LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE CEMENTO


Ramón Martín Mateo
Aranzadi. Navarra, 2007





Es esta una obra que pretende participar en el debate sobre las causas y razones que han posibilitado la avalancha de desmanes urbanísticos sucedidos a lo largo y a lo ancho del estado español en los últimos tiempos. Con un lenguaje jocoso y de una manera deslavazada, el autor ofrece pinceladas interesantes para comprender el desbarajuste que existe en el urbanismo de nuestro país y al mismo tiempo ofrecer algunas alternativas para su corrección.
A Ramón Martín Mateo le avala una experiencia de muchos años en la práctica del Derecho Administrativo, como Catedrático de la materia en la universidad de Alicante, así como debido a su paso por distintas administraciones públicas, ayuntamientos incluidos. Su estadía de muchos años en la región valenciana le ha permitido también una perspectiva de primera fila sobre una de las geografías que más ha sufrido un desarrollo territorial desmesurado.
Aunque el libro ofrece un paisaje caracterizado por una cierta recopilación de las conocidas verdades del barquero, o de Perogrullo según se prefiera, a veces no está de más volver a recordar cosas evidentes.
La urbanización es una actividad compleja que trata de responder a una de las necesidades básicas de la humanidad, la disposición de un entorno adecuado al desarrollo de la vida en comunidad. Debería considerarse, por tanto y en primer lugar, una actividad pública, un servicio colectivo, que, si es liderada por la iniciativa privada y considerada meramente como una gestión económica, supone la generación de importantes plusvalías a sus promotores.
Un primer problema que plantea el crecimiento urbanístico de la ciudad ya consolidada es la selección de aquellos lugares más convenientes, lo que siempre lleva aparejadas situaciones de monopolio al ser el suelo un recurso no renovable. Por lo general, la proximidad a la costa es también otro factor esencial para el estímulo del crecimiento urbano. Por eso la ribera del mar es el espacio que genera una mayor tensión especulativa y aquel que ha ido ocupándose paulatinamente a lo largo del siglo XX en la mayoría de los países. Es cierto que no siempre fue así. En el pasado, se consideraba al medio marino como una amenaza antes que un espacio para el disfrute. Por el mar llegaban agresores de todo tipo, se sufrían tormentas y en su proximidad se podían sufrir descalabros. Algunas ciudades marítimas vivían normalmente de espaldas al mar, excepto en las zonas abrigadas y puertos.
Hoy en día, la primera línea de costa, aquella que cuenta con playas o un paisaje con características pintorescas o escenográficas, es un recurso económico de primer orden. Pero la ocupación acelerada del suelo costero ha ido generando consecuentemente una escasez cada vez más acusada de este bien limitado, adquiriendo la condición de monopolio que tiende a incrementar su valor de una manera desorbitada. La costa mediterránea es ya un conglomerado de edificios que se extiende con una anchura variable desde Italia hasta el Atlántico, como consecuencia de un proceso de ocupación masivo que ha tenido lugar a lo largo del siglo XX desde la Costa Azul y la Riviera italiana hasta los lugares deshabitados de Murcia y Andalucía en nuestros días. Este proceso de masificación de la costa se extiende por las distintas geografías costeras siguiendo pautas más o menos similares. Los archipiélagos como Baleares y Canarias, lógicamente, son otro bocado apetecible. Ante la escasez de materia prima, las fuerzas del mercado están apostando por la costa de Marruecos en este momento.
Es aquí donde aparece la gallina de los huevos de cemento a la que hace referencia el autor. Una nueva especie animal para Martín Mateo que ha heredado las tareas de un antepasado mítico con mayor fortuna y provecho. Estas peculiares aves llevarían a cabo una actividad lucrativa sumamente rentable, al transformar terrenos baldíos en lugares llenos de construcciones y en ese proceso enriquecer desmedidamente a sus interesados granjeros. La producción de la gallina de los huevos de cemento se caracterizaría por una escasa necesidad de recursos iniciales así como la ausencia de un conocimiento especializado muy complejo para poder llevar a cabo su labor por lo que su producto estaría al alcance de cualquiera y, especialmente, de aquellos individuos desalmados que están a la caza y captura de la plusvalía fácil.
Señala jocosamente el autor, el paralelismo de la gallina de los huevos de cemento con el rey Midas, que todo lo que tocaba se convertía en oro pero a una escala más rentable. Parecería que la acción de este animal doméstico transforma en millonarios, rápidamente y con un esfuerzo mínimo, a aquellos que intervienen en el proceso de producción inmobiliaria descrito. Algo que es una aspiración colectiva muy extendida en nuestros días.
El problema se plantea cuando se trata de la producción de bienes de primera necesidad y que suponen un esfuerzo económico muy importante, como es el caso de las viviendas. Además, el crecimiento de las ciudades comporta el inconveniente de producir otro tipo de bienes colectivos que deben acompañar a la vivienda y que sin los cuales la nueva urbanización no podría funcionar adecuadamente. Es imprescindible conectar los nuevos desarrollos a las redes viarias y de infraestructuras existentes así como dotar con calles urbanizadas, servicios colectivos como colegios, asistencia sanitaria, parques y redes de abastecimiento y suministro, Bienes cuya produccion tiende a recaer casi siempre sobre las instituciones en un esfuerzo público muy importante para la colectividad.
Es en este punto, donde se produce la tensión entre los operadores privados y lo público, puesto que la actividad urbanizadora privada se plantea esencialmente a partir de la apropiación de elementos que son parte de una construcción social para, en cierta manera, llevar a cabo un saqueo indiscriminado de los recursos de la sociedad. El operador privado actúa siempre desde la lógica del mínimo esfuerzo para disponer de los servicios necesarios con el menor coste, apropiándose en el proceso de una plusvalía generada fundamentalmente por cuestiones de localización o derivadas directamente del desarrollo de la urbanización.
Debido a lo anterior, parece razonable que se límite el crecimiento del negocio inmobiliario indiscriminado y se lleve a cabo la orientación de las necesidades residenciales desde los poderes públicos mediante una gestión activa de liderazgo urbanístico. Este problema es algo que ha quedado en evidencia en lugares en que ya se ha detectado claramente la finitud del espacio disponible, como es el caso de territorios costeros o los archipiélagos.
La recalificación urbanística de los suelos situados junto al litoral ha convertido a los políticos directamente implicados en una especie de Midas contemporáneos. Como señala el autor, la fuerte revalorización de terrenos que este mecanismo legal ofrece a partir de una transformación nominal de su aprovechamiento, ha originado su aplicación masiva y descontrolada, dando impulso con ello a los innumerables escándalos urbanísticos que han tenido lugar en el estado español. La potestad municipal para el cambio legal a urbanizable del suelo ha sido en los últimos años de una rentabilidad extrema, si se considera la nula inversión que se debe de realizar. Depende principalmente de una decisión administrativa de las corporaciones municipales, eso sí con una supervisión laxa de otros poderes urbanísticos y la connivencia de todo tipo de funcionarios y técnicos.
Propone Martín Mateos que la extensión de la urbanización debe de decidirse mediante mecanismos transparentes que garanticen la mejor opción colectiva. La elección de los ámbitos a urbanizar debería estar presidida por la idea de adjudicar mediante subasta el posible beneficio que se origine mediante la recalificación.
Una clave para una mejor garantía colectiva sobre las decisiones administrativas que generan plusvalías estaría en la transparencia extrema sobre los procesos que llevan a cabo las transformaciones urbanísticas, pudiendo poner en evidencia con facilidad y rapidez las actividades destinadas a la mera apropiación de bienes públicos, mediante sobornos, prevaricación o cohecho. Como se recuerda en el libro, en referencia al juego del dominó, vigilarás con esmero al señor del lapicero.
Incisivamente se señala también la falta de independencia suficiente del cuerpo de funcionarios de carrera, Secretarios, Interventores y Depositarios. (pg.86).La anécdota presenta al Secretario del Ayuntamiento de Marbella, Pedro Moreno Brenes, al que el famoso delincuente y alcalde Jesús Gil y Gil amenazó en un programa radiofónico lo que llevó a cabo posteriormente, al declarar que voy a echar al Secretario comunista que me quiere paralizar el Ayuntamiento. Este ejemplo es una demostración palpable del sometimiento extremo de los funcionarios y empleados públicos a la esfera política, en algunos casos.
El argumento básico sobre el que se fundamentan numerosas tropelías estaría en la famosa autonomía municipal La excusa política para llevar a cabo decisiones antidemocráticas se basaría en el mandato constitucional al efecto, lo que posibilitaría según los munícipes interesados, para la toma de decisiones de espaldas a los administrados y contra sus intereses. De acuerdo a la Constitución Española, los Ayuntamientos, Cabildos y Diputaciones no pueden equipararse a una especie de Ínsulas Baratarias en las que los representantes por el mero hecho de haber sido formalmente elegidos pueden llevar a cabo cualquier decisión.
En el caso del urbanismo y del planeamiento territorial se evidencia la necesidad de extender la democratización a esas cuestiones que tienen una relevancia especial para la ciudadanía. Propone finalmente Martín Mateo, la posibilidad de aprobación de los Planes Generales de Ordenación, documentos territoriales y construcciones que afectan notablemente a los ciudadanos por la vía del referéndum consultivo. Según la propuesta del autor bastaría con que los Alcaldes dictarán una ordenanza específica al efecto. Algo a lo que muy pocos políticos estarían dispuestos evidenciando con ello el notable déficit que presenta la democracia formal alcanzada en este país.

5 comments to LA GALLINA DE LOS HUEVOS DE CEMENTO

  • Me ha gustado tu magnífica exposición y el cariñoso recuerdo para el maestro Martín Mateo, que está muy prolífico.

  • Xavier Adsuara

    ¿Aprobar los PG por referendum? Ese supuesto daría para escribir una novela enraizada en la mejor tradición surrealista.

    Un poco más en serio, bastaría con que la “elección de los ámbitos a urbanizar debería estar presidida por la idea de adjudicar mediante subasta el posible beneficio que se origine mediante la recalificación”. En esta línea no sería demasiado complicado avanzar (en términos teóricos, por supuesto) y se atacaría de frente tanto la famosa corrupción (ojo: no es mierda todo lo que apesta) como el no menos famoso “problema de la vivienda”. Claro que no parece que nadie esté dispuesto a avanzar por esa senda. ¿O sí?

    En fin, Fede, me parece que deberías leer más ficción. Saludos.

  • Argeo Seman

    Me alegra Federico que por fin has encontrado a alguien que apoya tu idea de aprobar los planes generales por referendum, pero creo que ser

  • Argeo Seman

    Por algún error no se ha publicado mi comentario anterior completo. Me faltó la idea de que no sería bueno aprobar el plan general entero por referendum, ya que habría gente que votaría en contra porque hay demasiados sistemas generales o muchas unidades de actuación. Creo que sería preferible debatir un doucmento mas sencillo de Objetivos y Criterios que marcara los límites del plan, cuatro ideas y pocos planos para centrar el debate en los general y no en lo particular.
    Saludos desde la playa de La Garita, Gran Canaria.

  • Anonymous

    holass..!! tal vez no tnga mucho conocimiento de lo q kiera hacer tngo 16 jej pero me parece una buena idea =) lo lei y me agrado mucho aunq coincido con argeo seman al q no sería bueno aprobar el plan general entero por referendum debido a las personas q contradigan el proyecto hay q ver los puntos q nunk se tienen en cuenta

    mucha suerte byebye mi nombre es daniela je adios

Leave a Reply