ACTUAR POLÍTICAMENTE

Hace escasamente quince días una candidatura -que yo he encabezado- ha sido designada para dirigir los destinos de la organización de los arquitectos en la isla canaria de Tenerife. Aun no hemos tomado posesión de nuestros nuevos cargos pero muchas personas me han hecho ya reflexionar sobre el esfuerzo que significa liderar una organización profesional como ésta.

Han sido dos semanas intensas en contactos y conversaciones. Mucha gente nos ha querido transmitir sus parabienes, ideas e ilusiones sobre lo que hay que hacer en una situación tan complicada como la que padece el sector de la construcción en este archipiélago. Un solo dato explica la magnitud de la debacle: En solo tres años, los arquitectos canarios han perdido el 80 % del mercado de trabajo disponible. Algo que ya he explicado sobre el contexto español con más detenimiento en otro lugar.

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La exuberante y explosiva situación del mercado inmobiliario residencial, que existía antes de 2007, es muy probable que no vaya a resurgir en una década, al menos. La comparación de la situación nacional de esos años con lo que se producía en otros países del entorno europeo era ya preocupante entonces; muchos hablaban de la expansiva burbuja inmobiliaria en curso. Pues bien, finalmente ha estallado y nos ha precipitado en un profundo pozo económico. En España se construía más que en Alemania, Inglaterra y Francia juntas, lo que ha llevado a la ocupación masiva de amplias porciones del territorio costero y de la periferia de las principales ciudades. El excesivo stock de viviendas sin colocar, fruto de una irresponsable actuación de bancos y administraciones, está impidiendo una relocalización eficiente del crédito. Y con ello, la precipitación de numerosos colectivos en la penuria. Entre ellos, los arquitectos. 

El trabajo que nos toca, a los que entramos a dirigir el Colegio de Arquitectos de Canarias, consistirá en reorientar eficientemente el rumbo de este barco que se apoya en un presupuesto de varios millones de €uros y que representa a un grupo de más de setecientos profesionales en la isla de Tenerife. Heredamos una situación de creciente insostenibilidad en un entorno extremadamente hostil: los recursos económicos son insuficientes, existe un cuestionamiento legal de nuestras bases financieras que está a punto de hacerse efectivo, junto a una desaparición casi completa del mercado de trabajo al que aspiran los arquitectos, etc.
La primera tarea de gobierno se debe concretar en el establecimiento de un sentido de misión claro, que permita tener una imagen certera, en referencia a lo que hay que hacer, para todos los que vamos a participar en este esfuerzo: cargos directivos, personal administrativo y colegiados arquitectos. Una metáfora que explicaría la situación se asemeja a la del árbol enfermo que hay que podar urgentemente para que no muera. Y si podemos, injertarle algunas ramas nuevas para que crezcan y fructifiquen mejor.
Una interpretación del cuadrante de las posiciones políticas. Political compass. org 

Por todo lo anterior, es necesario construir una visión hacia el futuro, orientada a la supervivencia del colectivo de los arquitectos canarios, que se articule en la definición detallada de un conjunto de prioridades estratégicas. El establecimiento de un conjunto de objetivos claros y la creación de las herramientas adecuadas para medir su cumplimiento es también esencial. Y para superar las reticencias habituales, este esfuerzo debe construirse desde la participación y cooperación más amplia posible. La incorporación amplia de los compañeros en los procesos de toma de decisiones será determinante para la estrategia de gestión que estoy esbozando aquí. Eso implica, claro, articular esfuerzos que dinamicen el debate; ello nos obligara a los que estamos comprometidos en esto a trabajar para presentar las ideas, discutirlas y articular criterios que puedan ser lo más ampliamente asumidos.
Los que nos hemos presentado a esta tarea de dirigir la organización de los arquitectos en la isla de Tenerife, hemos pensado algo sobre esto y que aquí empezaré a exponer. Son una serie de enfoques que se ha intentado plasmar primariamente en nuestro programa de gobierno para los próximos tres años. Evidentemente, las alternativas que hay que explorar pasan por la búsqueda de nuevos campos de trabajo profesional.
En un futuro inmediato hay que intentar convencer a las autoridades locales para que se estimulen los procesos de reconversión de edificios antiguos, aquellos que formarían parte del parque de viviendas obsoleto. A pesar de la intensa construcción experimentada en los últimos años, existen innumerables edificios en un estado de decrepitud considerable que deberían analizarse y valorarse en aras a estimular la mejora de su calidad y garantizar con ello unas mínimas y mejores condiciones de habitabilidad. Algo que legalmente está previsto de una manera exhaustiva y que no se ha exigido por negligencia de muchas administraciones públicas. En Canarias, lo anterior debería hacerse extensivo a la primitiva planta alojativa turística, situada en los núcleos vacacionales más antiguos; Construcciones que suponen número considerable de edificios hoteleros y de antiguos grupos de apartamentos turísticos. La rehabilitación de la planta alojativa no se ejecuta, de una manera evidente, debido a la fronda legal excesiva que lo impide. Algo inconcebible en nuestra situación y extremadamente necesario para garantizar la competitividad del sector económico que hoy sustenta la menguante economía canaria.
Otro espacio de trabajo de arquitectura es el que se relaciona con la provisión de dotaciones públicas de todo tipo. Mientras en Europa, e incluso en el resto del estado español, hace ya muchos años que se cuenta con una gran oferta de servicios y equipamientos sociales, en Canarias la demanda insatisfecha de servicios sanitarios, asistenciales, culturales y educativos dista muchísimo de estar cubierta adecuadamente. En Canarias, el llamado estado del bienestar es todavía una utopía que presenta carencias muy notables, como consecuencia de desigualdades extremas y una ineficiente y endémica distribución de los recursos. Construir guarderías, centros para la atención a ancianos, colectivos desfavorecidos, espacios para la enseñanza especializada, recursos sanitarios, etc. es una tarea que todavía no se ha concluido a pesar de los importantes esfuerzos realizado en las últimas décadas y podría suponer una importante fuente de actividad para los arquitectos de aquí.
La mejora paisajística de nuestros deteriorados espacios insulares es también otro ámbito de trabajo en el que hay una tarea ingente por hacer y que, sin embargo, se ignora sistemáticamente como algo secundario. Y tiene una relación directa con la percepción global del espacio turístico y, en consonancia, con la competitividad global de ese sector económico frente a nuestros competidores más inmediatos.

Sede del Colegio de Arquitectos de Canarias en Santa Cruz de Tenerife. Arquitectos: Díaz Llanos y Saavedra, 1972.

El problema es que todo lo anterior exige el acopio de ingentes fondos públicos que no están disponibles actualmente. No hay una voluntad política de establecer los mecanismos necesarios para obtener los recursos precisos, mediante una mejora de la eficiencia administrativa o de la ampliación de impuestos o tasas. Por el contrario, aquí impera exclusivamente la consigna de la reducción del tamaño de las administraciones públicas y la reducción abstracta del déficit público.
La exploración de los mercados de arquitectura e ingeniería fuera de nuestro archipiélago es otro territorio que requiere ser tanteado de una manera sistemática. La aproximación a los países y regiones de nuestro entorno inmediato debería ser un objetivo evidente. Y ello, por la gran acumulación de competencias técnicas y de conocimiento de las que ya disponemos aquí; y de la escasez y necesidad de apoyo técnico que hay en lugares como Marruecos, Mauritania, Senegal, Cabo Verde, etc. Nuestro papel debería centrarse en secundar tanto los procesos inversores en marcha, como el seguimiento y canalización de recursos de ayuda al desarrollo que se dirigen a esta región, desde los distintos organismos, instituciones y estados avanzados.
La recuperación de especialidades técnicas y tareas abandonadas – que a lo largo del tiempo han sido asumidas por otros profesionales desde perspectivas y disciplinas próximas- es un campo que hay que volver a reconsiderar. La incapacidad actual de los arquitectos, por falta de herramientas, habilidades y conocimientos esenciales, requiere de una intervención potente para actualizar nuestros conocimientos y volver a adquirir la competencia técnica en una multitud de campos relacionados con el núcleo central de nuestra profesión.
En consonancia con el objetivo anterior, la promoción de un sistema de reciclaje profesional permanente es otra asignatura pendiente que requiere un esfuerzo muy importante en estos momentos. Necesitamos continuar y ampliar urgentemente la formación de los arquitectos en temas constructivos, tecnológicos, manejo presupuestario, mejora de los procedimientos de trabajo, acceso a la información, gestión empresarial, etc. El desarrollo profesional requiere hoy en día una continua actualización y reciclaje de nuestras habilidades en consonancia con la acelerada transformación técnica que existe en el sector. Probablemente, con ello se adquieran capacidades no ejercidas hasta ahora que amplíen el panorama del acceso al trabajo que tanto necesitamos.
Finalmente, hay que lograr una presencia continuada ante la sociedad, mejorando nuestra reconocida capacidad de influencia en el entorno canario. Ello se refiere a la explicación argumentada de nuestras posiciones en temas específicos que nos atañen y para los que tenemos una opinión cualificada. Debe ser también una herramienta con la que contribuir a la transformación de un territorio, una cultura y un entorno social extremadamente debilitado, falto de perspectivas, debido a un liderazgo colectivo que, en gran medida, ha declinado de sus responsabilidades en este momento tan crítico.
La responsabilidad que nos ha sido asignada y a la que hemos optado voluntariamente consiste en liderar todos estos procesos y objetivos que he esbozado más arriba. Una tarea apasionante que asumimos con ilusión y entrega. Intentaremos hacer todos los esfuerzos que sean precisos para lograrlo. Espero que no defraudemos a todos aquellos que han puesto su esperanza en mí y el equipo que voy a empezar a dirigir.
Está claro que la tarea que tenemos en el horizonte se refiere a actuar políticamente y liderar. Para ello, lo mejor sería escuchar el consejo imperecedero de Lao Tse:

El buen líder habla poco. Y cuando ha concluido su trabajo y alcanzado su propósito, la gente dirá: Lo hicimos nosotros.

No es mi caso en este momento. Pero es que necesito primero poner en orden las ideas y comunicarlas de la manera más amplia posible.

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4 comments to ACTUAR POLÍTICAMENTE

  • Federico, estoy seguro que trabajarás mucho y de manera seria, como siempre.
    Suerte y ánimo con eso.

  • Buena suerte, Fede: ojalá te tuviéramos de decano por aquí. A.

  • Anonymous

    Sería de agradecer que el Colegio se acercarce a los estudiantes de La ETSA de Las Palmas, porque al fin y al cabo son los profesionales del futuro y ahora también están en lucha por la defensa de su formación frente al muy discutido “Plan Bolonia”. En aras de crear un ambiente propicio y de compañerismo, que se pueda desarrollar en el futuro y que se sientan así mismo apoyados por los profesionales de hoy.

  • Nuestra relación con la Escuela de Arquitectura es una necesidad ineludible, puesto que en esta época de crisis lo que tenemos que hacer es estimular la formación especializada. Y ahí nuestro centro educativo de referencia tiene un papel fundamental.
    Este es un compromiso que hemos adquirido y vamos a proponer cuantos cursos podamos. Retomaremos el contacto con la Escuela y sus alumnos en cuanto nos sea posible. Nos es básico conocer las preocupaciones de todos, profesionales y alumnos.
    Ánimo que tenemos futuro aunque no lo veamos claro todavía.

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