INTERVENCIONES EN LA COSTA

Charco volcánico en la costa norte de Tenerife. Mas imágenes en Flickr

A veces nos encontramos pequeños paraísos anónimos que nos muestran una nueva forma de comprender el mundo que habitamos. En algunos casos, son el resultado del esfuerzo colectivo y, en otros, casualidades que no dejan de sorprendernos.

Algo de esto me ha ocurrido esta semana durante una pequeña excursión que he realizado por la costa de mi isla. He descubierto un espacio costero con un tratamiento paisajístico exquisito que se ha producido como resultado de la acumulación de varias intervenciones afortunadas por su extrema humildad.

<---El municipio de Buenavista es un territorio alejado que se localiza al noroeste de la isla y en él sitúa uno de los espacios naturales mejor conservados del archipiélago, el macizo de Teno. Algunos lo consideran el secreto mejor guardado de Tenerife, un lugar al que llegan algunos escasos visitantes que han hecho el esfuerzo de desplazarse por largas y antiguas carreteras. Allí, en ese espacio agreste, paisajistas relativamente desconocidos han hecho un esfuerzo extraordinario para poner en valor su fantástica costa. Probablemente, no sean conscientes de la naturaleza de su trabajo ni cuenten siquiera con un título profesional habilitante para el desempeño de esa especialidad técnica, pero su amor hacia el lugar y los discretos elementos que lo componen han constituido una guía inmejorable para extraer un resultado magnífico. Dos objetivos fundamentales se pueden reconocer en lo allí realizado, el respeto hacia lo preexistente y la humildad expresiva. Unos valores de los que estamos tan ayunos hoy en día en todo aquello que se refiere a la arquitectura y el tratamiento paisajístico del territorio. La costa de Buenavista se caracteriza por las extensiones de la piedra volcánica que se despliegan desde lo alto hasta introducirse en el mar. Un soporte poco apropiado para el desarrollo de actividades recreativas pero que constituye un recurso extremadamente pintoresco para disfrutar del paisaje marino. En Canarias, el panorama costero del norte de las islas suele presentar esta imagen de dureza pétrea, azotada por los vientos alisios y punteada por una vegetación fuerte y austera.

Inserción del paseo marítimo en la playa de Buenavista. Rufino García, ingeniero de caminos. Mas imágenes en Flickr

<---En este espacio, se ha realizado un pequeño acceso al mar constituido por una avenida muy integrada en el lugar y que se escamotea paisajísticamente mediante el uso masivo de vegetación adaptada al ambiente cargado de sal. A partir de ese punto del litoral, el equipo del ingeniero de caminos, Rufino García Fernández ha implantado un paseo peatonal que serpentea por la topografía haciendo accesibles los distintos episodios que marcan la costa, la pequeña playa pedregosa, calas y rompientes batidos por las olas, charcos y piscinas naturales. El uso de un único material constructivo, la piedra basáltica junto con la diseminación de una vegetación exógena que interactúa adecuadamente con la preexistente logra una correcta integración de la nueva obra de urbanización en el paisaje. La presencia de innumerables ejemplares de vegetación crasa, como las típicas tabaibas de las costas canarias (euphorbia canariensis), junto a cardones y tapizantes de increíbles colores, otorgan un gran encanto a esta agreste costa El tratamiento de la ribera se complementa con otras intervenciones puntuales de arquitectura y adecuación paisajística. Destacan un acceso al mar con mini bar, un pequeño restaurante y una piscina deportiva colindante con un pequeño campo de golf junto al oceáno. En el ámbito del acceso al mar se ha diseñado una pequeña plataforma de madera que enmarca una piscina natural encajada en los bajíos volcánicos, permitiendo su disfrute con el complemento de una pequeña cantina. Una intervención mínima proyectada con extremo cariño por los arquitectos Maribel Correa y Diego Estévez y cuya obra fue dirigida por Ruben Henríquez. El restaurante, una obra del arquitecto Abel Herrera, se ha situado en uno de los extremos del paseo de la playa aprovechando con ello las magníficas vistas hacia el oeste del macizo de Teno y los atardeceres en el horizonte sobre el mar. Se ha configurado como una concha que se agarra a las rocas como los pequeños moluscos que conviven con los mares azotados. Su espacio interior se prolonga con una terraza cubierta con redes extendidas sobre soportes de madera que establecen una sombra protectora frente al inclemente sol.

Vista de la cubierta del restaurante playero. Abel Herrera, arquitecto. Mas imágenes en Flickr

Este edificio ofrece un interesante contrapunto con el desolado paisaje de esta costa necesitada de un punto que focalizara los recorridos.
El tercer elemento destacable lo forma el espacio de una piscina deportiva semidescubierta que se inserta con modestia en el perfil de la plataforma costera. Es el resultado del delicado trabajo del arquitecto Fernando Bercedo y resulta sorprendente que un edificio tan bien diseñado y tan respetuoso con el entorno paisajístico no figure en la guía oficial de la arquitectura contemporánea de Tenerife.
La obra se plantea desde la transparencia de unos espacios interiores que rodean y protegen una piscina abierta al cielo. Este planteamiento viene motivado por los molestos vientos que existen en el lugar y que obligan a la arquitectura a plantearse desde una estrategia defensiva. Dentro del complejo y en su fachada hacia el mar se sitúa un gimnasio acristalado que permite el entrenamiento mientras se contempla la omnipresente línea del horizonte.

Piscina costera de Buenavista. Fernando Bercedo, arquitecto. Mas imágenes en Flickr

El edificio se construye con planos de piedra basáltica que se alternan con cubiertas inclinadas de cerámica y terraplenes rematados con tapizantes vegetales. La sabia disposición de los espacios auxiliares requeridos por el programa dotacional permite enmarcar la piscina para la práctica deportiva y terapéutica. Esta instalación se sitúa en el centro del edificio, abierta al exterior y al cielo, con lo cual se puede disfrutar también de un buen soleamiento sin el inconveniente de la acción del viento.
Este equipamiento deportivo público constituye todo un lujo arquitectónico al alcance de los habitantes de ese pequeño pueblo costero.
El campo de golf colindante, recuerda por su posición a otras instalaciones similares situadas junto a la costa, como por ejemplo el seminal de Saint Andrews en Escocia. En este caso, complementado visualmente con el paisaje montañoso de las estribaciones de Teno. Un diseño topográfico bastante respetuoso con las preexistencias ambientales ha permitido ir configurando un equipamiento deportivo de mucha calidad paisajística.
Es interesante reflexionar sobre este espacio de esparcimiento que se ha ido definiendo en la costa de este pequeño municipio de Buenavista porque se ha logrado un entorno de alta calidad, conocido por unos pocos en una isla devastada paisajísticamente por el turismo de masas.
Este paraíso desconocido es obra de técnicos y artistas voluntariamente anónimos que no se preocupan por la difusión espectacular de su trabajo y que presenta en su conjunto unas cualidades que merecerían una valoración social mayor. En un tiempo profesional caracterizado por la espectacularización es reconfortante el descubrimiento en tu propio entorno de otras actitudes que nada tienen que ver con la creciente manipulación de la arquitectura.

Vegetación natural de la costa de Buenavista en el norte de la isla de Tenerife. Mas imágenes en Flickr

Actualmente y en contraste, se están llevando a cabo las actividades propagandísticas de la II Bienal de Arquitectura Arte y Paisaje de Canarias, un evento que ignora radicalmente ejemplos como éste. Mientras se presentan trabajos de arquitectura y paisajismo de distintos lugares del mundo, no se hace una reflexión seria sobre lo que realmente ocurre en el propio lugar.
Esta segunda edición, de un acontecimiento supuestamente cultural como éste, se ha planteado bajo el lema del Silencio y, sin embargo, esta presidida por un parloteo infinito que esconde en su logorrea una ausencia de contenidos que vayan más allá de la mera publicidad institucional. Es sintomático que, en un espacio archipiélagico que se ha transformado traumáticamente en las últimas décadas, se dediquen presupuestos públicos multimillonarios a una burda manipulación de la opinión colectiva para ocultar la inexistencia de una correcta política territorial, aquella que promueva verdaderas acciones para la restauración de un territorio golpeado y destruido innecesariamente.
En sí misma, la reiteración publicitaria no conduce a la solución de los problemas reales. Solo produce el adormecimiento social y la tergiversación de la realidad. Un despilfarro colectivo al que desgraciadamente nos hemos acostumbrado. —>

4 comments to INTERVENCIONES EN LA COSTA

  • Federico, llevo cerca de treinta años intentando educar a estudiantes para que se conviertan en buenos arquitectos anónimos. Ya he dicho en alguna ocasión que, a veces, cuando me llevan a ver sus obras o paso por un rincón olvidado y veo un edificio magnífico que “se” que es de fulanito, casi (y a veces sin casi) lloro de emoción. Otros se han hecho famosos, claro. Pero estos me importan menos. A pesar de lo que se diga en los libros, en las revistas, en las conferencia, nuestros territorios los están construyendo los arquitectos anónimos (a mi me gusta llamarlos “arquitectos de a pié”). Y la calidad de nuestras ciudades y nuestras áreas metropolitanas depende básicamente de ellos. No de las grandes intervenciones puntuales. A ver si me animo y un próximo curso de doctorado o de paisaje lo imparto bajo el lema de “Las malas prácticas de los grandes arquitectos y las buenas prácticas de los arquitectos de a pié”, para que los alumnos recopilen actuaciones en uno y otro sentido. También hay malos arquitectos anónimos (y muchos), pero sus obras desaparecerán rápidamente (el tiempo se encarga de poner las cosas en su sitio).

    Hablando de otro tema. Tu blog va a tal velocidad que apenas hay tiempo de leer todo lo que escribes. En estos momento de semireclusión en mi domicilio debido a la quimioterapia que, a veces, me afecta bastante (y con los viajes y las visitas restringidas) tengo tiempo de hacerlo, pero en cuanto recupere mi actividad normal tengo la seguridad de que será imposible. Yo he bajado en el mío de las cuatro entradas mensuales a dos y pienso que esto permite a mis alumnos y lectores en general seguirme con más tranquilidad. Trato de huir, en la medida de lo posible, del consumo compulsivo que supone la web y ofrecer algo de sosiego y reflexión que es lo que normalmente no se encuentra. Lo digo por tu respuesta a un comentario mío anterior sobre que se estaba convirtiendo en un diálogo entre tú y yo. En mi caso, desde que he espaciado los artículos tengo muchos más comentarios probablemente debido a que la gente encuentra tiempo para hacerlo. Otra alternativa es que conviertas el blog más que en un foro casi en un diario en cuyo caso los comentarios casi están de más. En cualquier caso tu blog es de los escasos que merecen mi atención (y supongo que la de mucha más gente) y espero que lo siga siendo porque en la mayoría de los artículos siempre hay cosas interesantes (no sé como lo haces al ritmo que lo llevas). Un saludo afectuoso.

  • Diego Estévez

    Estimado amigo:
    Oscar Tusquets me aconsejo un día : “Cuando un compañero te felicite por un proyecto, que serán muy pocas veces, dale las gracias dos veces, una por pensarlo y otra por decirlo”.
    Triples gracias Fede, por pensarlo, decirlo y escribirlo.
    Manifestar que la piscina del club de Golf Isla Baja, es un proyecto nuestro y la dirección fue llevada íntegramente por el arquitecto Rubén Henríquez Guimera, respetando la idea del proyecto y mejorándolo durante su construcción.
    Felicidades públicas por tu Blog, por la labor de crítica constructiva, de opinión y de divulgación de tantos temas que tocas, tan interesantes y tan acertados.
    Aprovechar para invitar a todos a una excursión por la Isla Baja. Patear el lugar (porque la arquitectura sino se visita, no se aprecia, tambien me lo enseño el sabio del consejo), bañarse, disfrutar de una buena “vieja” y un buen vino del lugar en compañía de buenos amigos, contemplar la puesta del sol, ver el rayo verde, pero todo en SILENCIO…
    Saludos mil

  • Me han encantado las palabras de José Fariña sobre los “buenos arquitectos anónimos”… Qué suerte tienen sus alumnos con enseñanzas como estas, que valen más que mil millones de revistas!

  • Hola Federico,

    aunque a Fariña no le guste que hablemos de autorías, es muy interesante la relación de la piscina de Buenavista (que no conocía), con la de Boa Nova de Siza en Matosinhos: ¡si se parecen hasta en el nombre!Muy reconfortante estas obras que enseñas aquí, habría que preguntarse porqué están fuera de los circuitos de divulgación habituales.

    Un abrazo a los dos. A.

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