en tres idiomas con sus correspondientes anagramas falsos de instituciones locales, indicando la posible implantación de una limitación a la población europea no autóctona de la isla desató protestas de posibles compradores ante las respectivas embajadas a pesar de que la urbanización era claramente clandestina. El texto central de la pancarta decía textualmente:
El uso extensivo del territorio por parte de una oferta turística desarrollada para la masiva inmigración europea (alemana principalmente), que ha llevado a la aparición y aumento del parque inmobiliario en la Isla, y la disolución y desfigure de la cultura majorera, evidencia la necesaria y urgente implantación del Plan Especial de Protección de la Identidad Majorera (PPIM), aprobado el 3 de Marzo del 2007, y que tiene como base fundamental para su desarrollo la siguiente normativa y en especial, la aplicación urgente de su artículo 7 (PPIM) Art.7 PPIM Limitación de la población europea, no autóctona, en territorio majorero, según baremos marcados por directrices y acuerdos europeos vigentes. En ningún caso una comunidad de cualquier nacionalidad europea superará el 30% de la población residente en Fuerteventura. Comienzo Fecha de aplicación. Julio 2007.
Los atónitos visitantes locales ante la instalación artística Pero lo más anecdótico ocurrió cuando destruyó parcialmente una de las calles de la urbanización clandestina con la connivencia de un operador local de movimiento de tierras al que ofreció una posible participación económica en las tareas de desmonte de las calles realizadas. En visita posterior de las autoridades locales y ante su asombro frente a lo ejecutado, la instalación artística desarrollada por el arquitecto, amenazaron con acciones judiciales por destruir una ilegalidad manifiesta.
Ajardinamiento de parterres abandonados en Westminster Bridge. Londres, 2008 Incluso se han escrito varios libros sobre el tema. Richard Reynolds, un activista británico ha escrito On Guerrilla Gardening y define el heterogéneo movimiento como una práctica de la jardinería y el cultivo de plantas en terrenos ajenos sin permiso de sus responsables o dueños. Dice Reynolds en la entrevista del New York Times que esto es una historia política de gente que cultiva cosas donde no debe, desde los invasores hondureños hasta los artistas y estudiantes que bautizaron el término en Nueva York a comienzos de los años 70. Durante la crisis financiera, las autodenominadas Green Guerrillas empezaron a plantar en las parcelas abandonadas del Lower East Side, o recortaban setos con formas extrañas. Después de algunos enfrentamientos, la ciudad dio carta de naturaleza a muchas de estas plantaciones, creando el primer programa de jardinería comunitaria, reservando una parte de los terrenos abandonados como espacio libre antes de que se produjeran los clásicos procesos de gentrificación. Muchos jardineros consideran su trabajo como un hobby, pero las transformaciones urbanas desarrolladas por la generación previa de jardineros comunitarios no se pueden explicar como una tarea de simples aficionados. Al contrario estos jardineros están trabajando en la reforma de su entorno y sus propias vidas en sintonía con su visión del mundo, sus habilidades y una multidimensionalidad de acciones. Sus motivaciones son variadas pero una remuneración no está entre las prioritarias. Construir comunidad es un gran objetivo, que implica un variado rango de cuestiones, la necesidad de amistad, camaradería, ayuda mutua e intervención ecológica sobre el entorno próximo.
Un grupo de Jardineros Guerrilleros en Calgary, Canadá en plena acción. Foto: Grant Neufeld, Flickr Pero lo importante de este asunto es que, en variados lugares del mundo desarrollado y con la participación de muchas personas, las propias comunidades se autorganizan frente a imposiciones cada vez más autoritarias al servicio de intereses que no tienen en cuenta las necesidades reales de la población. Según señalaba en un artículo reciente la economista italiana Loretta Napoleoni, en el mundo hay comida para todos. En algunos lugares tenemos una dieta sensiblemente mejor que en el pasado y los precios de los alimentos son los más bajos de los últimos cuarenta años. Pero sin embargo, 1.000 millones de personas padecen hambre.
Lo relevante es entender cuales son las causas de semejante contradicción. Una primera aproximación al entendimiento de esta cuestión la ofrece el propio título del artículo de Napoleoni, Comida hay, pero a precio de petróleo. Sacando conclusiones de otro informe auspiciado por el Banco Mundial y Naciones Unidas titulado Evaluación internacional de la ciencia y tecnología agraria para el desarrollo, el problema del hambre relacionado con el acceso a productos agroalimentarios no se debe tanto a una posible escasez de producción, que no existe, como al coste final que implica su desplazamiento planetario. El precio de la energía necesaria para el traslado de bienes comestibles hace inaccesible económicamente algunas producciones básicas para la alimentación de la población en los países más pobres. En el mundo desarrollado se ha impuesto un modelo de alimentación altamente homogeneizado, que se basa en el transporte masivo de productos cultivados en sitios muy lejanos. El sistema se apoya en una alta eficiencia funcional a partir de cadenas logísticas muy sofisticadas que al menor fallo generan pánico masivo como el ocurrido estas semanas atrás en España, a raíz de una huelga salvaje del sector del transporte. The greenhouse project. Una apuesta por la agricultura local en Johanesburg. Inhabitat
El aumento acelerado del precio del petróleo y la transformación de la agricultura tradicional hacia una producción altamente tecnificada, totalmente orientada a la exportación a los mercados mundiales, ha originado en el último siglo la desaparición de las prácticas agrarias destinadas a los mercados locales. Las pequeñas plantaciones y granjas han ido siendo sustituidas paulatinamente por explotaciones cada vez más centralizadas en las que la participación de la mano de obra también ha ido disminuyendo inexorablemente hasta convertir al sector agrícola en un epígrafe casi marginal de la economía de muchas regiones y lugares.
El cambio de tendencia en el último lustro que ha supuesto el desmesurado incremento del coste de los combustibles fósiles, algo que va a ir a más según señalan los expertos, está dando al traste con un sistema de distribución basado en la disponibilidad de una energía muy barata. El constante aumento de los combustibles y de la electricidad está dificultando progresivamente la eficacia de los mecanismos existentes para el control, acumulación y distribución de los productos alimentarios a escala mundial. En estos momentos de crisis, las alarmas están sonando en muchos y distantes lugares en los que la población está intentando entender en un primer momento lo que está pasando. Sin embargo, la paralización de los estamentos políticos y la ineficacia de muchas administraciones públicas para valorar efectivamente la magnitud del problema requerirían que se produjera rápidamente una toma de conciencia global que catalice los cambios que será necesario realizar a nivel de cada localidad o región para contrarrestar la inviabilidad del sistema alimentario. Sin embargo, las inercias sociales son tan fuertes que en este intervalo de parálisis es fundamental recopilar y difundir iniciativas que pueden ayudar a un cambio de mentalidad respecto a la producción y distribución de los alimentos para orientar su adquisición colectiva de una manera más sostenible. Según un trabajo reciente titulado Hacia un cambio radical del modelo alimentario y publicado en Le Monde Diplomatique, tres criterios deberían ser los que deberían tenerse en cuenta para apoyar otro tipo de producción agrícola y ganadera. En primer lugar, el ecológico para que se evite la gran contaminación que producen los abonos y pesticidas que caracterizan las producciones industriales actuales. También es necesario considerar la perspectiva sanitaria, tratando de generar el modo de alimentación más adecuado al mantenimiento de una buena salud general de la población. Y en último término, considerando la atenuación del impacto que sobre el territorio, la cultura y la idiosincrasia de los lugares, ha ejercido una forma de distribución de los bienes de consumo altamente depredadora. Lo anterior no puede significar la recuperación romántica de formas de producción del pasado. La agricultura futura debería ser más próxima y estar influida por la aplicación de los últimos conocimientos científicos que señalan la insostenibilidad de los modelos productivos masivos, ligados a una gran contaminación de suelos y acuíferos así como altamente insaludables debido al añadido de todo tipo de aceleradores químicos. Comer menos carne, reducir la importación de productos no estacionales y relocalizar con criterios de proximidad en todo lo posible la producción agrícola y ganadera deberían ser objetivos a asumir cultural y colectivamente. En algunos lugares se están experimentando ya alternativas que resultan altamente innovadoras y estimulantes sobre otras formas de producción alimentaria. Un ejemplo es la propuesta denominada Comunity Supported Agriculture (Agricultura Soportada Comunalmente), aparecida en el portal profesional americano Planetizen. Granjeros locales de la East Lake Comunity Development. Decatur, Georgia. Planetizen
Greg Ramsey es un arquitecto de Atlanta que está trabajando con notables resultados en este campo. Propone un nuevo tipo de comunidad urbana que integra la actividad agrícola como parte fundamental del diseño urbanizador. Presenta un ejemplo denominado Gaia Gardens, situado en una parcela de 8 hectáreas que preserva el 60% de la superficie disponible para jardines y cultivos al servicio de la comunidad. Lo más interesante es el sistema organizativo por el cual los residentes han contratado a un equipo formado por agricultor y granjero a tiempo completo para el mantenimiento de la producción y el suministro de productos frescos a los residentes. El sistema permite la venta al mercado local del excedente de legumbres, fruta, leche, etc. de una manera que es posible su mantenimiento económico sin un excesivo coste.
Ordenación del East Lake Commons Development, Village Habitat Design En Europa, existe también una larga tradición de huertos comunitarios localizados en las ciudades en los que se llevan a cabo tareas agrícolas como hobby de residentes en barrios densamente poblados. En Barcelona, el Departament de Parcs i Jardins se han puesto en marcha desde 1997 varias iniciativas de este tipo, tendentes a proporcionar pequeños terrenos para el cultivo en régimen de alquiler y destinados a diversos colectivos de vecinos. El cultivo de vegetales y flores es protagonista de estos pequeños parques utilitarios que actualmente utilizan jubilados para entretener su tiempo libre. En un futuro podrían servir también como recurso básico para la obtención de alimentos más baratos que los importados a través de los sistemas convencionales de distribución.
Entre otros huertos de carácter comunitario, en el distrito de Gracia de la ciudad de Barcelona, se ha generado L’Hort de l’avi (el Huerto del abuelo), próximo al mundialmente famosos Parque Güell del arquitecto Gaudi, que se compone de parcelas entre 25 y 50 m2. Cuentan con los apoyos necesarios para facilitar las prácticas agrícolas a los usuarios, tales como armarios individuales para aperos, vestidores y área de descanso con servicios de apoyo, etc. Entre los requisitos para participar en esta iniciativa catalana, la administración de parques exige pasar un período de prueba de 6 meses así como realizar una producción biológica sin fertilizantes, abonos ni plaguicidas. El arriendo de las parcelas es por un período máximo de 5 años y entre otros requisitos tienen preferencia los habitantes de los barrios más próximos.
Huerto en el barrio de Ofra. Del portal de noticias: Lo que pasa en Tenerife En mi ciudad también se ha producido algún tímido intento liderado por los propios vecinos para hacer este tipo de actividades como el que se ha presentado recientemente en el barrio de Ofra. Varios jóvenes de una manera voluntariosa y anecdótica han puesto en cultivo algún jardín abandonado de su entorno. Cómo los ricos y poderosos dan forma a nuestro mundo
Deyan Sudjic Ariel. Barcelona 2007
La arquitectura ha estado, de una manera u otra, casi siempre ligada al poder. Eso sí, con un carácter subalterno, como instrumento para reforzar el alcance ideológico de la dominación. Este curioso libro incide en esta cuestión, hace un repaso a la experiencia de la arquitectura contemporánea para desenmascarar la retórica y los mecanismos con los cuales algunos arquitectos venden su trabajo como algo esencial en la conformación del espacio de nuestras ciudades.
El autor, Deyan Sudjic, tiene a sus espaldas una trayectoria notable como crítico de arquitectura. Ha dirigido la revista italiana Domus y en 2002 dirigió la famosa Bienal de Arquitectura de Veneciay es actualmente director del Design Museum de Londres. Sudjic, en otro libro esencial de 1992, The 100 Mile City, diseccionó el devenir de algunas ciudades que han mutado de una manera extraordinaria a partir de los años 80 del siglo XX. En ese trabajo describía el papel que han pasado a desempeñar metrópolis como Londres, Tokio, Nueva York o Los Ángeles, cuyas características económicas y su creciente especialización productiva en la cúspide del sistema global son fundamentales para entender el devenir de la evolución de determinados artefactos arquitectónicos que pueblan nuestra contemporaneidad, tales como museos, centros comerciales, aeropuertos, etc.
Patio de la nueva Cancillería. Albert Speer, Berlin 1938 Speer, tal y como se desprende de este libro y de la lectura de su propia autobiografía quizás más aun, fue siempre un extraordinario manipulador de la egolatría de los poderosos, con un conocimiento extremo de la psicología de sus clientes. Contaba con una gran capacidad para la organización que le llevó finalmente a dirigir la producción del armamento en la fase final del III Reich. Pero lo más relevante era su gran capacidad de seducción y disimulo que transformó en un arma imbatible para lograr construir tanto su arquitectura como presentar siempre una imagen personal favorable. Una serie de episodios que se relatan van definiendo el carácter y las estrategias del arquitecto hasta llegar a su culminación, cuando tras salir de la prisión de Spandau, intentó corregir los datos existentes sobre él mismo en los Bundesarchiv para presentarse ante la historia de la manera más favorable. Para ello, y según se relata, intenta sobornar a un funcionario para lograr la sustitución de su diario personal como inspector general de edificios del Reich por una versión más edulcorada.
EUR 42. Obra magna de Mussolini Muchos otros ejemplos del seguidismo de la arquitectura hacia el poder autocrático se reseñan a lo largo del libro. Estrategias de la arquitectura que contribuyen al refuerzo ideológico de las más execrables dictaduras como las que han representado Stalin en la Unión Soviética, Mussolini en Italia o el general Franco en España. Con ellas, se ilustra el importante papel que la arquitectura tiene en la formalización física de la propaganda contemporánea. Como dice Sudjic: La construcción no solo tiene la finalidad práctica de dar cobijo, ni la de crear las infraestructuras modernas de un estado. Aunque pueda parecer anclada en el pragmatismo, es una expresión poderosa y extraordinariamente reveladora de la psicología humana. Es un medio de hinchar el ego humano a la escala de un paisaje, una ciudad o, incluso una nación.
Como se puede leer, para Sudjic la arquitectura tiene un papel fundamental en la formalización de la nacionalidad como concepto político formulado como mecanismo para la conquista del poder. Según el autor, la creación de la imaginería de un Estado y su aplicación con éxito en el territorio más extenso posible puede considerarse como una táctica de guerra librada por otros medios. Si un país no cuenta con sus propios símbolos nacionales puede conseguir una suerte de gloria reflejada adoptando el estilo de una potencia declaradamente victoriosa, que sea sinónimo de eficacia, valor y éxito.
Auditorio de Tenerife. Santiago Calatrava, 2002
Los rascacielos representan otra aproximación a la construcción de la identidad de los lugares con el apoyo de los empresarios locales. Son iconos que fomentan la sensación de identidad de regiones amplías necesitadas de promoción económica y de obtener con ello, una presencia destacada en los medios y ante el resto del planeta. La frase que presenta a una ciudad como sed del edificio más alto del mundo ha ejercido en los dos últimos siglos una atracción popular muy potente.
Museo Guggenheim de Bilbao, Frank Gehry. Foto: José Luis RDS, Flickr El 3 de junio de 2007 coloqué mi primer texto en este Blog, Islas y Territorio. Se titulaba Los perjuicios del coche y en él enumeraba las razones por las que creo que deberíamos empezar a renunciar a este medio de desplazamiento y utilizar más el transporte colectivo. De repente ha transcurrido un año y apenas he sido consciente del tiempo pasado. Tempus fugit.
Dos cuestiones que me interesan forman parte del título de cabecera, las islas y el territorio. Son temas que me preocupan, las islas como lugares de una fragilidad y límites evidentes que constituyen un campo de pruebas que anticipa lo que puede ocurrir en espacios más extensos; el territorio como concepto de lugar transformado por la cultura y del que la humanidad se ha apropiado hasta convertir el planeta en un soporte dedicado exclusivamente a nuestra actividad. Me ha parecido fundamental mantener una regularidad y constancia en mi participación en este universo asombroso que llaman el ciberespacio. He insertado videos desde ese medio extraordinario, YouTube, que se va a comer la televisión convencional. También viñetas y caricaturas, entrevistas periodísticas, recuerdos a compañeros desaparecidos, y, sobre todo, textos en más de 60 ocasiones. Es como si uno dispusiera de un pequeña revista personal especializada en mis obsesiones. He pretendido ofrecer algunas veces reflexiones personales y en otras ocasiones divulgar ideas sobre aquellas cuestiones que me preocupan. En su mayoría están inspiradas (por no decir, copiadas) en textos de muchísima gente que he leído durante bastantes años. Mi motivación ha sido casi la de un desahogo frente al amordazamiento al que nos someten los poderes dominantes. El llamado universo real se ha convertido un lugar en el que las únicas ideas que difunden los medios de comunicación convencionales son aquellas que permite un tamizado sutil de lo conveniente al servicio de los intereses dominantes, tanto políticos como empresariales, locales y globales. Me preocupan los problemas territoriales que afectan a los espacios geográficos, principalmente a las islas. El urbanismo y la arquitectura han sido mi ocupación durante casi treinta años y he escrito profusamente sobre ello. Quizás se deba a que he sido responsable de una revista de arquitectura hace muchos años, Basa, el órgano de expresión de los arquitectos canarios. También es posible que exista una voluntad didáctica que me viene de mi fugaz paso por la Escuela de Arquitectura de las Palmas de Gran Canaria. Cosas de la edad: la querencia de enseñar a los más jóvenes. Pero sobre todo, este esfuerzo me produce una satisfacción extraordinaria porque me ha permitido ir desgranando ordenadamente aquello que pienso o he pensado a lo largo de los años sobre muchos temas relacionados: la arquitectura, el arte, el diseño de parques y el paisaje, el urbanismo, la ordenación territorial de las islas, la energía, la geografía y la omnipresente economía. En un reflejo condicionado por el pasado, me gustaría también trasladar estos textos a libros impresos, de esos que se compran en las librerías y de los que todavía no cuento con ninguno en mi haber. Como muchos, la vanidad hace que pretendas llegar a cuantos más, mejor. Alguien me ha dicho que realmente lo que me inspira es el protagonismo. Nada más lejos de mis intenciones básicas. Me mueve un deseo de expresar ideas y participar en la discusión sobre los temas que nos afectan a todos para superar con racionalidad las tremendas manipulaciones que contribuyen a sujetarnos en beneficio de unos pocos. Lo cierto es que mis palabras han ido teniendo repercusiones insospechadas. Últimamente, han sido utilizadas como argumento para un programa político electoral en mis islas. Gracias, Virgilio por tu confianza y buena suerte en tu difícil andadura como nuestro principal representante gremial. Empecé con la intención de dirigir lo que escribía a mis colegas de la isla de Tenerife pero con el transcurso del tiempo he observado que han ido quedando reducidos a una pequeña fracción de mis anónimos lectores. Poco a poco han sido rebasados por colectivos de Madrid y Barcelona y, más recientemente, por grupos de Buenos Aires, Ciudad de México y, en fin, de muchos lugares de ese vasto continente que es Sudamérica. Siempre recordaré la vez que hice una crítica a la arquitectura de los arquitectos famosos que invaden mi isla con sus supuestas maravillas arquitectónicas. La respuesta desde Italia, a lo que llamé La invasión de la arquitectura siniestra, fue masiva, animándome a desenmascarar más rotundamente la supuesta arquitectura apoyada por los medios de comunicación profesionales y la colaboración timorata de la gran mayoría de nuestros colegas. Pero lo que más me asombra cada día que pasa es el interés que pueden despertar mis columnas semanales en gentes dispersas que no conozco y me brindan su atención. Me resulta extremadamente sorprendente lo que le pueda interesar a alguien que accede a esta página, por ejemplo, desde Angola o Nueva Zelanda. ¿Qué cosas son las que pueden resultarle de interés? Internet es una herramienta maravillosa que te atrapa y te permite acceder a un conocimiento extraordinario. De acuerdo a las estadísticas del último mes, se abren una media de 120 páginas diarias. Lógicamente, no todas se leen. Muchos me critican la longitud de mis entradas pero creo que es fundamental una mínima extensión para poder explicar con coherencia un pensamiento. Las imágenes son también fundamentales en esta explicación que pretendo de las cosas, puesto que son metáforas poderosísimas, aparte de que me gusta mucho la fotografía. Siempre que viajo me acompaña mi máquina digital con la que fotografío los lugares que visito; desde hace algún tiempo vierto una selección de lo visto en otro lugar que me ha resultado esencial, Flickr.com y que suelo enlazar a través de ese widget lateral que incluye esta página. Una cosa que si echo en falta es un mayor nivel de participación y la aportación de debate. Reconozco que es engorroso ponerse a escribir y a mi también me cuesta enormemente, aunque no lo parezca. Creo que es fundamental el intercambio de pareceres aunque sea para negar las posiciones del otro, porque en cualquier caso el diálogo respetuoso siempre es enriquecedor para todos y de la síntesis nacen propuestas valiosísimas. Gracias por leerme y hacerme comentarios durante este año tan corto. Espero seguir ahí una temporada más colocando regularmente mis pensamientos.
En el fondo, una reproducción de un cuadro del artista italiano Vito Campanelli y un múltiple-casita de Juan Gopar Marina de Cope en Aguilas, Murcia. Master Plan indicativo de la propuesta ganadora del concurso internacional. Landmarks y EDSA, 2007
A lo largo del siglo XX ha tenido lugar un desarrollo extraordinario en uno de los sectores económicos que actualmente presentan más dificultades, el inmobiliario. Uno de sus objetivos más lucrativos siempre ha sido la creación de nuevo espacio urbano y su materia prima es el territorio con valores paisajísticos potenciales.
Vista aérea de una de las islas de Port Grimaud
En España las salvajes recalificaciones de suelo han estado ligadas en muchos casos a uno de los productos inmobiliarios de mayor éxito, lo que algunos denominan eufemísticamente como turismo residencial. Este segmento del mercado turístico es el que se relaciona con el deseo de cambiar la residencia habitual, el traslado a lugares atractivos en los que se produzca un encuentro con la costa, el clima amable y una forma de vida idealizada. El poderoso desarrollo del turismo en la segunda mitad del siglo XX también ha catalizado la creación de una potente industria ligada a la construcción de estos paraísos soñados para el descanso y el contacto con el sol, el mar y el paisaje natural.
Sin embargo, el creciente deterioro de muchos espacios costeros ha obligado en una etapa madura del sector inmobiliario turístico a la búsqueda de argumentos que facilitaran la continuidad y viabilidad de los procesos urbanísticos y constructivos a largo plazo. La experiencia vivida en los últimos cuarenta años en el arco mediterráneo, desde la llamada Costa Esmeralda en Italia hasta el sur de España, ha significado la creación de un vasto espacio urbanizado continental organizado a lo largo de potentes ejes viarios y de transporte que cada vez encuentra más dificultades para continuar su expansión. Algunas formas de colonización de la costa han tenido especial fortuna entre las empresas inmobiliarias y se recurre a ellas constantemente como estrategia para allanar las reticencias que se están planteando con fuerza creciente frente a los procesos de transformación masiva de los espacios costeros. Dos ejemplos claros de esta estrategia de aumento del valor añadido de la promoción son las marinas y campos de golf asociados a urbanizaciones residenciales gigantescas. El modelo urbano de la marina parte de la visión que tuvo un arquitecto francés de los años 60, Francois Spoerry. Gran aficionado al deporte de la vela se planteó el objetivo de poder atracar su pequeño yate en la puerta trasera de su casa como una visión ligada a un pequeño poblado marinero tradicional y pintoresco. En 1966 comenzaba las obras del que sería en años posteriores uno de los lugares de mayor éxito de la Costa Azul francesa, Port Grimaud, situado en la gran bahía de Saint Tropez. Actuando a la vez como promotor, urbanista y arquitecto conformó una gran urbanización lacustre, organizada a lo largo de canales, que se convertiría en un modelo de referencia para otras propuestas posteriores del mismo autor como Port Liberté en Estados Unidos. Este poblado, a la manera de Venecia contemporánea, se situó sobre una zona pantanosa de escaso valor. Comprende más de 3.500 viviendas en 3 y 4 alturas, cuyo modelo básico tiene 60 m2 y tres dormitorios y se conoce como maison de pêcheur en referencia a un supuesto origen relacionado con la pesca.
El espacio urbano característico de Port Grimaud Port Grimaud es el argumento publicitario contemporáneo de muchísimas apuestas inmobiliarias de gran calado, basadas en la interacción entre tradición, deportes náuticos, gran densidad urbana y architecture douce, como tituló Spoerry, el libro en el que explicaba su visión promocional del nuevo modelo de ciudad turística.
La Ciuda Jardín de Mont Ferrer. Una ordenación urbana alrededor de un campo de golf y frente a la nueva costa artificial en la Marina de Calviá.Propuesta para la revisión del Plan General de Calviá. Ricard Pié y Rosa Barba, 1.988 Este modelo de reconfiguración de los territorios costeros se ha intentado plantear también como estrategia para una recualificación de algunas áreas turísticas obsoletas. Es el caso de las propuestas definidas para Calviá y Magaluf, en la isla de Mallorca, a comienzos de la década de los 90. La introducción de vastos espacios anegados se tomó como argumento para planificar la expansión del elemento fundamental de la ciudad turística mallorquina, la costa, en un intento de ampliar el territorio turísitico hacia espacios traseros a la primera línea de playa. El proyecto de la Marina de Calviá, formando parte de la propuesta para la revisión del Plan General del municipio avivó con escasa fortuna el debate sobre como afrontar la renovación de los espacios degradados en las islas más comprometidas con los desarrollos turísticos de masas.
Imagen urbana actual de un resort de Polaris World con su supuesto campo de golf Los llamados resorts de Polaris World cuentan con un campo de golf, eso sí, diseñado por el famoso golfista Jack Nicklaus y promociones de varios miles de viviendas con terraza hacia un paisaje maquillado que nada tiene que ver con la realidad del entorno. Sus rimbombantes nombres, Mediterranean Lands, Hacienda Riquelme, Condado de Alhama, sugieren un universo exótico latino rodeado de sol que no se corresponde con unos lugares desolados que no cuentan con los mínimos elementos de cohesión urbana, equipamientos, comercio, etc. que los hagan viables como pequeñas ciudades. Varias urbanizaciones del complejo Palm Jumeirah recién terminadas. Dubai, 2007 La publicidad no suele hacer referencia al calor asfixiante y a las difíciles condiciones de habitabilidad existentes en un territorio, el desierto, que carece de cualquier posibilidad de autosuficiencia. Todo se enmascara con un lenguaje que se asemeja a una supuesta arquitectura de raigambre local y el acceso a atracciones urbanas disparatadas. Vista aérea de Nauru donde se observa el sistema portuario insular, organizado para el embarque de mineral de fosfato. Foto: lotto 94024, Flickr
Dos islas de reducido tamaño en el Pacífico suroccidental, Nauru y Tikopia ofrecen visiones contrapuestas sobre como afrontar la sostenibilidad territorial a partir de organizaciones sociales y económicas diversas. Mientras Nauru es un lugar de habitabilidad altamente inviable a medio plazo, Tikopia ha funcionado como territorio autosuficiente durante más de tres mil años.
Ortofoto de las islas de Nauru y Tikopia en proporción aproximada a su tamaño. Imágenes extraidas Google Earth
Uno de los últimos países que se ha incorporado a la Organización de Naciones Unidas es la pequeña isla de Nauru en la región de la Micronesia al norte deAustralia. De acuerdo a los datos de Wikipedia, la República de Nauru es una nación insular sobre un atolón cuya superficie es de solo 21 km2, que contaba con 9.275 habitantes en 2007, que fue primero colonia alemana y luego dependió de Australia hasta que alcanzó la independencia en 1968.
Aeropuerto de la Republica de Nauru. Foto: Cedric, Flickr
Por el contrario, la economía de Tikopia se ha basado históricamente en una explotación agrícola intensiva y altamente racionalizada del escaso territorio disponible de tal manera que se garantizase una autosuficiencia completa. La producción se ha organizado según principios de cultivo muy adaptados territorialmente a las características del bosque tropical preexistente y con la consciencia de una capacidad de población muy determinada y limitada. La organización política de la isla muy enraizada en una cultura participativa ha tenido que adoptar en algunos momentos decisiones extremadamente difíciles para garantizar la supervivencia colectiva. Según datos históricos, en 1600 resolvieron colectivamente eliminar todos los cerdos de la isla y sustituirlos por la pesca de altura, ya que esa especie consumía demasiado vegetal que podía ser necesario para la alimentación de la población. También se ha señalado que en algunos momentos no ha estado mal visto socialmente el infanticidio con el objetivo de mantener una población estable y autosuficiente.
La laguna central de Tikopia. Foto: Archidose.org
Finalmente, la integración entre la sociedad y el territorio, que se encontraron los primeros europeos que visitaron la isla a principios del siglo XIX, se caracterizaba por un equilibrio inestable pero bien gestionado entre población y soporte físico y biológico. Lo que percibieron los primeros colonos occidentales fue un territorio tropical lujurioso en el que la primera impresión de sus bosques y frondas de palmeras como algo natural en realidad enmascaraba una especie de huertos masivos y absolutamente antropizados en beneficio de la población residente. Los Tikopios habían logrado crear una economía totalmente autosuficiente basada en una microgestión muy eficiente del territorio destinada a una población limitada.
Hasta fechas muy recientes y desde un punto de vista social y político, la solución de los problemas que se plantean en esta pequeña isla se ha decidido colectivamente, con la gente valorando y trabajando conjuntamente para su resolución. Un caso interesante es el que se refiere a los métodos tradicionales empleados en Tikopia para el control poblacional, se han manejado con naturalidad técnicas simples para la contracepción y el aborto con el objetivo de no superar la población máxima asumida por todos. En casos extremos, la exigencia social del celibato, la poligamia o incluso, el infanticidio han funcionado como solución a un crecimiento desmedido. El antropólogo Jared Diamond en su libro Colapso, señalaba también otro método sorprendente de control poblacional, el suicidio colectivo practicado en Tikopia hasta fechas tan recientes como 1950. Aunque pueda parecer desmesurado e irracional a ojos occidentales, el ejemplo de la isla de Tikopia en las Salomón, representa el otro extremo de una relación viable con el medio ambiente disponible. En situaciones de crisis, como las que vivimos actualmente en el conjunto del planeta, se deberían buscar alternativas y soluciones de gestión territorial menos dependientes del consumo energético y el transporte, como la que representa la Republica de Nauru y más orientadas al autoabastecimiento, como la llevada a cabo en Tikopia durante milenios. Stata Center, MIT. Boston. Frank Gehry, arquitecto. Foto: Christopher Chan, Flickr
A partir de la universalización de las telecomunicaciones, primero en los países avanzados y más tarde en el resto del mundo, se ha ido produciendo una profunda mutación que tendrá unas repercusiones espaciales que todavía no somos capaces de percibir en su totalidad.
Una nueva generación está abrazando aceleradamente una forma de vida diferente, cuya metáfora más aproximada es la que se identifica con el modo de vida de las tribus nómadas que habitaban los desiertos en el pasado. El beduino tecnológico contemporáneo, como bautizaba el semanario The Economist a esta nueva especie en un informe reciente (12/04/2008), aprovecha las tecnologías digitales y habita un inmenso espacio a la manera de desierto por el que se desplaza constantemente con un equipaje muy reducido. El nómada digital apenas necesita recursos físicos para su subsistencia económica e intelectual. Estos nuevos comportamientos inéditos de los individuos, que van a experimentar una aceleración sin precedentes en los próximos años, probablemente transformarán las relaciones habituales con el medio físico de una manera extraordinaria, cumpliendo así una de las profecías que ya avanzó Alvin Topfler en La tercera ola, la irrelevancia de un lugar concreto para trabajar o relacionarse socialmente, la superación de muchos desplazamientos obligatorios a los que estamos acostumbrados. La extensión ubicua de la interconexión de los lugares y las personas a partir de las tecnologías de las telecomunicaciones móviles está originando una auténtica revolución en las áreas metropolitanas más desarrolladas del mundo. Los nómadas digitales se relacionan con el mundo provistos de herramientas cada vez más compactas, bautizadas con acrónimos renovados constantemente, un universo de palabras y definiciones en progresiva evolución: Ordenadores Portátiles, PDAs (Asistentes Digitales Personales), UMPC (Ordenadores Personales Ultra-Móviles), Blackberrys, IPhone, etc. Estas nuevas tribus no necesitan un lugar concreto para acceder a la información y al trabajo, existen oasis que les ofrecen un enlace para su relación con la red de redes. Internet. Concurren protocolos y herramientas de acceso que se renuevan constantemente: las actuales opciones ADSL (conexiones fijas de alta capacidad de transmisión) WiFi (Telecomunicaciones abiertas y universalmente accesibles sin cables), HotSpots, etc. El nómada contemporáneo puede ser alguien cercano, no identificable fácilmente y que ni siquiera necesita ya trasladarse constantemente por razones de trabajo. Lo hace probablemente por motivos más afectivos, por conocer personalmente los atractivos de los lugares y las sociedades así como a determinados individuos con intereses similares. Se caracteriza no por lo que porta sino por lo que conoce y al igual que los habitantes del desierto, su equipaje es mínimo aunque sabe donde puede obtener los recursos que necesita.
Un espacio WiFi: Bryant Park, New York. Foto: wallyq, Flickr
Está transformación en curso hará posible que, dentro de muy poco, aquellos que trabajamos en la administración y los servicios no necesitemos acudir diariamente a un lugar concreto para realizar nuestras tareas. Un parque, un café, nuestras casas o nuevos lugares adaptados a las necesidades digitales, lo que alguien ha definido como Third Space (el Tercer Espacio), podrán ser ámbitos que sustituyan a oficinas y sedes empresariales tal y como las concebimos actualmente. La interacción cara a cara seguirá siendo una necesidad a largo plazo, pero la realización de aquellas tareas concretas que siempre se han ejecutado individualmente, podrán ocurrir en la mesa de al lado o al otro lado del océano. Según Manuel Castells, la característica básica y más importante de estas nuevas relaciones que se expanden es la permanente conectividad y la disponibilidad constante en red.
Stata Center, MIT. Vista Aérea del nuevo edificio
La característica arquitectura de Gehry, con sus reminiscencias al Cubismo, se adapta maravillosamente a una demanda de lugares variados y sorprendentes que permitan el encuentro despreocupado de estudiantes y profesores, así como espacios para el retiro temporal de sus usuarios sin recurrir a las habituales aulas y despachos departamentales que tanto han caracterizado a los edificios universitarios en el pasado reciente.
Espacio interior del Stata Center con sus pintorescos usuarios
La palabra clave es informalidad, que se suele emplear como referencia para el fomento de la creatividad y la atracción del talento. Un discurso que tiene un fundamento equivalente entre muchas empresas tecnológicas y que encaja muy bien con el cambio sociológico que está teniendo lugar con el acceso universal a la información.
El CooglePlex de Mountain View a vista de pájaro
Nuevas sedes de Google se están realizando en otros países siempre con la idea de lograr espacios placenteros y altamente conectados a la red de telecomunicaciones. En estos casos, se utilizan también referencias a las costumbres y modos de vida local como atractivo para identificar a esa multinacional con la idiosincrasia de las distintas regiones a las que se dirige su expansión.
Un espacio de trabajo de la nueva sede de Google en Zurich
Muchas empresas están teniendo muy en cuenta estos procesos en su crecimiento. El ejemplo de los cafés Starbucks o las librerías Barnes&Noble en Estados Unidos señalan el camino. Sus puntos de venta se plantean buscando una identificación con sus clientes, su comodidad y, nuevamente, dotando de facilidades para la conexión inalámbrica. |
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