NARRATIVAS EXPERIMENTALES

 La ribera de Kop van Zuid en el sur de Rotterdam
A veces te encuentras en lugares enigmáticos en los que se sitúan construcciones y artilugios que no puedes comprender. Intentas explicar cual es la razón de su peculiar disposición y forma sin llegar a entender cabalmente que es lo que ocurre allí. Algo así me ocurriría meses atrás a orillas del río Maas.

Las riberas urbanas suelen presentar un encanto especial cuando han dejado de estar colonizadas por las infraestructuras portuarias. Las urbes más dinámicas del mundo se han ido creando junto al mar y los ríos a lo largo de los siglos. Las grandes superficies acuáticas han desempeñado siempre un papel relevante como espacio para las comunicaciones a larga distancia y de ahí el estimulo para situarse junto a ella.
Siempre es un placer recorrer la orilla de las ciudades fluviales porque, además de disfrutar de amplias perspectivas, se detectan las huellas de la presencia humana, aquellas que ha ido acumulándose a lo largo de generaciones. En nuestro deambular colectivo nos acompañan esas brisas, el sol y las vistas que hacen a estas franjas estrechas entre la ciudad y el agua especialmente atractivas. Multitud de pequeños detalles llaman la atención del paseante en su tránsito por esas fachadas urbanas que nos cuentan pequeñas historias cotidianas, tanto sobre formas de vida ya desaparecidas como la manera en que nuestros contemporáneos se deleitan en esos espacios abiertos a la acción de los elementos y el clima.
Por eso es especialmente retador cuando encuentras algunas disposiciones de elementos en el paisaje sobre las que no tienes ninguna referencia: A veces nos tropezamos con formas y edificios que no puedes explicar y, por eso, resultan más enigmáticos aun, si cabe.

Algo de esto me ha pasado hace unos meses, paseando por la margen sur del río Maas en Rotterdam, justo después de atravesar ese monumento icónico de la ciudad que es el puente Erasmus. Acudes a contemplar el vibrante barrio de Kop van Zuid y te topas con unas construcciones que resultan incomprensibles situadas en su borde ribereño. Un escenario de elementos y formas cuyo lenguaje configura un paisaje surrealista que expresa con toda rotundidad la contemporaneidad actual de la ciudad.
Aunque te suena la arquitectura de sus formas solo al cabo del tiempo caes en la cuenta de que es una propuesta del equipo alemán Bolles+Wilson Architekburö de Münster, formado por los arquitectos Julia Bolles y Peter Wilson. Ellos son también los autores del cercano Teatro Luxor y han tenido la suerte de poder llevar a cabo aquí un trabajo de investigación que ha generado un espacio singular. Es entonces cuando recuerdas que has visto esas imágenes en alguna ya vieja revista española de arquitectura, como El Croquis. De vuelta a casa investigas en esos ejemplares que se han dedicado a explicar el trabajo de estos profesionales.
Así redescubres que la ordenación de este muelle urbano es el despliegue de una nueva narrativa completamente experimental en la que se juega con ideas sugerentes que rememoran conceptos que son sugerentes en sí mismos: La casa de los vigilantes del puerto, las rocas electrónicas, el jardín pétreo de los números fijos y la torre digital de los números cambiantes. Ese tipo de descripciones rebuscadas a las que son tan dados los arquitectos para apoyar la creatividad sin anclaje, un esfuerzo de diseño que no responde a una racionalidad estricta.

 Maqueta del proyecto para el espacio. Bolles+Wilson. El Croquis, 67
Sus propias explicaciones del proyecto ayudan a precisar la poética que subyace tras esta narración paisajística. Así señalan que la forma de la casa de los vigilantes obedece a la necesidad de albergar los dispositivos para el control del tráfico de buques y la gestión de los puentes móviles, radares, ordenadores, etc. Es la expresión de una nueva época caracterizada por la influencia de la tecnología electrónica y digital. En mi impresión, el motivo formal de esa arquitectura, un pequeño edificio triangular, elevado a gran altura sobre el muelle y apoyado por ligeras patas tubulares, se asemeja a un insecto a punto de deslizarse sobre la superficie acuática. Para los autores, sin embargo, surge de una explicación fortuita: El tema es el de la vigilancia desde una altura de 12 metros (la altura de los ojos de un capitán de barco): otra máquina perspectiva.
A su lado se despliega sobre el suelo el Jardín de los Números Fijos que consiste en una explanada pavimentada con piedra granítica en la que se incrustan algunos números metálicos de acero inoxidable (unos números abandonados, según los autores) que nos rememoraría así algunos datos relativos al lugar. Por ejemplo, las cambiantes alturas del nivel del agua y también un acróstico numérico, cuyo resultado es caprichosamente el guarismo 15 para el resto de la eternidad. Se disponen también algunos asientos abandonados a la manera de enormes piedras blanquecinas que se iluminan al atardecer y se sitúan bajo una poderosa pérgola metálica que invoca las piezas gigantes que se acumularían en los astilleros que allí debieron existir en el pasado.

Edificio de control de tráfico fluvial. Arquitectos: Bolles+Wilson
Al otro costado del puente percibimos la llamada Torre de los Números Inconstantes que son acogidos en unas cajas luminiscentes dentro de una forma escultórica de malla hiperbólica. Esos anuncios muestran un despliegue de números electrónicos, útiles e inútiles, elegidos aleatoriamente por los autores según su propio albedrío: la hora, la temperatura, el tamaño de la población mundial que crepita constantemente en un crecimiento imparable.
Esta explanada sería algo así como un espacio autista para el que sus autores no previeron un uso concreto. Indican en su texto justificativo que eso se deja a la imaginación de los visitantes ocasionales. Y, por ejemplo, les gustaría que sirviera como escenario urbano pintoresco para que los novios se hicieran las correspondientes fotos tras la boda.
Así, en el lugar más insospechado, uno se encuentra con una propuesta poética inverosímil en un mundo totalmente devastado por la economía.

Los últimos edificios de oficinas surgidos al sur del río Maas

CUATRO AÑOS DE ESCRITURA

 Esta semana se han cumplido cuatro años desde que empecé por primera vez a redactar textos para esta página. Como cada año hago una pequeña reflexión sobre lo ocurrido desde entonces, conmemorando así esa efeméride, de alguna manera. He aquí mis pensamientos en esta ocasión.


En Islas y territorio he publicado ya cerca de 200 artículos sobre las más variadas cuestiones, entre las que predominan las relacionadas con la arquitectura y el urbanismo. Visto en retrospectiva, este blog casi me parece una enormidad. Una especie de diario recurrente en el que ejerzo un esfuerzo de disciplina intelectual para poner mis pensamientos en orden. Y también, intento exponer temas e ideas de otros que me interesan y que me parece importante divulgar. Algo que no es fácil, pero que considero cada vez más necesario.
Con el paso del tiempo he ido consolidando un formato uniforme de texto, apoyado con imágenes que suele alcanzar las 800 palabras. Suelen ser tres páginas que superan la mera noticia. Es así un soporte que me permite exponer un argumento sobre un tema de tal manera que se pueda analizar con un mínimo de profundidad. Algunos me critican su excesivo tamaño pero creo que es muy necesario ejercer una mayor reflexión sobre las cuestiones que nos afectan en una época caracterizada por la superficialidad y la banalización del pensamiento. Es más, lo hago como una invitación al debate para que otros puedan también contraponer aquí sus opiniones y argumentos con los míos. Algo que no consigo a menudo.
Tres años (4 de junio de 2010)
Por supuesto, se me puede acusar de vanidad y de buscar un protagonismo público pero, como dije ya, ante todo lo que pretendo expresar ordenadamente mis ideas y divulgar aquello que me parece interesante. Mi intención última está más ligada a intentar comprender las cosas que suceden dentro de mi ámbito profesional y buscar compartir mis inquietudes. Michel de Montaigne en sus célebres Ensayos ya iniciaría a algo así finales del siglo XVI y lo explicaría entonces mucho mejor que lo que yo pueda decir:
Es ésta una escritura de buena fe, lector.
De entrada te advierte que con ella no me he propuesto otro fin que el doméstico y privado. En ella no he tenido en cuenta ni el servicio a ti, ni mi gloria. No son capaces mis fuerzas de tales designios. Lo he dedicado al particular solaz de parientes y amigos: a fin de que, una vez que me hayan perdido, puedan hallar aquí algunos rasgos de mi condición y humor, y así alimenten, más completo y vivo, el conocimiento que han tenido de mi persona. Si hubiera escrito para conseguir el favor del mundo, habríame engalanado mejor y mostraríame en actitud estudiada. Quiero que me vean con mis maneras sencillas, naturales y ordinarias, sin disimulo ni artificio: pues píntome a mi mismo. Aquí podrán leerse mis defectos crudamente y mi forma de ser innata, en la medida en que el respeto público me lo ha permitido.
Así, lector, yo mismo soy la materia de mi texto: no hay razón para que ocupes tu ocio en tema tan frívolo y vano.
Una explicación -que comparto bastante- de las motivaciones que nos mueven a los que hacemos este tipo de ejercicio intelectual. Prefiero quedar por pedante antes que por insincero, sobre las razones que me han impulsado a escribir a lo largo de tantos años.Antes de este blog, ya había tenido algunas experiencias previas en este campo de la escritura y la publicación. Durante los años 80 dirigí la revista BASA, órgano de expresión de los arquitectos canarios, y allí contribuiría con un numeroso grupo de artículos sobre arquitectura y urbanismo. También he colaborado en algunos libros colectivos y he publicado algunas cosas en la prensa local canaria. Lo cierto es que hasta el inicio de esta experiencia bloguera, en más de veinticinco años, no logré redactar más de 100 textos. En comparación, lo que he hecho ya aquí supera con creces cualquiera de mis experiencias previas.
Un nuevo aniversario (30 de mayo de 2009)

Con el tiempo he ido ampliando las plataformas en las que colaboro y ejerzo de alguna manera el liderazgo. Primero, la que representa los intereses de mi oficina, Consultores de Planeamiento, Paisajismo y Arquitectura. CPPABlog es un espacio para la divulgación de lo que hacemos y también para exponer trabajos y propuestas que nos han llamado la atención, definiendo así una manera y una filosofía para afrontar nuestra tarea cotidiana. Más recientemente, y a raíz de, ser elegido como integrante de la junta directiva del Colegio de Arquitectos de Canarias, también he empezado a impulsar este año otras plataformas de expresión en la red en las que los miembros del equipo exponemos las noticias, iniciativas y debates que afectan a los arquitectos canarios y, especialmente, de mi isla .Tanto en Facebook con Arquitectos de Tenerife, más orientada a dar noticias, como en el blog de la Junta de Demarcación en el que se profundiza en la información y debate de ideas. A veces, pienso quecon ello me he ido convirtiendo en una especie de periodista, especializado en divulgar las cuestiones y temas que se refieren y afectan a los arquitectos de esta región.
Han sido años muy intensos en los que la cuestión principal, que ha influido a los arquitectos españoles, ha sido el advenimiento de un cambio de ciclo económico muy intenso que nos ha sumido en una profunda crisis profesional. Para mí, también han sido unos tiempos complejos en los que he tenido que asumir -junto a otros compañeros- esa dirección del Colegio de Arquitectos de Canarias, en unos momentos especialmente complicados para la propia supervivencia de la institución.
Después de unos años muy difíciles para todo el sector de la construcción, en el que la caída experimentada ha sido espectacular, parece que hemos empezado a recuperarnos ligeramente. Las expectativas para el próximo futuro comienzan a ser algo mejores, sin que se pueda pensar en que volveremos a una situación similar a la que teníamos en 2007. Aunque existen todavía muchísimas dificultades, la arquitectura como actividad de servicios ha emprendido un cambio hacia otros escenarios y nichos de especialización que tienen que ver con la rehabilitación de los edificios heredados y las pequeñas intervenciones muy especializadas. El urbanismo tendrá también que cambiar para volver a convertirse en una herramienta al servicio de los ciudadanos y no solo de los intereses económicos. Como siempre había sido esta disciplina hasta que fue colonizada exclusivamente para amparar la especulación más desenfrenada.
Los arquitectos tenemos un futuro siempre que entendamos que ya no basta con entender esta profesión con los ojos del artista heroico y aislado de una realidad en efervescencia. Aquellos de nosotros que tratan de imponer su peculiar visión elitista no pueden ya seguir constituyendo un modelo para la mayoría de los que ejercemos el trabajo de la arquitectura y el urbanismo.
La construcción de la nueva forma de la ciudad y la conformación de los espacios cotidianos que habitamos debe considerarse como una actividad en la que los profesionales ejercen una asistencia técnica a sus conciudadanos. Un servicio empresarial que será útil en la medida que comprendamos que es lo que realmente necesitan de nosotros esos posibles clientes.
Al principio, experimenté una gran ilusión por poder contar con una plataforma para expresar libremente mis ideas, tanto sobre aquellas cosas que me preocupan como simplemente escribir sobre temas que, simplemente, me apasionan. Es una forma de adquirir indirectamente una presencia social e intentar trasmitir una forma de ver las cosas de la arquitectura.
En el primer aniversario de esta página explicaba cual era mi filosofía básica y señalaba con asombro como 100 personas visitaban diariamente Islas y territorio. En los años siguientes el número de visitas ha ido creciendo hasta estabilizarse en torno a los 600 impactos diarios que existen actualmente. No es una audiencia desdeñable que agradezco y a la que trato también de ofrecer información relevante.
Este año, sin embargo, mi sentimiento general es de cansancio. Con el tiempo, he ido acusando el esfuerzo y cada vez escribo menos aquí. No obstante, no pierdo la ilusión ya que constantemente se me ocurren nuevos temas sobre los que sería interesante profundizar. El problema es el tiempo que realmente puede uno dedicar a aquello que le motiva. Les prometo que lo seguiré intentado.
Les saludo desde mi humilde torre de marfil.

UN DOCUMENTO SOBRE JANE JACOBS

Jane Jacobs: Parting Words (2007) from Diggable Monkey on Vimeo.

Les muestro aquí un video sobre una de las últimas intervenciones públicas de una activista muy influyente en pro de la transformación de la concepción del urbanismo en los Estados Unidos para lograr nuevos espacios para la vida en común. Se trata de la presentación de su último libro Tiempos oscuros hacia el futuro, (un título premonitorio que nunca ha sido publicado en español ) en 2004, en Portland, Oregon .
Autora también del libro Vida y muerte de las grandes ciudades americanas, un gran éxito de su época y un pozo de sabiduría sobrecomo afrontar el diseño de los nuevo espacios urbanos, luchó toda su vida para conseguir cambiar los designios de los grandes operadores inmobiliarios y los responsables del urbanismo en la consecución de unas ciudades más amables, en las que las aceras serían el lugar de encuentro más importante para las personas.
Es muy interesante escucharla en su defensa del futuro de la ciudad, su optimismo y grandísima humanidad.
Mas información, aquí.

EL ESPACIO DEL HOGAR

Una casa representa una forma de entender la intimidad de la existencia en común. Un lugar al que se incorporan los utensilios acumulados a lo largo de nuestras vidas; ahí se disponen esos aparejos que nos facilitan el transcurso de los días. Entonces, ese recinto formado por paredes y techo, se acaba transformando en un hogar, un espacio para la rutina y la introspección consuetudinaria.


Es sintomático que las fotografías de casas que se exhiben habitualmente en los medios de comunicación y especialmente en aquellos dedicados a los profesionales de la construcción y el interiorismo, rara vez muestran a sus habitantes. Es muy probable que los que dictan las tendencias y la moda consideren la arquitectura como un mero juego estético entre las formas, los espacios y el mobiliario.
Sin embargo, la casa considerada como hogar es una experiencia íntima. Decía Gaston Bachelard en su Poética del Espacio -aquella indagación profunda sobre las razones y fenómenos ligados a la arquitectura- que “La casa vivida no es una caja inerte. El espacio habitado trasciende el espacio geométrico”.
Vivienda personal en Tacoronte. Interior. Al fondo a la derecha, Replanteo 1985 de Ernesto Valcarcel
Cuando se proyecta y construye una casa deberíamos buscar y entender aquellas ideas banales y profundas sobre las formas de vivir, esas costumbres especiales que tienen sus futuros habitantes sobre como discurrir en el mundo. El arquitecto trataría así de encauzar los imágenes de ese grupo que va a disfrutar el espacio futuro, aconsejándoles dentro de unos esquemas mentales para, finalmente y si es posible, construir una imagen poética singular, en la que resonarían tanto los ecos familiares como también una experiencia humana ligada al propio autor. Con ello, el proyectista de las viviendas aisladas intentaría comprender y trasladar al proyecto esos deseos inconscientes que son difíciles de expresar en palabras, y por los que su cliente acabaría convirtiéndose casi en un amigo, si ya no lo era previamente.
Así la arquitectura de la pequeña escala residencial es el esfuerzo de alguien que ayuda a plasmar una especial forma de vivir en espacios adaptados al día a día de unas personas concretas. Conocer la idiosincrasia e inquietudes de una familia requiere un esfuerzo por entender su psicología y su contexto personal concreto. Es una experiencia que nos va adentrando en esa intimidad que se guarda celosamente tras las mascaras de la etiqueta social en un atrevimiento que no se puede valorar económicamente.
El resultado de este esfuerzo común es una arquitectura familiar para vivir que no es claramente reproductible. También ahí el artista que se funde con el profesional debe valorar otras cuestiones más prosaicas. Es preciso analizar el proyecto que servirá de base a la futura obra desde otras perspectivas que también pueden dar lugar a una expresión particular. Por ejemplo, en relación al control y despliegue de una energía dispensada al servicio de individuos concretos; también en el reconocimiento del contexto geográfico y topográfico en que se situará el edificio; o la influencia cultural específica derivada de la historia local; y, finalmente, la idiosincrasia de las personas involucradas que harán cada obra diferente. Alvar Aalto expresaría esta voluntad humana de forjar un espacio específico en relación a la villa Mairea cuando dice, “la forma de la arquitectura expresa el deseo de la vida para perdurar en el tiempo”.
 
En mi trayectoria, he experimentado realmente esas sensaciones en contadas ocasiones. Una de ellas, fue cuando lleve a cabo el proceso de construir mi propia casa. Una experiencia que se dilató un lustro y se hizo en varias fases, hace ya varias décadas. Fue un proyecto que trataba de revivir contemporáneamente una idea romántica y arquetípica de las viviendas campesinas tradicionales de la región en la que vivo. Fue también el resultado de un momento histórico en el cual el archipiélago canario atravesaba una fase de redescubrimiento de su pasado agrario como base para afirmar una identidad cultural propia.
Allí nacieron y crecieron mis hijos y luego hemos pasado juntos una parte muy importante de nuestras vidas en ese entorno calido y hogareño que es nuestra casa. Hoy ya no resido allí normalmente aunque sigue siendo un lugar querido en el que paso largas temporadas y voy con frecuencia y. Después de 25 años, ya empiezo a reconocer en ese espacio personal una manera específica de escribir el lenguaje de una época que ya es casi historia.
Otra de esas ocasiones ocurrió cuando unos buenos amigos me pidieron que les ayudara a rehabilitar una casa para que fuera su hogar. Esa historia comienza cuando todos visitamos un edificio abandonado para calibrar las posibilidades de una transformación y ampliación. El lugar situado en la periferia del área metropolitana de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, se caracterizaba por estar al borde de una extensa área agrícola, cuyo paisaje preside un enorme cono volcánico, la caldera de Bandama. El terreno -y grandes extensiones de los alrededores- está recubierto por los restos de antiguas erupciones; grandes superficies de picón, ese material oscuro, lígero y poroso, que es el resultado de las efusiones calientes y que conocen como lapilli en otros lugares.
La construcción existente estaba formada por dos volúmenes cúbicos iguales entrelazados y ligeramente desplazados que se incrustaban en una ladera con una cierta pendiente, orientados hacia el imponente monumento volcánico. Mi primer consejo fue la compra inmediata de aquella construcción ya que era una gran oportunidad. Solo si considerábamos el entorno de la propiedad merecía la pena, al situarse en un paraje excepcional, que permanecería intocado dada su posición en el límite más externo del área urbana. Meses de después nos dispondríamos a plantear que hacer con aquel espacio construido y su entorno rústico privado. Después de múltiples reuniones y comidas me dispuse a preparar una idea para la readecuación del edificio que se ajustara a las necesidades de mis amigos.

 El espacio cotidiano del arquitecto Marrero regalado en su Vivienda Estudio de la calle de San Francisco. Santa Cruz de Tenerife, 1933
Se me ocurrió que la adición de un tercer volumen idéntico solucionaría las demandas funcionales y al mismo tiempo permitiría expresar la conjunción entre lo antiguo y lo nuevo sin concesiones a una rememoración de un sensiblero pasado inexistente. Allí, la voluntad de contemporaneidad de los nuevos propietarios trataría de imponerse por encima de cualquier otra consideración. Así la composición que surgiría para el nuevo edificio reconstituido consistiría en tres cajas que se tratarían con acabados exteriores distintos. La caja central sería el alma de la casa que se expresaría esencialmente en un exterior metálico (que, finalmente fue pétreo) y un interior a doble altura, recubierto de aplacados de madera cálida. Ese estuche arquitectónico se destinaría a albergar la memorabilia de esa familia. Un conjunto de recuerdos y colecciones heredados de antepasados ilustres, como el arquitecto racionalista tinerfeño Marrero Regalado, del que mi amigo, el propietario, es sobrino.

 Casa Saénz Álvarez en Bandama. Federico García Barba y Cristina González Vázquez, arquitectos. 1997

Más tarde, prepararíamos una maqueta para el desarrollo de aquella idea primaria. Ese prototipo expresaría embrionariamente la composición tripartita y su inserción en una topografía muy pronunciada en la que la forma del lugar implicaría una arquitectura de masas incrustadas en la geografía y junto a la que habría que construir artificialmente los espacios exteriores necesarios sobre unos potentes basamentos. Se propondría también una pérgola exterior -que rodearía todas las fachadas situadas al sur, formada por una malla cuadriculada- como artificio metafórico, casi cartográfico, para la articulación de la obra en el paisaje y la geografía.

Aquella maqueta identificaría la posibilidad de integrar tres nuevas piezas acristaladas que actuarían como incrustaciones, casi un sello de unión espacial entre lo preexistente y lo añadido. Se establecía así un mecanismo de dualidades contrapuestas que iría enriqueciendo el escueto origen espacial del edificio: Un diálogo de lo antiguo frente a lo contemporáneo; luminosidad versus oscuridad; ortogonal frente a irregular; frialdad y calidez, etc. Esos nuevos prismas de cristal señalarían distintos espacios de transición significativos, el acceso, la escalera de enlace entre las plantas y un lucernario en el pasillo de la planta alta, y pautarían así visualmente el recorrido interior principal de comunicación entre los espacios de la casa en dirección a la mayor intimidad de los dormitorios. Las grandes piezas volumétricas previstas quedarían de esa manera engarzadas en una nueva unidad las formas cúbicas y los prismas distorsionados de cristal en una composición tripartita doble.
El desarrollo del proyecto quedó desde aquel momento en manos de mi compañera y colega, Cristina González que prepararía la documentación para su ejecución específica. Con el tiempo, sería ella también la que dedicaría su tiempo y esfuerzo a la materialización de la obra debido a otro hecho fortuito. Su condición de profesora asistente temporal en la Escuela de Arquitectura de aquella isla la obligaba a un desplazamiento constante que le permitiría visitar y seguir con regularidad la obra. Los proyectos que se sitúan en otros lugares distintos al de tu residencia habitual originan algunas fricciones. Es necesario comprender que se necesita el apoyo y conocimiento de aquellos que ya están sobre el lugar, porque multitud de cuestiones se te escapan. En especial, aquellas derivadas de prácticas y costumbres locales en relación con la construcción y las formas tradicionales del trabajo artesanal.
La proyectación y dirección de las obras de pequeño tamaño son casi una prolongación del diseño de interiores. En ellas, es conveniente contar con artesanos de mucha confianza, que sepan interpretar correctamente las ideas del proyectista y ejecutarlas con la precisión puntual requerida. La intervención en la pequeña escala de múltiples oficios, carpinteros, fontaneros, electricistas, albañiles, etc. en un espacio reducido requiere de un esfuerzo extraordinario de coordinación artesanal de la arquitectura que no se suele producir y genera fricciones de todo tipo. Por eso, cuando observamos una obra bien terminada, y que además puede transmitir esa relación empática que es la emoción poética, no somos conscientes que casi estamos asistiendo a un pequeño milagro. Generalmente, esa sensación se produce debido a una intensificación de energía estética, que no se es capaz implícitamente de reconocer. Ese sentimiento de identificación personal se deriva, probablemente, del propio esfuerzo colectivo que se ha derrochado para que se pueda producir.

Los hogares de cada cual y, especialmente, aquellos que aspiran a una concepción artística e integradora de la arquitectura, acaban siendo unas maquinarias delicadas y muy sofisticadas para el disfrute familiar. Una joya más que añadir a la colección de nuestras experiencias personales.

Interior con obra del pintor Fernando Álamo
Una pequeña casa supone siempre la concentración de un gran esfuerzo de supervisión y la coordinación participada de numerosos oficios constructivos. Por ello, permiten una expresión más ajustada al deseo de los futuros habitantes, pero también una dedicación muy alta para lograr transmitir y conseguir producir los resultados y acabados formales que se buscan con un grado de calidad aceptable. El arquitecto y sus colaboradores se convierten en estos casos casi en unos asesores permanentes que ofrecen su experiencia al cliente y, en caso contrario, es muy fácil que la obra fracase. Son numerosísimas las cuestiones a considerar, en la selección final de los materiales; en el remate específico; en la discusión con el artesano que construye y ejecuta las piezas concretas; y, finalmente, en la defensa económica del producto acabado.

UNA ARQUITECTURA DE LA HUMILDAD

Caja de Arquitectos
Juhani Pallasmma


Colección la Cimbra.
Fundación Caja de Arquitectos. Barcelona, 2010

He aprovechado unas cortas vacaciones -las que coinciden con la Semana Santa- para leer este libro extraordinario de Juhani Pallasmaa, ese arquitecto y crítico finlandés que se inspira en la filosofía fenomenológica para interpretar algunas ideas y obras de la arquitectura contemporánea. He aquí mi reseña sobre el mismo.

Exterior de la Villa Mairea con la cerca informal que diseñó Alvar Aalto sobre un boceto de su ayudante el arquitecto suizo Paul Bernouilli. Foto: Bjorn_cph, Flickr
Hoy en día es cada vez más difícil tener la tranquilidad para concentrarse en la lectura de un texto denso, como el que puede suponer un libro de ensayos. Hay que aprovechar para ello esos lugares aislados a los que se encamina uno en los períodos vacacionales que se imponen por la tradición. La tendencia cotidiana impuesta culturalmente es, el entretenimiento, la visión superficial y el continuo movimiento de las imágenes frente a nuestra retina. Es el efecto negativo que produce la aceleración contemporánea y la fugacidad de herramientas como Internet. Por el contrario, las vacaciones suelen ser tiempos en los que es posible el sosiego y la tranquilidad y, por tanto, la lectura intensa como la que he experimentado disfrutando esta colección de artículos y ensayos, englobados en esta Arquitectura de la humildad, y recopilados por la Fundación Caja de Arquitectos a iniciativa –supongo- del profesor Luis Martínez de Santa María.
Después de un período de excesos pirotécnicos en la arquitectura que nos imponen los medios convencionales de comunicación, resulta refrescante acceder a esas reflexiones que se presentan con un título, cuyo enunciado es ya toda una declaración de principios sobre otra forma de construir que algunos demandamos desde hace ya bastante tiempo. Señala Pallasmaa en el prefacio, escribir se ha convertido en mi segunda ocupación en paralelo a mi trabajo como arquitecto y diseñador. No veo ninguna diferencia fundamental entre mis dos ocupaciones. Ambos, diseño y escritura son formas de “observar” la arquitectura y de conocer el mundo y conocerse a sí mismo. Es una manifestación con la que siento una afinidad evidente. A mí me ocurre lo mismo.
 Padua, la ciudad ideal en la imaginación del artista. Una idea en la que se inspiraría Aalto para su Ayuntamiento de Säynätsalo a las afueras de Jyváskylä. La agonía en el huerto, Andrea Mantegna. 1460
Pero es más, creo que –como señalaba antes- desde el mismo título de la colección estoy muy de acuerdo con muchas de sus afirmaciones y pensamientos- La humildad es algo que necesitamos con urgencia en este tránsito a un nuevo escenario colectivo; al igual que necesitamos una espiritualidad de nuevo cuño y una recuperación de la poesía. Como señala Pallasmaa, en referencia a un pensamiento de Joseph Brodski, la poesía (tanto escribirla como leerla) nos enseña humildad, y de forma muy rápida. Sobre todo si somos escritores y lectores a la vez.
Un hecho que evidencia el libro nada más comenzarlo es la presencia gigantesca que supone Alvar Aalto para la cultura de Finlandia a lo largo del siglo XX. Numerosos textos específicos y referencias aparecen por doquier en la escritura de Pallasmaa, expresando así su admiración irrestricta por el arquitecto finés. Su análisis de la Villa Mairea, situada al occidente de Finlandia, junto al mar Báltico en Noormarkku, y titulado De una arquitectura tectónica a una pictórica, collage y juego en la arquitectura de Alvar Aalto, es una admirable pieza maestra de crítica de arquitectura que te sumerge en pocas páginas en el cimbreante espíritu creativo de una obra esencial para comprender la arquitectura del siglo XX.
Pero donde Pallasmaa ejerce un magisterio más profundo es en su denuncia de la arquitectura rutilante que nos ha acompañado en las postrimerías del siglo XX. Aquella que nos ha estado deslumbrando constantemente desde las revistas profesionales al uso. Desde el movimiento Postmodernista en adelante. En el artículo central del libro titulado, Por una arquitectura de la humildad. La tarea de la arquitectura en la edad del consumismo, nos propone una visión alternativa sobre cuales deben ser los cometidos éticos del arquitecto en un momento en que hemos constatado la finitud del planeta y la irreversible marcha hacia la catástrofe a la que nos incita el economicismo imperante. 
El bosque imaginario de abedules en el interior de  la Villa Mairea. Alvar Aalto, 1940. Foto: Andrew Paul Carr, Flickr
Señala en ese texto unas prácticas que se han ido imponiendo inexorablemente en la construcción en detrimento de la arquitectura entendida como práctica cultural y poética que enriquece a las sociedades. Dice al respecto, la competencia salarial, unas nuevas prácticas seudorracionales, los imperativos dictados por los costes y la velocidad, así como –y esto es lo más insidioso- la obsesión por la imagen, todo ello está erosionando el antaño suelo fértil de la arquitectura. Aun así reconoce que a pesar de ello, la arquitectura sigue produciendo obras de alta intensidad lírica en algunos lugares remotos y privilegiados. En contra del materialismo hegemónico, y solo en algunos casos insólitos, se continúa la ejecución de edificios hermosos que tienen la virtud de hacer vibrar la fibra poética de sus usuarios. Por ello, propugna una posición de resistencia como el camino correcto para estimular la misión humanista que debe representar la arquitectura: la resistencia a la decadencia de los valores espirituales y culturales es la tarea que hoy deben compartir arquitectos y artistas.
Según Pallasmaa, el individualismo ha socavado la idea de arquitectura como forma artística imponiendo la alternativa de la moda efímera y con ello la desaparición de la autenticidad y la autonomía cultural frente al imperio de lo económico. Para el autor tres tendencias estarían socavando el valor intelectual de las obras de arquitectura en beneficio de su aportación exclusivamente monetaria al funcionamiento del sistema capitalista: la mercantilización visual de los edificios, la contraproducente búsqueda de lo novedoso y la hegemonía de aquellas imágenes que pueden comercializarse.
Frente a ello aspira a una arquitectura de la experiencia personal, algo que define como háptico. La arquitectura háptica sería aquella que tiene que ver principalmente con el disfrute sensorial de las personas en los espacios; algo que solo podría apreciarse desde la lentitud y la paciencia. Frente al imperio de las propuestas cuyo origen están en el Estilo Internacional basado en el predominio de lo visual, Juhani Pallasmaa vuelve a recurrir constantemente a Alvar Aalto, glosando a esa figura nórdica como el ejemplo de arquitecto episódico que proyecta desde la fenomenología de los sentidos, atenuando las imágenes hegemónicas y únicas. Su arquitectura la interpreta como un collage de sensaciones y encuentros materiales con las formas y el espacio, desde la percepción de lo constructivo como fuente de experiencias irreproductibles visualmente.
Los edificios de Aalto (según él) se comprenden y aprecian de manera gradual y en una senda de descubrimientos progresivos. Un recorrido en el que la experiencia es guiada por el conjunto de los sentidos, el cuerpo y el roce de la piel sobre los detalles de manivelas, barandillas y lámparas especialmente diseñadas para la ocasión. Así la sensibilidad espoleada por lo háptico, pondría en su lugar subordinado a la dictadura de lo visual, realzando el tacto, la plasticidad de los materiales y finalmente, la intimidad del espacio. Por ello, las obras más intensas de Alvar Aalto -como la villa Mairea o el Ayuntamiento de Saynatsalo- no se podrían comprender cabalmente si no son recorridos para poder percibir la profundidad de sus espacios, el misterio y la sombra de sus recorridos o el tacto cálido de un pasamanos de cuero, por ejemplo.
El bosquecillo en la colina en la maravillosa obra paisajística de Erik Gunnar Asplund y Sigurd Lewerentz, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1994. Skogskyrkogarden, Estocolmo. Foto: Xoxi Ra, Flickr.
Frente a lo único y excepcional de la percepción ocular o fotográfica que conduce al elitismo de la obra privilegiada por los medios de comunicación profesional al uso, Pallasmaa contrapone el carácter humanista de la arquitectura próxima. Y protesta contra el autismo arquitectónico que conduce a la desaparición de la persona: Es un reproche hacia esos edificios fotografiados desiertos, donde la ausencia de personas parece ser un valor más de la obra. Dice al efecto y como contraposición a lo anterior, las composiciones arquitectónicas auténticas –es decir entidades microcósmicas completamente logradas- refuerzan nuestro sentido de la realidad.
Frente a tanta arquitectura escenográfica que nos rodea, destinada a su consumo inmediato y a la desaparición instantánea sin más, una práctica de la humildad es algo conveniente en estos momentos. Un esfuerzo integrador de múltiples aportaciones donde la artesanía experta, la puesta en valor de la materialidad y el dominio del relato espacial serían recursos necesarios para que el arquitecto logre sus fines. Así, según pallasmaa, la verdadera arquitectura materializaría, por tanto un espacio mítico y poético que supera la mera construcción, generando un lugar evocador para la existencia del hombre junto a sus acciones personales y colectivas en este mundo. Algo cada vez más difícil de encontrar en nuestros días. Este concepto expresado de otra manera sería que para un arquitecto, más que la habilidad de imaginar espacios, lo importante es imaginar la vida. Tal y como se recoge en el libro, en palabras de otro pensador finlandés contemporáneo, Aulis Blomstedt,
En definitiva, una recopilación intensa de las reflexiones de un gran pensador de la arquitectura que nos devuelve a la cotidianeidad de nuestras experiencias, frente a la hegemonía de las imágenes de cuché que venden los promotores de una arquitectura de moda. La autenticidad del mensaje de personas como Juhani Pallasmaa, es, en nuestros días un tesoro oculto que es difícil de rastrear entre tanta impostura cultural como nos asedia.

CASAS SUIZAS CONTEMPORÁNEAS

 Paisaje desde la casa La Terasse. Lugano
Suiza es un país con un alto grado de sofisticación colectiva. Es el resultado de una organización política y social singular entre los países occidentales que ha permitido una concentración de riqueza y cultura sin precedentes, acumulada durante siglos de trabajo paciente y organizado hacia al bien común de los ciudadanos de ese país.

Aunque tienen fama de aburridos y poco creativos, las propuestas artísticas de los suizos se caracterizan, por el contrario, por una alta calidad. Por ello, siempre resulta enriquecedor analizar algunas muestras de sus realizaciones culturales. Es lo que ocurre con la arquitectura, por ejemplo.
Tres obras recientes de arquitectura residencial, realizadas en distintas partes de Suiza, reflejan en su simplicidad y eficacia constructiva, esa pericia y sofisticación, a la que me refería al principio. Además, son propuestas muy conscientes de su encaje territorial que aprovechan sabiamente paisajes excepcionales: Sin contradecir con ello la contemporaneidad expresiva, recurren a prácticas tradicionales en la disposición de las volumetrías y el uso de técnicas constructivas simples para generar espacios ricos y complejos.
Un modelo de sostenibilidad y sabiduría arquitectónica sin estridencias. Se expresa así una volunta de lograr la máxima economía de la arquitectura para producir espacios eficientes, en concordancia con las necesidades de sus usuarios.
Grupo residencial de 3 viviendas Giardin. Samedan, 2007                                                        
Planta de viviendas tipo
Mierta und Kurt Lazzarini Architekten
Se trata de un desarrollo inmobiliario compuesto por 4 pequeñas casas situadas en la comuna de Samedan del cantón de los Grisones.
El planteamiento del proyecto trata de adaptar la nueva adición residencial a la difícil topografía, mediante su subdivisión en 3 piezas visualmente independientes Esos volumenes comparten un basamento conjunto destinado servicios y aparcamientos comunes.
El carácter de la obra se confía a un tratamiento peculiar de sus fachadas estructurales de hormigón. Ese material se ha dispuesto mediante encofrados continuos y su expresividad se ha confiado al vertido por capas horizontales de colores y texturas diversas, que tratan de dialogar -de alguna manera rememorativa- con las formas estratificadas del paisaje circundante.

Casa La Terasse. Lugano, 2004                                                                                                         
Guido Wettstein Architekturbüro

Plantas de la vivienda
Esta es una casa de desarrollo complejo situada en una difícil parcela triangular en ladera, cuya ubicación le permite aprovechar unas vistas espectaculares sobre el lago de Lugano.
Los espacios domésticos se disponen en múltiples alturas, conectados por un juego de triples escaleras que serpentean a medida que se produce el ascenso. Se genera así una riqueza de recorridos y visuales que le dan un toque peculiar al edificio.
Como su nombre indica, la casa aprovecha el paisaje circundante mediante la inserción de varias terrazas que interrelacionan constantemente los espacios interiores y exteriores.
Su sistema constructivo se basa en unos simples cerramientos de hormigón y carpinterías metálicas.
 Vista interior del espacio de estancia principal y de acceso a la última planta

Casa Brione. Locarno, 2005                                                                                                            
 Markus Wespi und Jerome de Meuron Architekten

WespideMeuron

 Secciones espaciales del edificio
 Las distintas plantas de la vivienda
Un proyecto de concepción muy simple que saca partido a un emplazamiento difícil. Se basa en la articulación perpendicular de dos paralelepípedos rectangulares que se incrustan en una ladera de pronunciada pendiente y de escasa vegetación.
Su escueto programa se encaja con maestría en los volúmenes previstos. Mientras el más próximo a la calle alberga el pequeño aparcamiento cubierto por una piscina, en el segundo se disponen las estancias principales de la casa: espacio de día en planta baja y dos dormitorios y servicio en planta alta.
La construcción es esquemática y con pocos alardes formales, piedra, hormigón y madera para conseguir una pieza de gran expresión formal con un alto laconismo de lenguaje.
El pequeño aparcamiento es en si mismo un brillante espacio monumental privado.
Espacio de acceso principal y garaje del edificio
Información extraída del libro Ein Haus von… publicado en 2009 por la Fachhochschule Nordwestschweiz Hochschule für Architektur, Bau und Geomatik.

LA BELLEZA DE LOS MAPAS

 Cúpula geodésica de Montreal. Richard Bckminster Fuller, 1967. Foto: Martin Ujlaki, Flickr.
La cartografía es una ciencia fascinante que trata de explicar el mundo en que vivimos. Con el paso de los años se ha ido apoyando en técnicas cada vez más sofisticadas. Presento aquí dos documentos que explican las maravillosas formas en que algunos han querido expresar el carácter de ese espacio que habitamos.
Mapa Mundi de la catedral Hereford. S. XIII
 La BBC ha realizado un magnífico documental de treinta y cinco minutos, titulado The beauty of maps que está publicado en YouTube y se puede ver en la pantalla completa del ordenador con una resolución razonable. En él se comienza presenta el Mapamundi de la catedral de Hereford, dibujado en el siglo XIII y que es el primero conocido que se conserva en Gran Bretaña.
El documental está partido en cuatro partes. Les presento aquí el enlace al primero de la serie. Espero que lo disfruten.

El Dimaxion Map es otra ocurrencia de aquel genio que fue Richard Buckminster Fuller que se preocupó por definir la forma en que una esfera podría asociarse a un poliedro regular y, en consecuencia, desplegar sus caras sobre un plano de una manera ordenada. Su propuesta inicial se refirió al encaje del geoide terrestre en un icosaedro formado por 20 triángulos planos equiláteros. Este es el mayor de los llamados sólidos platónicos, aquellos poliedros convexos que se forman con polígonos regulares.
Esta forma de proyección tiene algunas ventajas evidentes sobre aquellas otras habitualmente usadas en cartografía: Una de ellas consiste en una menor distorsión del tamaño de las partes. Es lo que ocurre con la que aplicó Mercator que presenta una deformación creciente a medida que las zonas representadas se acercan a los polos. Pero, además la proyección puede mejorarse empleando poliedros más complejos que contengan un mayor número de caras iguales.
Esta fue una de las principales preocupaciones de Fuller a lo largo de sus años como investigador sobre la geometría. Y ello, le permitió la definición de sus famosas cúpulas geodésicas de las cuales llegó a construir unas cuantas. Entre ellas, la que desarrolló en 1967 para la Expo de Montreal.
El concepto Dimaxion de Fuller es también una propuesta interesante en unos tiempos en que nos vamos a ver abocados a una escasez cada vez más creciente. Con ello quería expresar una búsqueda personal para obtener estructuras en las que se pudiera conseguir la máxima tensión de los materiales empleando los mínimos recursos. Frente al estético y famoso aforismo, Menos es más, que divulgaría Mies van der Rohe, y daría pié al movimiento minimalista, la idea de Fuller sería una versión ecológica, orientada a la mayor economía de medios: Más con menos.

Dimaxion Airocean World. Mapa del mundo diseñado por R.B.Fuller en 1945.

Rotterdam: Arquitectura contemporánea.


Ver Rotterdam: Arquitectura Contemporánea en un mapa más grande

ROTTERDAM, LA CIUDAD PUERTO

Erasmus Brugg Foto:Federico G.Barba
Erasmusbrug. Ben van Berkel, arquitecto. 1996
Recientemente, he pasado varios días en Rotterdam. Aunque no es la primera vez que voy a esa ciudad holandesa, esta vez he tenido oportunidad de apreciar en profundidad el ingente esfuerzo urbanístico realizado tras la guerra: Su resultado más tangible se observa en la gran riqueza y variedad de su arquitectura.


El millón largo de habitantes del gran área metropolitana de Rotterdam deben su pujanza económica a la existencia allí del puerto más importante del mundo. Con 105 kilómetros cuadrados de superficie constituye un interfaz potentísimo en el campo de la logística mundial para la distribución de mercancías entre Europa y el resto del mundo. Debido a ello, la ciudad cabecera de la región de Zuid Holland evidencia hoy una gran prosperidad y cosmopolitismo sin tener la hipoteca del peso turístico que tiene la otra gran urbe holandesa, Ámsterdam más al Norte.
Pero lo más relevante de esta ciudad es la alta capacidad para su constante renovación y adaptación a las cambiantes circunstancias, sin dejarse frenar por burocracias ni hipotecas del pasado. La reconstrucción de su centro histórico -casi desde cero- después del bombardeo alemán de 1940, constituye el hecho histórico que inicia este proceso que se ha prolongado hasta nuestros días.
Desde mucho antes del comienzo de la guerra en Europa, los arquitectos de los Países Bajos venían proponiendo ideas alternativas para organizar la fuerte demanda de vivienda popular existente. En 1924, se celebraría en Ámsterdam, la 8ª conferencia de la International Garden City and Town Planning Association, en la cual se expondrían las ideas de numerosos urbanistas europeos de la época como Howard, Unwin, Hubbard, así como H.P. Berlage y otros colegas holandeses. El centro de la discusión sería el planeamiento regional y el énfasis en la difusión de los conceptos de las ciudades jardín para la transformación de las ciudades.
Posteriormente, Cornelis van Eesteren, jefe del Departamento de Obras Públicas de Amsterdam, introduciría en Holanda la metodología del escocés Patrick Geddes sobre la forma de planificación territorial, ampliando el cometido urbanístico tradicional, que evolucionaría así desde la ingeniería urbana hacia una concepción más contemporánea de la disciplina. Como él mismo firmaría en la Declaración de la Sarraz del Primer Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM): La planificación de ciudades es la organización de las funciones de la vida colectiva que se extiende sobre la aglomeración urbana y el entorno rural. La urbanización no puede condicionarse por la protección de un esteticismo preexistente, su esencia es el orden funcional.

Presentación de W.G. Witteveen de su plan para la reconstrucción de la ciudad a los mandatarios alemanes. Imagen: Gemeente Archief Rotterdam
Así los urbanistas holandeses irían asumiendo incorporando nuevos conceptos como los que se propusieron para las Garden Cities anglosajonas, así como también las ideas higienistas y funcionales de los CIAMs. Vivir, trabajar, circular y recrearse serían las cuestiones a estudiar e integrar en un plan funcional que las segmentase apropiadamente. Esa imposición simplista de una separación estricta de los usos y funciones –que trasluce aquella ideología de la modernidad, que proviene de esos congresos- es algo que ha tenido una influencia muy decisiva en la forma de las ciudades actuales y, consecuentemente, en sus problemas.
El entonces arquitecto municipal de Rotterdam, W.G. Witteveen, ya había desarrollado en 1928, su plan para la reorganización de la ciudad central, propugnando la reserva de suelo para vías representativas más amplias y edificios institucionales. En 1941, tras la destrucción del centro de la ciudad volvería a proponerlo como esquema organizativo para la reconstrucción de la parte histórica. Sin embargo, las ideas de Witteveen no llegarían a fraguar por la excesiva rigidez de sus planteamientos estéticos, así como por los retrasos y conflictos generados por el sistema de control propuesto. La oposición de los empresarios más influyentes, organizados alrededor del grupo Kleine Kring y liderados por el industrial van der Leeuw, forzarían la retirada final de la concepción urbanística de Witteveen para la reconstrucción.
Rotterdam Basis Plan. Cornelis van Traa, 1946.
Sería el ingeniero C. van Traa el que acabaría concretando el diseño planimétrico para la modernización de Rotterdam con su Basis Plan, de 1946. Este era ante todo un documento programático, flexible y de grandes líneas maestras que permitiría luego continuas adaptaciones a las circunstancias cambiantes. Este sería el instrumento que permitiría así la reconstrucción de las zonas centrales hasta 1972, con unas bases planificadas que transformarían radicalmente la ciudad y la dotarían de una nueva imagen tan característica y claramente contemporánea. Un hecho morfológico y visual que se refleja en sus arterias y espacios centrales, como Coolsingel y Hofplein.
Un episodio urbanístico muy interesante de estos años, que surge en el contexto de aquel programa general del Basis Plan, fue el diseño y articulación de la primera zona comercial abierta completamente peatonal, el área de Lijnbaan que se abriría al uso público en 1953. Fue proyectada por los arquitectos Van den Broek & Bakema, como una calle de tiendas organizada en bloques de baja altura y amplios espacios peatonales incluyendo pequeñas oficinas, comercio minorista y grandes almacenes -como De Bijenkorf- formando así un contexto urbano vibrante, libre de vehículos y lleno de vida. Inmediatamente, se tomaría como una referencia ineludible para otras zonas peatonales que, a partir de entonces, se implementarían en muchos centros de las ciudades más desarrolladas del mundo.
El área peatonal de Lijnbaan en la actualidad. Van den Broek y Bakema, 1953
Poco a poco, Rotterdam iría construyendo una imagen de ciudad altamente innovadora. donde la iniciativa privada y el sector público interactuarían cooperativamente para desarrollar un entorno de diseño urbano rico en el que los planificadores tendría amplia libertad para desarrollar sus conceptos e ideas revolucionarias. Un clima en el que los empresarios y planificadores, junto a su Ayuntamiento, facilitarían la reconstrucción y desarrollo social de la ciudad.
En los años 80 entrarían en escena las ideas para la densificación de la ciudad central y la ocupación de los espacios portuarios abandonados como consecuencia del traslado de las instalaciones hacia el estuario exterior. En ese momento, se redescubriría en la ciudad americana y se evidenciarían las ventajas de la edificación en altura. Es el momento en que surge un libro fundamental, para entender la extensión de estas ideas, Delirious New York del arquitecto local, Rem Koolhaas. También, en ese momento, la intensificación de la ocupación y aprovechamiento del suelo informaría la Vierde Nota over de Ruimtelijk Ordening Extra (Cuarto Informe sobre Ordenación Territorial Extra, VINEX), penúltimo documento de estrategia espacial, que desde 1960 y a lo largo de décadas, han venido pautando globalmente el crecimiento urbano del país.
Fruto de este cambio de perspectiva, se formalizó una experiencia más reciente y sumamente intensa en el proceso de renovación de la ciudad. Es la que experimentaría el sector de Kop van Zuid, en la margen sur del río Maas, una enorme superficie vacante que tenía una posición estratégica y relativamente próxima al centro de la ciudad.
Maqueta de la renovación propuesta para Kop van Zuid . Teun Koolhaas Architecten, 1987
En 1981 se celebraría en la ciudad un encuentro internacional de arquitectura en el que se invitaría a cinco arquitectos y diseñadores para presentar propuestas y debatir una visión sobre el futuro de Kop van Zuid. Era una época en que algunas ciudades empezaban a darse cuenta de la importancia de la renovación urbana para ejercer un atractivo hacia nuevas empresas, servicios y residentes, generando proyectos urbanos innovadores y estéticamente atractivos
A partir de esa experiencia el Ayuntamiento encargaría a Teun Koolhaas bajo la dirección de Riek Bakker del Departamento de Desarrollo Urbano y Vivienda (Dienst Stedenbouw en Volkshuisveting, dS+V) un plan maestro para el desarrollo completo del área, conservando algunas estructuras preexistentes de interés, como el carismático Hotel New York en el muelle Wilhelmina y, al mismo tiempo, permitiendo la introducción de nuevas estructuras de oficinas y residencia en altura, como la sede de la compañía telefónica KPN de Renzo Piano y el reciente Montevideo de Mecanoo.
La experiencia de los desarrollos urbanos VINEX en los que se ha introducido extensamente a la iniciativa privada bajo el paraguas ideológico de la eficiencia ha constituido una explosión sin igual de nuevos suburbios alrededor de las principales ciudades del país.
Plan Maestro del distrito Vinex de Nesselande. Palmbout Urban Landscapes, 1999
Nesselande, al igual que Ijburg en Amsterdam, es un último desarrollo urbanístico hacia el Noroeste de la ciudad de Rotterdam que se ha ejecutado como zona designada VINEX. Su ordenación consiste en la preservación de una banda central abierta, como supuesta reserva ecológica en la que coexisten superficies de agua y aves con una potente línea de alta tensión. Junto a este eje vacante se ha dispuesto la distribución escalonada de grandes manzanas de viviendas colectiva a partir de una línea de tranvía. En sus extremos se ha previsto por un lado, una gran superficie semiacuática de viviendas unifamiliares en las que cada cual va a proyectar con una formalización diferenciada y, por otro, un parque empresarial junto a una gran infraestructura viaria.
El resultado urbano actual es bastante inhóspito y de insuficiente calidad. El recurso a la iniciativa empresarial supone una constante degradación de la calidad espacial de esos nuevos distritos urbanos y, con ello, una escasa preocupación por el fomento de la vida colectiva. Visitando el lugar se observa una tendencia a la individualización extrema de los hogares y la ausencia de servicios comunes esenciales.
La multitud de rascacielos existentes en el centro de Rotterdam. Maqueta del estado actual de la ciudad. Arriba a la derecha, el área de Kop van Zuid
Detrás de todo este esfuerzo de ordenación básica y de concepción de la forma urbana vendría una pléyade extensa de magníficos proyectistas que han ido construyendo la arquitectura correspondiente. Así se ha ido disponiendo una colección intensa de piezas de alta calidad formal y constructiva, que representan la vibrante idiosincracia colectiva de la ciudad de Rotterdam a comienzos del siglo XXI. Desde las propuestas primeras de Van der Broek y Bakema en Lijnbaan hasta la biblioteca central; las Casas Kubus de Piet Blom o la ya extensa práctica del equipo Mecanoo, liderado por Francine Houben; el propio puente Erasmus de Ben van Berkel o las obras de Wiel Arets y también del equipo Neutelings y Riedjik; o los menos conocidos Tangram o 2012 Architecten que propugnan el formalismo extremo, unos y otros el reciclaje como base para el diseño. Todos los anteriores junto a otras decenas de equipos profesionales que han ido poblando los diferentes barrios de la ciudad con edificios de magnífica factura.
Coolsingel. La avenida principal de la ciudad con el puente Erasmus al fondo.
El urbanismo y la arquitectura de Rotterdam constituyen un inmenso esfuerzo colectivo para sacar el máximo provecho de los recursos comunes. Algo sin parangón en el mundo. Las arquitecturas que se muestran allí al visitante parecen surgidas de una forma casual cuando, por el contrario, son el resultado de una importante conjunción y combinación de energía creativa en la que la planificación urbanística ha tenido y tiene un papel decisivo.
Una reflexión que se desprende de todo lo anterior es que la cualidad del espacio urbano que percibimos, es, siempre, consecuencia de las ideas que sirvieron a la reformulación del proyecto de ciudad. O, a su ausencia. Cuando hay una buena base de planeamiento en la que la necesaria interacción de los intereses privados confluye con el apoyo político para hacer que predomine la visión colectiva y el enriquecimiento global de todos, las ciudades tienen un resultado formal y social muchísimo más adecuado.
La especial estética urbana ha surgido así en Rotterdam de una base ética comprometida con el interés común.
(Dedicado a los interns y trainees españoles que contribuyen al engrandecimiento de esa ciudad).

LOS COLEGIOS DE ARQUITECTOS EN ESPAÑA

Demarcación de Tenerife del Colegio de Arquitectos de Canarias, Díaz Llanos y Saavedra, arquitectos
UN POSIBLE MARCO DE OBJETIVOS PARA SU RENOVACIÓN
Los arquitectos españoles y sus organizaciones profesionales, los colegios de arquitectos, se encuentran atravesando una fase intensa de crisis. La arquitectura es una actividad de servicios, directamente relacionada con el sector de la construcción, un ámbito económico que está sufriendo especialmente el problema de la carencia de financiación general que padece el país. Y con ello, los colegios de arquitectos -aquellas instituciones corporativas que habían venido cumpliendo una misión a lo largo de décadas- se han visto abocados a afrontar una reforma profunda que los adecue a esta nueva y difícil situación. 
Muchos fines de semana, incluyendo domingos, dedico mi tiempo a pensar e intentar conocer experiencias relacionadas con la profesión de la arquitectura. Es decir, en mi supuesto tiempo libre me dedico a leer y analizar información sobre esta ocupación que me apasiona y entretenido muchos años de mi vida. Recientemente, además, esto coincide con que he asumido el papel de representar a un grupo amplío de arquitectos, e intentar ayudar en la mejora de nuestra estructura común, presidiendo la Demarcación de Tenerife del Colegio de Arquitectos de Canarias
Por eso, en los últimos tiempos intento escudriñar ideas que puedan aclarar cual es el papel que la sociedad nos está queriendo reasignar en estos momentos de cambio. Algo que me ha interesado últimamente a este respecto, es la rica puesta en común de reflexiones que ofrece ese espacio de Internet orientado a los profesionales que es Linked In. Ahí he tenido oportunidad de asistir y participar en algunos grupos y debates que pretenden deliberar conjuntamente sobre el futuro de la arquitectura en nuestro país. Recomendaría especialmente dos, el que se denomina bsA (Rethinking Architecture) y el titulado Arquitectos emprendedores, estimulados por personas tan motivadas como José Javier Quintana, Germán Cintas, Francisco Clemente y Javier Cobreros, entre otros muchísimos arquitectos interesados en un mejor desempeño de la profesión.
En uno de esos foros participa también un arquitecto catalán, Jordi Farrando -al que no conocía- que está especialmente vinculado con el análisis sobre las formas de organización y problemas colectivos de los arquitectos. Siguiendo el hilo más allá de los debates de Linked In he podido acceder a su blog personal y ahí presenta algunas ideas muy estimulantes sobre cuales son los objetivos que una organización profesional de los arquitectos debería tener en España, actualmente y respecto al futuro. Las aportaciones de Farrando han dado pie en su propia página a un amplío intercambio colectivo de pareceres, que han enriquecido de alguna manera sus reflexiones iniciales en un debate cuando menos, esclarecedor. 
Sede del Colegio de Arquitectos de Sevilla. Ruiz Cabrero y Perea, arquitectos
Inspirado por ese esfuerzo colectivo he intentado extractar y ordenar esas ideas. Y como consecuencia me voy a atrever a presentarlas aquí -en mi interpretación personal- como unos posibles objetivos para la renovación de esas instituciones profesionales, a las que nos hemos tenido que incorporar obligatoriamente para trabajar la gran mayoría de los arquitectos en España a lo largo del último siglo.
En primer lugar no queda más remedio que reconocer, tanto a sus detractores como a sus entusiastas, que los Colegios de Arquitectos siguen teniendo todavía en este país, una responsabilidad social amplía, frente a las administraciones y la sociedad, como corporaciones de derecho público reconocidas legalmente. Un compromiso que ha sido ejercido a lo largo de un tiempo ya largo, que se remonta a 1931, y nuevamente se ha refrendado por el reciente Real Decreto 1000/2010 sobre visado colegial obligatorio.
Podríamos considerar que unos Colegios de Arquitectos renovados, al igual que en el pasado, podrían tener como objetivo cuatro tareas básicas: la mejora de la organización y representación colectiva, la promoción universal de la actividad profesional, la difusión de la aportación social y cultural de la arquitectura y, finalmente, la contribución a la defensa del interés público en las materias relacionadas con esta profesión.
Ampliando esos objetivos fundamentales más allá, podríamos encuadrar una multiplicidad de actividades y esfuerzos, entre los que resaltaría la siguiente lista de cometidos:
Sede de Vigo del Colegio de Arquitectos de Galicia. Arquitectos: Irisarri y Piñera
MEJORA DE LA ORGANIZACIÓN COLECTIVA DE LA PROFESIÓN
- Implementar y mejorar la forma de habilitación profesional que permita determinar eficientemente cuales son los individuos capacitados para ejercer las tareas relacionadas, mediante la existencia de los registros precisos y el correspondiente control aseguramiento de su capacidad.
- Garantizar la tutela de la actividad profesional a través de los mecanismos legales y deontológicos precisos para avalar un correcto ejercicio técnico de los miembros habilitados.
- Mejorar los estándares propios en la ejecución de los trabajos relacionados con la arquitectura y el urbanismo, estimulando el desarrollo de procedimientos comunes y la formalización de los procesos más repetitivos.
- Ayudar a establecer las obligaciones mínimas y la forma de control administrativo que deben cumplir los trabajos profesionales para que puedan servir eficazmente a su cometido en unas condiciones apropiadas.
- Establecer unas estructuras económicas y financieras sostenibles y rentables en las organizaciones colegiales, con una exigencia de eficiencia medible y una remuneración de sus trabajadores en función a objetivos contrastables numéricamente.
- Generar una imagen corporativa y de marca común colegial que fomente tanto el prestigio de la profesión como su presencia social y se establezca desde la generación de una política de comunicación adecuada.
PROMOCIÓN DE LA ACTIVIDAD PROFESIONAL DE LOS ARQUITECTOS
- Mejorar y ampliar la participación de los arquitectos en el mercado de los servicios profesionales, especialmente en el sector de la construcción y actividades afines.
- Investigar y detectar nuevos y posibles nichos de actividad profesional que sirvan para reorientar y ocupar nuevamente el desempeño de los arquitectos.
- Impulsar el desarrollo de este grupo profesional, mediante una mejor organización, el estimulo de la capacidad técnica, la especialización y la apertura hacia mercados internacionales.
- Consolidar un proceso de formación, innovación y renovación continua de las capacidades y conocimientos técnicos entre el colectivo integrado en las estructuras colegiales
- Obtener una justa compensación al trabajo realizado mediante la promoción de honorarios o salarios apropiados al esfuerzo que se ejecute.
- Defender los intereses colectivos de los arquitectos, relacionados con la economía de las oficinas y la legalidad específica que les afecta.
-Estimular el conocimiento y la innovación organizativa profesional, fomentando nuevas iniciativas empresariales y/o asociativas complejas y más fuertemente estructuradas.
Sede del Colegio de Arquitectos de Cataluña en Barcelona
DIFUSIÓN DE LA APORTACIÓN SOCIAL DE LA ARQUITECTURA
- Incitar la transmisión y el diálogo entre las distintas sensibilidades existentes entre los profesionales de la arquitectura y disciplinas afines.
- Impulsar el rol social de los arquitectos con su participación constante en los debates colectivos que preocupan al conjunto de la sociedad y que están relacionados con la profesión.
- Defender los intereses profesionales garantizando un conocimiento social de las posiciones disciplinares específicas.
- Espolear el carácter cultural de la arquitectura, en el que se ponga un énfasis en la difusión de las ideas de los arquitectos y su colaboración artística al desarrollo social
- Establecer una interlocución apropiada con las administraciones públicas que permita transmitir las consideraciones del colectivo en relación a temas que les afectan.
- Generar campañas de sensibilización pública que permitan interpretar cuales son las ventajas y aportaciones que realizan los arquitectos al valor añadido del sector de la construcción, en particular en la edificación y el urbanismo.
DEFENSA DEL INTERÉS PÚBLICO EN LAS MATERIAS PRÓXIMAS
- Estimular la existencia de mecanismos administrativos que garanticen una máxima eficiencia en la aportación de los servicios públicos relacionados con la arquitectura, el urbanismo y la construcción, en defensa de sus futuros usuarios.
- Garantizar la protección de los consumidores de los productos de la arquitectura, lo exige asegurar que los profesionales reúnen unos requisitos mínimos de capacidad y que sus trabajos cuentan con una competencia técnica apropiada y de calidad conveniente para cumplir los fines que se persiguen.
- Colaborar subsidiariamente con las administraciones públicas a una eventual supervisión de proyectos y obras para el cumplimiento de las exigencias técnicas necesarias y que se estimen de obligado cumplimiento legal, urbanístico y sectorial.
Maqueta de la nueva sede del Colegio de Arquitectos de Madrid
Finalmente, más allá de estos objetivos globales corporativos, pienso que las actuales estructuras deberán evolucionar en varias direcciones divergentes, segmentando ese cúmulo extenso de tareas. Es posible que la situación actual, en la que los colegios asumen gran parte de las cuestiones que más arriba se señalan, pueda derivar en varios tipos de instituciones.
Por un lado, en unos organismos dedicados exclusivamente al control de la habilitación profesional, el control de la capacidad y deontología de sus miembros; otro grupo de instituciones a la manera de sindicatos profesionales, orientado a la representación y defensa de los intereses gremiales de los colectivos técnicos; y en tercer lugar, corporaciones que se ocupen de las actividades educativas, culturales y de innovación. El primer tipo de organizaciones asumirían la componente más pública, aquella relacionada con el Estado y la administración; mientras que las otras, dos podrían tener un carácter específico o interdisciplinar, en relación a otras profesiones y colectivos con intereses comunes.
También es posible que el acoso experimentado en nuestros días, que se ejerce desde las propias instituciones políticas, desemboque en una desregulación absoluta del ejercicio profesional. Con ello, el control de la construcción y la arquitectura se realizaría en exclusiva desde los servicios técnicos de las corporaciones locales y los organismos dependientes del estado. Algo para lo que evidentemente no están convenientemente preparados en este momento. La situación sería bastante complicada e implicaría un deterioro notable del sector de la edificación en nuestras ciudades y también una marginación creciente del papel social de los profesionales y sus estructuras representativas y cooperativas.